Proclamado beato un joven de 15 años
En la oración de comunidad en la Casa general, el 18 de octubre, hemos orado con la vida y las palabras de tres beatos maristas mártires: Un antiguo alumno, un colaborador y un profesor. Francisco de Paula Castelló Aleu, que cursó la enseñanza media en el Colegio Montserrat de Lleida entre 1924 y 1930; Julián Aguilar Martín, que trabajó en comunidades maristas viviendo con los hermanos como trabajador empleado y Ramón Emiliano Hortelano Gómez, que ejerció su profesión de maestro y murió siendo compañero de martirio del beato H. Julián José (Nemesio Cabria Andrés). Nuestros laudes de esa mañana orientaban nuestra mirada a estos pioneros de la santidad marista cuando todavía resonaban en Asís los ecos de la fiesta de beatificación de Carlo Acutis, de quince años, de vaqueros y zapatillas, apasionado por la informática, joven “beato millennial”, y “enamorado de la Eucaristía” como lo ha definido el Papa Francisco en el ángelus del domingo.
Carlo ha dejado una estela luminosa de santidad de vida entregada a los demás que ya ha atraído a millares de personas. Los papás Antonia y Andrea, han participado de la fiesta de beatificación felices de haber dejado en libertad a su hijo para seguir el camino que le mostraba Jesús.
Carlo utilizó las redes sociales convencido de que la web era un espacio de diálogo, conocimiento, intercambio, respeto mutuo, para ser utilizado responsablemente, sin convertirse en su esclavo y rechazando el bullying digital. De su iniciativa nació la exposición sobre los milagros eucarísticos. Con mérito propio merece ser proclamado patrón de los que usan la comunicación digital.
Preguntado sobre cuál había sido su camino de fe ha sugerido que la autopista para llegar al cielo es Jesús amigo presente en la Eucaristía, mantener con Jesús una relación personal, íntima, profunda y hacer de la Eucaristía el momento cumbre de la relación con Dios.
En 2006 murió víctima de una leucemia fulminante. La vida de este quinceañero muestra que es posible recorrer el camino de la santidad también para los jóvenes. Un jovenzano de nuestro tiempo, conquistado por Cristo, que emerge como faro potente de santidad en medio de nuestro mundo.
Modelos no nos faltan. Dios sigue poniendo ante nuestros ojos modelos para motivar el camino de nuestra vida. Excelente oportunidad para hablar de ellos y difundir su fama.
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H. Antonio Martínez Estaún, Postulador general