25 de octubre de 2012 TIMOR ORIENTAL

Reflexión personal de la visita

Regresé a Roma después de haber tenido una apasionante visita a Timor Leste (Provincia de Melbourne) del 25 de septiembre al 2 de octubre pasados, y quisiera compartir algunas  reflexiones personales al respecto. Tuve unas conversaciones muy alentadoras con cuatro de nuestros hermanos, además de otras personas estrechamente relacionadas con nuestra misión allí. Pude conocer a los hermanos en un grupo donde se compartían la visión y las  experiencias propias de Timor Leste. Nuestras conversaciones informales duraron ocho días en total, y fueron muy fructíferas, enriquecedoras e inspiradoras. Los hermanos fueron excelentes anfitriones. Me trataron muy bien, disfruté de su compañía y del tiempo que estuve en Baucau. Los hermanos fueron muy generosos al permitirme participar de muchas experiencias, desde el mismo momento de mi llegada a Dili. Algunas de ellas fueron: la ceremonia para felicitar a una de las hermanas de Loretto, visitas al Catholic Teacher’s College (ICFP), a la Marist Aspirancy House, visitamos también dos proyectos (Oasis y Ponte Leste) fundado por MAPS y apoyado por otras agencias en Australia. Asistí a una cena organizada por la comunidad, para un grupo de estudiantes de Australia que estaban teniendo una experiencia de inmersión en Timor Leste.

Me impresionó la misión de los cuatro hermanos en Baucau, continuación del trabajo de los hermanos, que empezó en el año 2000. La misión actual de los hermanos, tanto en el Teachers’ College como en la casa de formación, da un testimonio claro del arduo trabajo que realizan, con el fin de preparar a los jóvenes para ocupar cargos de liderazgo en Timor Leste. Me alegró conocer a buena parte del personal, a los estudiantes de la universidad, quienes se benefician de los muchos servicios que los hermanos brindan.

Los jóvenes aspirantes para la vida religiosa marista están muy motivados. Pude sentir su entusiasmo por seguir los pasos de Marcelino. Yo creo que el programa de formación necesita mayor asistencia, ya sea por parte de la Provincia o del Instituto. Baucau y, en mi opinión, el país entero parece ser terreno fértil para la promoción vocacional. Creo que valdría la pena invertir nuestros recursos – personales y demás- con el fin de aprovechar las oportunidades que Timor Este le ofrece al Instituto, en este momento especifico de nuestra historia.

Me sorprendió la cantidad de jóvenes en Baucau que desean aprender. Hay muchísimo potencial para la educación y la formación. Me parece un lugar maravilloso para las actividades de la Misión Ad Gentes. Me llenó de esperanzas saber que el 98% de la población es católica y el 52% de ellos son menores de 15 años. Mis breves contactos con un grupo llamado “compañeros de Champagnat”, sugiere que esta es una buena base de ayuda para la promoción vocacional de laicos y maristas de vida religiosa consagrada.

La Solidaridad Marista Asia-Pacifico (MAPS) merece una sincera felicitación por sus esfuerzos para apoyar los varios proyectos que se están desarrollando en Timor Leste. Tengo la sensación de que los fondos han sido muy bien utilizados y con el objetivo de desarrollar los talentos y habilidades de los niños y jóvenes del país.

Dejé Timor Leste cargado de preciosos recuerdos y sentimientos. Los jóvenes de Baucau llenaron mi vida y me entusiasmaron con nuestra misión. La sencillez y generosidad de la gente me invitaron a vivir su estilo de vida. Tanto Timor Este como su gente, me hicieron valorar el sentido de “ir a una tierra nueva” y de vivir una nueva manera de “ser hermanos”. Yo creo que el Instituto tiene un lugar privilegiado en Timor Este, y en llevar a cabo la misión de Marcelino Champagnat, al estilo de María.

Me siento muy agradecido con nuestros hermanos en Baucau por haberme permitido vivir momentos únicos de compartir con la gente del lugar, así fuera por un breve periodo de tiempo. En mi opinión, los hermanos se llevan bien con los miembros de la iglesia local, con miembros de otras congregaciones religiosas y con muchos otros, quienes apoyan su misión de varias maneras. Parece que han tejido una buena red de relaciones para apoyarse unos a otros, como seres humanos, y a la misión. Admiro su espíritu misionero y su vocación de estar completamente presentes allí en Timor Este. Quisiera agradecer al hermano Julian Casey, Provincial de Melbourne y a su Consejo, por el liderazgo y apoyo que brindan a los hermanos allí.

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Michael De Wass, Consejero general

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