Presentación de los datos estadísticos de los hermanos en el Instituto durante la Conferencia General
Durante la Conferencia General, los hermanos Josep Maria Soteras y Sylvain Ramandimbiarisoa, consejeros generales, presentaron los datos estadísticos sobre los hermanos que han abrazado el carisma de Champagnat. El número máximo de hermanos en el Instituto Marista fue de 9.752, en 1965. Actualmente, el Instituto cuenta con 2.610 hermanos, divididos por regiones: África = 452; América del Sur = 418; Arco Norte = 561; Europa = 739; Oceanía = 269; y Asia = 171.
A continuación, compartimos una reflexión del H. Benê Oliveira, Provincial de Brasil Centro-Sul, sobre la presentación de los números estadísticos.
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Estamos ante un tiempo de éxodo, pero también ante un tiempo de gracia y de fe
La vitalidad y la actualidad de nuestra Familia Global han hecho que la asamblea de la Conferencia General piense, imagine y planifique la Vida Consagrada Marista del presente y del futuro. – ¿Dónde pondremos nuestras energías? – ¿Qué visibilidad tendremos o cómo reanudaremos nuestra presencia entre los niños y jóvenes y cómo los acompañaremos en sus proyectos de vida? – ¿Qué vida y testimonio de los hermanos queremos y podemos promover en el mundo, en la Iglesia? Hay un clamor y una llamada a una nueva manera de ser hermanos, y nuevas y creativas formas de vivir el carisma de Champagnat en estos tiempos, ya sea como hermanos y laicos/as maristas.
Estamos ante un tiempo de éxodo, pero también ante un tiempo de gracia y de fe para seguir enfocando apasionadamente nuestra vida/vocación/misión en el seguimiento de Jesucristo como rostro mariano de la Iglesia, y con gran disposición y actitudes para el cambio, para un nuevo comienzo. El Señor quiere nuestro liderazgo servicial y profético ante la situación actual del mundo y de la Iglesia. El Espíritu nos necesita en el contexto actual para continuar y perpetuar el carisma de San Marcelino, para responder a las necesidades eclesiales y sociales de nuestro tiempo. Somos los Hermanitos de María del corazón de Champagnat, hombres de Dios, más frágiles, de mediana edad (en su mayoría), pero sin miedo de abrazar con confianza la realidad que nos toca vivir hoy.
El mundo, la Iglesia, el Instituto, los niños y los jóvenes necesitan el testimonio de nuestra vida entregada y esforzada, el don de la fraternidad, la alegría de la perseverancia, una mayor unión con Dios en la oración y en la vida cotidiana, una espiritualidad de corazón. El futuro del mundo y de la Iglesia sigue perteneciendo a los niños y jóvenes. ¡Qué vocación tan privilegiada tenemos como hermanos religiosos, laicos y laicas, educadores, líderes maristas, hombres y mujeres, todos llamados a ser maristas de Champagnat para las actuales y nuevas generaciones!
¡Con la misma pasión y entrega a la misión que enardeció la vida cotidiana del santo Fundador, estamos llamados a afrontar hoy el futuro con audacia y esperanza! Permanezcamos firmes en la esperanza y en la certeza de la fe de que Dios camina delante de nosotros; Él nos acompañará hasta el final, así como María, que “hizo todo entre nosotros”.
H. Benê Oliveira, Provincial de Brasil Centro-Sul