Objetivo de Desarrollo Sostenible 6: Agua limpia y saneamiento
Presentamos, desde el Secretariado de Solidaridad, en este mes una pequeña reflexión sobre el sexto Objetivo de Desarrollo Sostenible. Ya hemos señalado en ocasiones anteriores cómo estos objetivos hay que entenderlos conjuntamente, y cómo también se encuentran relacionados con otras acciones e iniciativas, como por ejemplo, la Plataforma de Acción Laudato Si’.
La vida comienza por lo más sencillo. Así es el agua. Así es la vida. El agua es vida.
Afortunadamente, cada día más, tomamos conciencia de la necesidad de cuidar nuestro planeta, y ello incluye también el cuidado y buen uso de los recursos hídricos. No todo vale en nuestros ríos, lagos o mares. No todo vale para seguir progresando. El título de estos objetivos nos lo recuerda: “Desarrollo Sostenible”.
Hace unos días, visitando la Fontana de Trevi, en Roma, la guía turística hacía referencia a la necesidad de contar con agua limpia, así como con un sistema de saneamiento adecuado. Estos dos elementos permitieron a Roma ser la urbe más grande del mundo durante muchos siglos. En esa misma fuente, nos explicaba el significado de dos figuras femeninas que representan la Abundancia y la Salubridad. Abundancia de vida que produce el acceso al agua potable, limpia. Salubridad que es posible gracias al agua que limpia y purifica.
Los datos de las Naciones Unidas indican una mejoría en el acceso al agua potable y al saneamiento, por parte de la población; si bien, aún existen millones de personas que carecen de ambos servicios. Esta ausencia de acceso a estos servicios ha condicionado, sin duda, la dificultad para mantener unas mínimas condiciones de higiene durante este tiempo de pandemia. Podemos decir que el agua genera vida y que el agua salva vidas.
Entre los proyectos Maristas de ayuda al desarrollo, en los últimos años, también ha estado el de facilitar el acceso a agua potable a la población, especialmente en medios rurales. La construcción de pozos y la instalación de equipos de purificación del agua son algunos de los ejemplos.
Señalábamos, al inicio de este artículo, la conexión entre este objetivo y la ecología. El deterioro de nuestro planeta está provocando mayores desastres naturales relacionados con el uso y consumo del agua (inundaciones, desastres naturales y sequías están a la orden del día de nuestros periódicos).
Urge un llamamiento a los gobiernos, urge una concienciación de nuestras sociedades, urge una reflexión personal y comunitaria-familiar, del uso que hacemos del agua. Como Maristas de Champagnat nos queremos unir en esta idea y en esta acción. Uso responsable, limpieza de acuíferos, conservación del medio natural, proyectos de acceso a este recurso, instalacion de sistemas de tratamiendo de resituos… son algunas de las acciones concretas que podemos hacer. ¿Cómo hacer frente al crecimiento demográfico y económico, a la mayor necesidad de agua, a las necesidades de millones de personas sin acceso a agua corriente? ¿Cómo conseguir un acceso “universal” al agua potable sin poner en riesgo el futuro de las próximas generaciones? Las respuestas a estas preguntas constituyen, sin duda, un gran desafío.
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H. Ángel Diego – Secretariado de solidaridad