28 de octubre de 2022 BRASIL

Regina Biasibetti: 4 años al servicio del proyecto LaValla200> en Siracusa

Regina Biasibetti, conocida como Nina, vivió casi 4 años en la comunidad internacional de Siracusa, del proyecto LaValla200>. Ella es de la Provincia Brasil Sul-Amazônia y llegó a Italia en noviembre de 2018. Tras haber vuelto a Brasil en julio, Regina nos comparte ahora algunos elementos que más marcaron su experiencia.

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A través de breves experiencias de voluntariado local e internacional, sentí el llamado para formar parte de una experiencia más larga, de una misión junto a los más vulnerables. Quería dedicar el 100% de mi tiempo a esto, quería vivir en una comunidad marista y compartir la misión con los demás miembros de esta. Era una inquietud, una llamada que ardía intensamente. Como laica, vi esta posibilidad en el Proyecto Lavalla200>.

La vida en comunidad es uno de los puntos centrales y a esto se le suma la interculturalidad y la internacionalidad. Hermanos y laicos vivimos juntos bajo un mismo techo. Ha sido enriquecedor, se aprende mucho con las personas, con la experiencia de vida, con el punto de vista de cada uno. Otro punto central es la misión, el hacer y el ser. Estar presente junto a las personas necesitadas: migrantes, y muchos otros. Ser un punto de referencia, seguro y sólido. La gente confiaba mucho en nosotros y en nuestro trabajo. Conseguimos construir muchos puentes, ser un faro para tanta gente, manteniendo siempre nuestra sencillez, nuestra forma mariana de ser.

Las palabras claves que marcaron mi experiencia en Italia son: cuidado, apostolado, cultura, presencia, comunión, dignidad y acogida. Las lecciones que destacaría son el respeto por las diferencias, no juzgar las elecciones y opciones de cada persona. Cada corazón lleva un universo, un mar de vivencias, sentimientos, razones.

Los hechos más importantes fueron siempre compartir las historias de vida, lo que llevó a tantas personas a dejar sus hogares, familias, países de origen para migrar, para empezar desde cero en otras tierras. La historia de cada uno es valiosa, rica, sagrada. Para mí, fue muy hermoso y precioso formar parte de una pequeña parte de estos viajes.

Esos años significaron encontrarse con los diferentes rostros de Jesús. Él hablaba otros idiomas, tenía otro tono de piel, venía de lugares pobres y peligrosos, de guerras, de familias numerosas. Luchó mucho para estar en una tierra más segura y próspera, tenía mucha esperanza. Mi tiempo de misión en Siracusa me permitió profundizar el aspecto de la presencia en la vida de las personas, el ESTAR. Fue transformador.

Entre los desafíos que viví durante este período, destacaría:

  • Lenguaje: ser capaz de entender, comprender, hablar, escribir y comunicarse. Las palabras tienen mucho peso y saber expresarse es muy importante, sobre todo porque teníamos que ayudar a otros extranjeros. Dominar el idioma era fundamental.
  • Vivir en comunidad: respetar las diferencias de cultura, opinión y personalidad. Llegar a tomar una decisión comunitaria o de misión – debido a los diferentes puntos de vista, era a veces muy difícil y complicado, requería paciencia, reflexión, discernimiento y equilibrio.
  • Encontrar tu lugar: llegas a tu nuevo hogar, estudias y aprendes el idioma, sabes comunicarte y el siguiente paso es actuar, conocer la realidad, ver posibilidades para ofrecer tus dones o lo que puedes aprender/ mejorar para el apostolado.
  • Soledad: se extraña a los amigos y familiares, el afecto y el cariño. No es un sentimiento constante porque te encuentras con tantas personas que también son presencia, una persona amiga, oídos… pero sin duda, la nostalgia es una compañera de camino.

Tras el camino realizado, me doy cuenta de que prestar atención a lo que dice el corazón es fundamental. Si tienes una inquietud, sientes dentro de ti un deseo muy fuerte de partir, de ayudar, de dar, ¡no te quedes indiferente! ¡Escúchate! Hay mucha gente que necesita ayuda, tantos proyectos, tantos espacios, tantas posibilidades… ¡La cosecha es bastante y somos capaces de muchas cosas!


Si deseas dedicar una parte significativa de tu vida a las comunidades de Lavalla200>, ponte en contacto con tu provincial o escribe a [email protected].

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