
Nos dio el nombre de María
Los miembros de los equipos directivos de nuestras escuelas maristas en Australia se reúnen cada dos años en una gran conferencia. Más de 200 Maristas se reunieron en Cairns en un evento que fue llamado “Nos dio el nombre de María”, del 28 al 31 de julio pasados. Este fue un evento de inspiración marista, y lo fue aún más gracias a la presencia de nuestro Superior General, el Hermano Emili Turú.
Durante los días de la conferencia el Hno. Emili dirigió a los participantes en una larga reflexión y discernimiento inspirados por su circular. Usó los tres iconos: el de la Anunciación, el de Pentecostés y el de la Visitación, e insistióen la importancia central de la interioridad, la comunidad y el servicio para todos los Maristas. El símbolo del “delantal” se convirtió en el símbolo de la conferencia y con él, el llamado a nosotros, Maristas, para que seamos la “Iglesia del delantal”. Como parte de la liturgia final, cada persona recibióun delantal para que lo llevara a casa, como recuerdo de esta característica marista esencial.
Muchas otras personas realizaron presentaciones y dirigieron talleres que trataban temas marianos en las Escrituras y maneras prácticas en las que las escuelas maristas y la pastoral juvenil están representando el rostro mariano de la Iglesia. El último día, el Provincial, el Hno. Jeff Crowe, explicó lo que significa para las personas representar el modelo de Marcelino en las comunidades escolares de hoy.
Durante la conferencia, el Provincia lanzó la Segunda Asamblea Internacional de la misión Marista. Los participantes analizaron el tema de la asamblea –Nuevos Maristas en Misión- y discutieron el modo de desarrollar la fase preparatoria, a nivel local, a partir de ahora y hasta mayo de 2014.
Lo más memorable de muchas de estas conferencias es la calidad de la oración y la liturgia. Este fue el caso del encuentro de este año, que terminó con una hermosa eucaristía en la Catedral de St. Monica in Cairns, presidida por el obispo local y por sacerdotes de nuestras escuelas maristas, que participaron en la conferencia.
Los 200 educadores maristas –laicos, sacerdotes, hermanos y hermanas- se fueron con un canto a María en los labios, animados tras haber transcurrido unos días juntos e inspirados para seguir realizando su misión de evangelización y educación con esperanza y osadía.