20 de septiembre de 2012 BRASIL

Provincia Brasil Centro-Norte

La Provincia Marista Brasil Centro-Norte realizó, del 3 al 5 de setiembre, en Brazlândia, la X Asamblea de Directores de la Provincia. El evento fue un momento de reflexión “para una educación impregnada de sentido – la gestión del conocimiento a partir de una concepción de educación en una perspectiva emancipadora”, donde los participantes pudieron intercambiar sobre las conquistas, los desafíos y los aprendizajes del camino recorrido en el actual trienio y ofrecer recomendaciones para el próximo.

El H. Wellington de Medeiros, Provincial, en la apertura del evento recordó la identidad de la institución y destacó la misión apostólica de los educadores y administradores educativos. “La intuición fundacional de la institución está marcada por el amor de un corazón insatisfecho con la educación que se ofrecía en la Francia rural de 1817. Marcelino Champagnat, hombre profundamente sensible a lo que sucedía alrededor suyo y, sobre todo, a la vida de los niños y jóvenes, creía que la educación tenía que tener un sentido para ellos, para ellas. Cada Colegio es un bien evangélico y debe dar a conocer a Jesucristo y hacerlo amar”, destacó.

Un nuevo documento orientado a la formación de los directores maristas de las Américas fue presentado por el vice-provincial, H. José Wagner da Cruz, a los hermanos, administradores y colaboradores. El documento, elaborado por una subcomisión que cuenta con la participación de miembros de Brasil, Chile, México y Guatemala, habla sobre la misión de la escuela en el mundo de hoy y el ministerio del director en la actualidad. “El documento nos invita a recordar la Misión Marista, nos lleva a reflexionar sobre lo que somos y sobre lo que se espera de un director”, explicó.

Al final del evento se compartieron las conquistas y los desafíos de cada Unidad Educativa. Se dio a conocer también la Carta de Brazlândia, un documento que ofrece las recomendaciones para los próximos tres años, entre ellas, perpetuar el sueño de Champagnat de educar a los niños, adolescentes y jóvenes dando a conocer a Jesucristo y haciéndolo amar, cumplir las recomendaciones del XXI Capítulo General, cuando dice que es necesario fortalecer el apostolado educativo como lugar de evangelización, y además fortalecer la educación sobre los derechos humanos e investir para mejorar los resultados académicos.

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