
Primeros pasos de consenso sobre la llamada fundamental
?¡Diez días ya de Capítulo y todavía nada!? Así se expresaba alguien, que no forma parte del Capítulo. Las semillas bajo la tierra permanecen ocultas mucho tiempo hasta que despuntan los primeros brotes y se empieza a cambiar el color de los campos. El Capítulo está en periodo de gestación. La Comisión central no subrayaría la opinión de que después de diez días no se ha cosechado nada, pues hoy han anunciado con gozo, que se ha conseguido ya un primer consenso, aunque todavía sobre líneas muy poco definidas. Esta apreciación es como la primera ecografía, tomada a una madre gestante, en la que todavía no se puede definir el sexo de la criatura que va a nacer, pero ya se delimitan los contornos del cuerpo en gestación. La vida avanza en su proceso creador.
El método de reflexión se inició en días anteriores buscando los temas que más preocupan en el Instituto. Hoy se continúa el trabajo tratando de definir el centro de la llamada, que de alguna manera es lo que da unidad a todos los temas y los aglutina. La primera sesión del comienzo de los trabajos no ha podido iniciarse con la compilación sintetizada de los aportes que se hicieron ayer al concluir la jornada. Por esa razón la primera hora de la mañana se ha dedicado a trabajo personal. Mientras la asamblea realizaba este trabajo, los secretarios y la Comisión central han concluido la síntesis de los aportes realizados el día anterior por la tarde.
El sentir de las mesas
Las aportaciones de las mesas se han agrupado en torno a tres referentes en los cuales se han integrado los matices expresados a través de diversas fórmulas: Una primera agrupación se ha realizado en torno a todo lo que significa novedad del corazón. Y estas eran algunas de las expresiones: ?Necesitamos ser signos visibles y recuperar significatividad y profetismo?. ?Hay que enfatizar la dimensión de consagrados por encima del profesionalismo?. ?Necesitamos corazones nuevos para reavivar nuestra identidad: enamorados de Dios, amigos y hermanos de los niños y los jóvenes, construyendo comunidades fraternas sencillas y pobres?.
El segundo referente ha recogido lo que aludía a María y la Iglesia: ?Ir con María de la Visitación, de prisa, a la casa de los niños y jóvenes pobres, hermanos y laicos juntos?. ?Con María de Pentecostés creando el rostro mariano de la Iglesia dado por el Espíritu Santo?. ?María nos enseñará cómo descubrir a Dios encarnado en la gente y en lo cotidiano de cada día?.
Y, el tercero, ha agrupado lo relacionado con la misión, es decir con la presencia que Dios quiere de los maristas en el mundo de hoy. ?Los hermanos no estamos suficientemente presentes entre los jóvenes?. ?Necesitamos hacer presente una nueva espiritualidad apostólica, una nueva forma de misión y a una nueva forma de relacionarnos juntos hermanos, laicos y laicas?. ?Romper las fronteras y descubrir las implicaciones de la internacionalidad de nuestra misión?. ?Crear en nosotros, hermanos y laicos maristas, el corazón misionero de Champagnat?. ?Celebrar nuestra vocación compartida y de esta manera recordar a la Iglesia lo que anhela ser?. ?Expresar una Iglesia-comunión?.
En un segundo momento se ha realizado una relectura de lo que aportaron las mesas ayer para detectar en todas estas aportaciones, incluso las más dispares, el eco de fondo que traen a la asamblea. A través de este ejercicio se ha pretendido conseguir una visión global de por dónde Dios está llevando al Instituto. El proceso metodológico de la mañana concluye con un turno abierto para los que han deseado tomar la palabra.
Trabajos de la tarde
La sesión de la tarde ha comenzado con una hermosa oración mariana, con textos y cantos litánicos, en cuatro idiomas, entresacados de la circular del hermano Seán sobre María. El paso metodológico siguiente ha propuesto unos minutos de tiempo personal para recoger el hilo de lo tratado al final de la mañana. En cada mesa se dialoga para encontrar el consenso sobre la llamada fundamental. El diálogo fluye sereno y tranquilo. En la sala se escucha un murmullo de abejas trabajando. Después de la pausa, toda la asamblea ha escuchado a las mesas para tener una referencia del ritmo del trabajo hecho. En este momento de la tarde, en varias mesas ya se había perfilado una concreción de lo que para ellos es la llamada fundamental. Pero en la mayoría de la asamblea hay todavía insatisfacción con los resultados obtenidos, por lo que se inició la siguiente sesión en busca de consenso.
Primeras aproximaciones a la expresión de la llamada fundamental
Al concluir la jornada los aportes de las mesas sobre cómo expresar la llamada fundamental sonaban así:?Como María peregrina, nos sentimos llamados a ponernos en marcha hacia una nueva tierra. Hermanos, laicas y laicos maristas vayan de prisa, como María de la Visitación, a la casa de los niños y jóvenes pobres, díganles cuanto les ama Jesús y allí arderán sus corazones?. ?Como Abraham y María, hermanos y laicos nos ponemos en camino hacia una nueva tierra animados por el carisma de Champagnat. Con María, profetas de fraternidad para un mundo nuevo?. ?Hermanos y laicos de Champagnat, asidos por el amor de Dios, partamos juntos, con María hacia los niños y jóvenes pobres para ser signos de fraternidad?.
« Hermanos y laicos, inspirados por María y Marcelino, como maristas de Champagnat, estemos presentes entre los niños y jóvenes pobres con un nuevo corazón?. ?Presentes en todo el mundo, con un corazón mariano, estamos llamados, como maristas, a crear nuevos modos de animación, formación, ayuda, organización y renovación de todos aquellos que se sienten atraídos a compartir nuestra misión?. ?Dejarnos convertir el corazón por el Espíritu para reconstruir juntos el nuevo Hermitage?. ?Id de prisa, con Maria, a la nueva tierra que os estoy preparando?.
Al final de la jornada la eucaristía
En la celebración de la eucaristía, los capitulares han presentado ante el Señor los trabajos de toda la jornada y se ha encomendado al Señor la vida y el eterno descanso del papá del hermano Fernando de la Fuente, mártir en el Zaire, que acaba de fallecer. Tres gestos han centrado la liturgia de hoy. Lavarse las manos, como signo de perdón, ungirse unos a otros con perfume al concluir la misa y entonar el canto ?Un corazón nuevo?, compuesto ex profeso, con ocasión de la celebración del Capítulo, por los hermanos Cubeles y Goutagny. La letra y la música se pueden encontrar en la página dedicada al Capítulo.