
Misa de acción de gracias por el hermano Luis Carlos Gutiérrez
Un mes después de su fallecimiento, el 4 de febrero, la comunidad del Consejo general y la Administración general del Instituto participaron en una misa de acción de gracias por la vida y la vocación marista del H. Luis Carlos Gutiérrez, Vicario general del Instituto, fallecido el 4 de enero de 2025. A la celebración, presidida por el padre John Larsen, Superior general de los Padres Maristas, asistieron la madre del hermano Luis Carlos, Loren Blanco, y su hermana, Martha Gutiérrez Blanco.
“Para mí, personalmente, es muy triste y doloroso haber perdido a mi Hermano y Vicario general, quien en estos años ha realizado un gran y excelente servicio al Instituto”, dijo el hermano Ernesto Sánchez, Superior General, durante la celebración. Y añadió: “Que la Palabra de Dios nos ayude a vivir con fe y esperanza esta triste situación de la pérdida de nuestro Hno. Luis Carlos. Recordar todo el bien que él hizo a lo largo de sus años en el Instituto de los Hermanos Maristas, agradeciendo su vida y vocación”.
A la celebración asistieron los hermanos del Consejo general, junto con los hermanos y laicos de la Administración general, el grupo de hermanos que participan en el programa de formación «Mirando más allá», realizado en Manziana, algunos hermanos y laicos de la Provincia Mediterránea de Italia, varios sacerdotes, miembros de las ramas maristas, y también religiosos y religiosas de otras congregaciones.
Reproducimos a continuación las palabras del H. Ernesto durante la misa.
Palabras del H. Ernesto Sánchez Barba, Superior general, en la eucaristía del 4 de febrero de 2025
Agradezco su presencia en esta Eucaristía, en la cual encomendamos a Dios y a María, nuestra Buena Madre, a nuestro H. Luis Carlos Gutiérrez Blanco, quien hace un mes falleció en España.
Nos acompañamos en este caminar con su mamá, Loren, su hermana Martha y su familia. Nos alegra que hayan venido a Roma para celebrar juntos esta ceremonia.
Ahora en febrero, con la presencia de toda la comunidad del Consejo general, hemos querido celebrar esta Eucaristía de acción de gracias por la vida y vocación de nuestro hermano Luis Carlos.
Gracias al Superior general de los Padres Maristas, John Larsen y a los Sacerdotes que han venido y participan de esta celebración.
Agradezco a los representantes que han venido de las otras Congregaciones Maristas: Padres, Hermanas y Hermanas misioneras.
Gracias a la Comunidad de la Casa general y a los Laicos y Laicas que realizan aquí su servicio.
Gracias a los Hermanos, del programa internacional de Manziana y de algunas comunidades de Italia presentes también en el día de hoy.
Igualmente doy gracias a todas las personas que han venido de otras Congregaciones Religiosas.
Nos acompañamos todos en el dolor que sentimos con el fallecimiento del H. Luis Carlos. Para mí, personalmente, es muy triste y doloroso haber perdido a mi Hermano y Vicario general, quien en estos años ha realizado un gran y excelente servicio al Instituto. Es impresionante la cantidad de mensajes que recibimos de tantos Hermanos y Laicos Maristas con relación a Luis Carlos. Es bueno mirar y recordar todo ese bien que él ha realizado en el Instituto, tanto en su Provincia de América Central, donde inició desde muy joven, como en todo el Instituto a lo largo de estos 8 años como Vicario general.
Para mí, personalmente, su presencia y su servicio al Instituto han sido de gran apoyo. Él se dedicó más directamente al tema de la Misión en el Instituto. Junto con el Secretariado de Educación y Evangelización, favoreció la creación y acompañamiento de las Redes de Escuelas, de Universidades, de Editoriales. Apoyó el voluntariado a través de la oficina del CMI (Colaboración de la Misión internacional). Acompañó los movimientos y organización de las Regiones del Instituto, junto con los Consejeros enlace. Favoreció el tema del liderazgo, servicial y profético, como nos lo sugirió el XXII Capítulo general. Se hizo presente en muchos lugares que le pedí, Capítulos Provinciales y de Distrito, Asambleas y algunas visitas.
Compartió y se hizo presente en varios momentos con otras Congregaciones religiosas.
El H. Luis Carlos ayudó en muchos temas y cuestiones de organizaciones civiles y legales para cuidar la misión del Instituto.
Y, sobre todo, pudimos caminar juntos en este servicio como Superior general y Vicario general en el Instituto, enfrentando a veces situaciones no fáciles, buscando apoyarnos y animarnos.
Hoy hemos escuchado el Evangelio de las Bienaventuranzas. Un tema que nos da luz para vivir nuestro seguimiento a Jesús.
El Papa Francisco, en una homilía comentó, con relación a las Bienaventuranzas:
“Queridos hermanos y hermanas, este es el camino de la santidad, y es el mismo camino de la felicidad. Es el camino que ha recorrido Jesús, es más, es Él mismo este camino: quien camina con Él y pasa a través de Él entra en la vida, en la vida eterna. Pidamos al Señor la gracia de ser personas sencillas y humildes, la gracia de saber llorar, la gracia de ser mansos, la gracia de trabajar por la justicia y la paz, y sobre todo la gracia de dejarnos perdonar por Dios para convertirnos en instrumentos de su misericordia”. (De la homilía del Papa Francisco, el 1 de noviembre de 2015)
Que la Palabra de Dios nos ayude a vivir con fe y esperanza esta triste situación de la pérdida de nuestro Hno. Luis Carlos. Recordar todo el bien que él hizo a lo largo de sus años en el Instituto de los Hermanos Maristas, agradeciendo su vida y vocación.
En este año, estamos invitados a caminar como “testigos de esperanza”, como nos ha sugerido el Papa Francisco en este año Jubilar. En medio de nuestra tristeza, ante la pérdida de nuestro Hermano, tenemos que vivir con esperanza recordando que nuestra vida viene de Dios y siempre está en Él, nuestro Padre y Creador.
María, nuestra Buena Madre, lo tiene en sus manos. Le agradecemos y seguimos confiando en Ella, quien nos ama con tanta cercanía y cariño.
Y lo encomendamos a San Marcelino Champagnat.