Objetivos de Desarrollo Sostenible 13: Acción por el clima
En artículos anteriores ya hemos hablado sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible, como el conjunto de objetivos elegidos por los países miembros de las Naciones Unidas como compromiso de trabajo en aras de un mundo mejor. Objetivos que pretenden reducir las desigualdades, ayudar al desarrollo de los más desfavorecidos, cuidar de nuestro planeta… Unos objetivos que no son compartimentos estancos, sino que se encuentran relacionados unos con otros.
En esta ocasión, mediante este artículo, queremos unirnos como Maristas de Champagnat al esfuerzo de miles de personas y de los gobiernos de muchos países en la consecución de este objetivo que aquí presentamos. Y es que el cambio climático afecta a todos los países, de modo diferente, pero a todos.
El último Capítulo General, celebrado en 2017, nos compromete en el cuidado del planeta, que pasa por cuidar el medio ambiente y tomar acciones valientes que combatan el cambio climático y sus efectos. Queremos abandonar la cultura de los egos y promover los ecos. Queremos comprometernos con el cuidado de nuestra casa común (llamadas 3 y 5).
¿Qué podemos hacer desde nuestra realidad concreta? Buscar creativamente. Invertir en energías renovables, potenciar un consumo responsable, disminuir o eliminar el uso de plásticos, cuidar el uso que hacemos del agua y la electricidad, acompañar a quienes más necesidad tienen… En muchas partes del Instituto ya se han comenzado a dar pasos en este sentido (iniciativas locales y provinciales, planes regionales o institucionales, colaboración con otras organizaciones y agentes de cambio).
La educación, principal misión de los Maristas de Champagnat, puede convertirse en un instrumento poderoso de transformación de las generaciones actuales y futuras. Podemos ser motores de cambio en medio de nuestras sociedades. Planes de formación y concienciación en nuestras familias, comunidades, y obras educativas. Planes de acción, a todos los niveles, que incluyen pequeñas acciones concretas y estrategias de acción a medio y largo plazo. Planes de defensoría de derechos junto con otros actores y grupos de la sociedad civil.
Esta llamada es a cada uno de nosotros, sin importar la edad, nacionalidad o capacidades, tal y como nos dice el Mensaje del XXII Capítulo General. Individualmente y como Instituto podemos y debemos colaborar para un mundo mejor, para revertir y mitigar el cambio climático y sus consecuencias. Sí, esto implica salir de nuestra zona de confort. Y sí, ello conlleva vivir basados en “una ecología integral”.
El papa Francisco, en su encíclica Laudato Si (25), nos recuerda que “el cambio climático es un problema global con graves dimensiones ambientales, sociales, económicas… y plantea uno de los principales desafíos actuales para la humanidad”. Como Maristas de Champagnat, como cristianos, como seres humanos, individualmente y como institución, queremos aportar nuestra vida y misión en pos de un mundo mejor.
Son muchas las iniciativas que se están implementando. Este es el camino. Concienciación y acción. El clamor de la tierra y el clamor de los pobres no puede esperar.
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H. Ángel Diego García Otaola – Director del Secretariado de Solidaridad