Provincia Marista de Canadá
Fue en 1987 cuando los hermanos maristas respondieron a la llamada del Municipio y de la parroquia de Fort Coulonge para animar a los jóvenes de una pequeña comunidad de Outaouais, a unos 60 km al norte de Hull-Gatineau y Ottawa. Muy pronto, los Hermanos se dieron cuenta de que en la región faltaban actividades extracurriculares para los jóvenes e hicieron todo lo posible por lograr un entorno abierto para el deporte y a las actividades al aire libre.
Desde sus inicios modestos, el "Patro" ha crecido a lo largo de los años hasta convertirse en una estructura bien organizada que ofrece diferentes actividades. Entre estas, destaca la colonia de verano para niños desde los seis años hasta la preadolescencia, durante las vacaciones. Y si bien se ofrecen varias actividades – acuáticas y divertidas- en todas las estaciones, es en verano el periodo más intenso.
La coordinación está a cargo de un equipo de jóvenes instructores y monitores que trabajan bajo la supervisión de una oficina de administración que se dedica por completo a esta misión. Durante las otras estaciones, este espacio sigue abierto para acoger a familias (las casas están diseñadas con este propósito) y grupos que llegan para disfrutar de las diferentes actividades que se realizan aquí.
Inundaciones primaverales
La primavera de 2019 ha sido una estación muy difícil para muchas regiones de Quebec, debido a las inundaciones de primavera a causa del derretimiento de la nieve y el desborde de los ríos: y el Patro, ubicado a orillas del río Ottawa, tampoco se salvó… la corriente salió de su cauce, inundó el sitio, y el agua que alcanzó más de un metro de altura, invadió las instalaciones y dañó los equipos de la oficina y del campamento. Gracias a la dedicación y a la participación de los voluntarios locales, los responsables han logrado reorganizar todo el sitio justo a tiempo para dar la bienvenida a los jóvenes y que puedan realizar las actividades de verano sin demasiados inconvenientes.
Laicos maristas
Desde el comienzo de esta obra, los hermanos pudieron contar con el valioso apoyo de un grupo de voluntarios. Y poco a poco, se ha logrado mejorar el área, se ha equipado los espacios para las actividades y la recreación y se han construido las casas individuales para acoger a las familias. Los hermanos han formado una junta directiva y han capacitado – en el transcurso del tiempo – a muchos animadores para que animen a los jóvenes, de manera que este trabajo pueda continuar a futuro, incluso cuando los hermanos pasen definitivamente la antorcha a los laicos.