
Segunda Asamblea Europea de la Misión Marista
El día de hoy (14 de abril, segundo día de la Asamblea) se dedicó a la profecía, a una profecía que queremos vivir y realizar en comunión. La directriz del día es, de hecho, ser profetas en comunión. La comunión aparece como un tema transversal en todos los días del encuentro. Somos la "Europa marista", queremos pensar, vivir y actuar como familia europea marista. Por esta razón, en las reflexiones y en el compartir de los grupos aparece la idea de redes, de trabajar en red cuando pensamos en la misión marista en Europa.
El día de hoy comienza con la oración de la mañana en el exterior, "una voz del fuego" en torno a una tienda abierta que parece esconder un tesoro. Será el tema de la oración, inspirada en Mateo 13, 44: el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en el campo; quién lo encuentra va, vende to lo que tiene y compra el campo; quiere poseer el tesoro. Una representación simple, da una dimensión marista a esta historia del evangelio: el tesoro escondido en el campo son los Montagne de hoy que deben estar en el corazón de la misión marista, los Montagne que debemos buscar. Por coincidencia vivimos el Año Montagne en el camino que nos lleva al bicentenario. Vivir este año y los años siguientes en el horizonte del tercer centenario marista significa ir al encuentro de los Montagne de hoy. No esperemos a que ellos vengan a nosotros. Y resuena entre nosotros la palabra del Papa Francisco: seamos una "Iglesia en salida". En el fondo es una palabra tan antigua como el Evangelio. Tal vez la hemos olvidado un: "Id por todo el mundo y hacer discípulos…". Es el Señor que nos invita a salir.
El programa de hoy se llevó a cabo en dos fases principales: 1) tratar de ver lo que es y cómo es la juventud europea de hoy; 2) y en segundo lugar descubren los Montagne cuando soñamos la Europa marista en el inicio del tercer centenario de la Congregación. Es el "nuevo comienzo" para Europa a que todos estamos invitados.
El laico marista Ángel Domingo de la Provincia de L’Hermitage ayudó a la Asamblea a descubrir algunos rostros de los jóvenes de hoy en Europa: “Cuando me pidieron para abordar la cuestión sentí una gran responsabilidad. Acabé por descubrir que las situaciones en las que viven los jóvenes europeos son muy variadas. Hay muchas desigualdades y diferencias en varios niveles: el contexto social, económico, cultural y religioso es muy diferente de un país a otro y dentro del mismo país”. Sin embargo, Ángel añade: "Hay varios elementos clave que muestran una base común a los jóvenes de hoy en Europa. Menciono tres:
- En términos generales podemos hablar de apertura a la espiritualidad, aunque este concepto sigue siendo un tanto difuso entre muchos jóvenes;
- Podemos hablar de fragilidad: en la situación de crisis europea, se sienten muy inseguros sobre el futuro, incluso si no han perdido la esperanza;
- Son los jóvenes de la era de la informática, de la comunicación y de la intercomunicación. Esta abundancia de comunicación no significa necesariamente más comunión y más solidaridad entre ellos.
Tratando de bajar a lo concreto hubo momentos para compartir la pregunta tantas veces escuchada en los círculos Maristas: ¿Quiénes son los Montagne de hoy? El intercambio fue amplio, largo y profundo, aunque a veces repetitivo.
Mariliza Krtiicoú, de la Provincia de L'Hermitage, sector Grecia, teniendo en cuenta la situación que el país está atravesando, comparte: "Al regresar a mi país llevo conmigo un sentido de responsabilidad: descubrir los llamamientos diarios proféticas que me desafían para que me convierta en la presencia visible de Dios en medio de mis conciudadanos”. Y de seguida concretiza: "En mi país, sobre todo en Atenas, cada persona se enfrenta a un callejón sin salida; es a menudo un Montagne de quien no descubrimos inmediatamente la fragilidad y la necesidad; los Montagne de hoy no los vemos fácilmente: un estudiante que por pudor esconde su necesidad de afecto; un niño o joven del Centro Social que siempre permanece en silencio”.
Mariliza no cede al desaliento y continúa: "Hoy ya no podemos volver atrás en cuestiones de comunión y corresponsabilidad cuando pensamos en Hermanos y Laicos. Nuevos horizontes están por delante de nosotros. Vamos a proceder con coraje tratando de responder a las nuevas realidades siguiendo a nuestros principios maristas sin temor al rechazo. Persistir y avanzar: esto constituye el ser profético”.
Este mismo entusiasmo es compartido por el hermano Robert Thunus de la Provincia Europa Centro Oeste y miembro de la Comisión Preparatoria de la Asamblea. Él nos confía algunos de sus sentimientos y esperanzas: "Estoy verdaderamente muy contento con el entusiasmo de los participantes cuando se habla de Montagne. Este tema o esta realidad tocan sus corazones. Ya no es posible no avanzar en la búsqueda de nuevos proyectos que respondan a las necesidades de los Montagne de hoy”. Después avanza algunos datos prácticos que son un eco de lo que se oyó en varios grupos:
- A partir de ahora tenemos que aprender a trabajar en red; debemos utilizar los conocimientos de los demás que, como nosotros trabajan con los más necesitados.
- Hay que dar la posibilidad a todos los maristas de Champagnat de tener un contacto directo con los pobres que encontramos, y con quienes trabajamos; debemos formarlos para afrontar estas situaciones y aceptar que se ofrezcan para proyectos más allá de nuestras fronteras.
- Seguir en el camino del bicentenario este año Montagne también significa la capacidad de entusiasmar a nuestra laicos en "Proyectos Montagne" en el tercer centenario. Al hacerlo estamos siendo fieles al proyecto de Champagnat en su encuentro con Montagne. La fidelidad pasa por esta capacidad de descubrir y de ponerse a trabajar con los Montagne de hoy.
- Veo en la Europa Marista de hoy un mayor desarrollo de proyectos sociales, sin olvidar la escuela. En el trabajo social que hacemos con los Montagne de hoy no nos preocupamos solamente con la dimensión social; es también importante no olvidar la dimensión espiritual que estos jóvenes en una forma u otra, nos piden. En este sentido, la mística (que veremos mañana) completa la profecía; y la profecía se alimenta de la mística. Los Maristas de Champagnat están llamados a cultivar este equilibrio entre la mística y la profecía, entre la espiritualidad y la misión.
El día terminó con una oración de gran belleza, mística y simbólica, “en torno al fuego”. El tema era Montagne. La idea y la realidad de Montagne ha dado unidad a todo el día. El tesoro que habíamos descubierto en la mañana, estaba de nuevo allí. A los rostros difusos e imprecisos que estaban allí ante nosotros, en fotografía, dábamos el nombre de algún Montagne conocido nuestro. Y para significar aún nuestro compromiso de modo más profundo con estos Montagne de hoy "ensuciábamos" las manos en trozos de carbón colocados allí para ese propósito. Muchos nos habían dicho en los grupos que hay que subirse las mangas e ir a la lucha, para encontrar los Montagne de hoy. Pueden estar muy cerca de nosotros. Con María, cantando su Magnificat, dábamos la bienvenida y dejábamos nuestro abrazo a los Montagne que desesperadamente nos esperan. Un día muy denso que los participantes en la Asamblea recordarán durante mucho tiempo.