23 de diciembre de 2008 CASA GENERAL

Segunda reunión de los futuros miembros de la comunidad del Hermitage

Los lectores seguramente siguen semana a semana los cambios que se van produciendo en la casa del Hermitage. Hasta ahora hemos contemplado imágenes de deconstrucción, pero ya empezamos a ver las primeras fotografías de lo que serán los nuevos edificios. Como ocurrió en tiempos de san Marcelino, los superiores, al mismo tiempo que remodelan una casa están construyendo la comunidad que animará la vida que se cobije bajo su techo. Para ello, los miembros de la futura comunidad que residirá en el Hermitage se han reunido en Roma del 9 al 13 de diciembre de 2008 por segunda vez. La finalidad de estos encuentros es ir creando una red de relaciones entre los miembros de la futura comunidad para conocerse y para ir asumiendo los roles que desarrollarán cuando comiencen las actividades.

En esta reunión han estado presentes los hermanos Benito Arbués, Jean Pierre Destombes, Miro Reckziegel, Neville Salomon, Allan De Castro y los laicos Annie Girka, María Élida Quiñones, y el matrimonio Ernesto y Norma Spagnoli. La comunidad estará integrada por ocho hermanos y cuatro laicos o laicas. No han podio asistir a esta reunión los hermanos Diogène Musine, por problemas para obtener el visado y el hermano George Palandre que ha tenido que pasar unos días en el hospital para atender problemas de corazón. Queda por nombrar todavía un hermano de la Provincia del Hermitage que completaría el número de doce miembros. Les han acompañado en la reflexión los hermanos Luis García Sobrado, Vicario general, Albert André y Josep Maria Soteras.

Las primeras sesiones han servido para compartir las novedades ocurridas en el Hermitage desde el último encuentro. Lo más significativo ha sido el acto oficial de la bendición de la reconstrucción presidido por el obispo de Saint Etienne acompañado de los arquitectos que dirigen el proyecto y del hermano provincial del Hermitage.

El proyecto que ha de desarrollar esta comunidad recoge tras grandes líneas de acción: El Hermitage quiere ser una casa de acogida, de formación marista y de difusión del crisma y de la espiritualidad marista.

Los participantes han comenzado a compartir sus intuiciones de por dónde tiene que caminar cada uno de los miembros de la comunidad y la propia comunidad para dar respuesta a los retos que se les plantean. A partir de estas intuiciones se ha comenzado a delinear un posible proyecto comunitario que defina el tipo de comunidad que desean construir entre todos. En esta reflexión han contado con el testimonio del matrimonio constituido por Josep Buetas y Mercè Caminal que vivieron durante un año con la comunidad de los hermanos en el Chaco paraguayo.

En el campo de la formación se están perfilando itinerarios personales y comunitarios de formación en el carisma y la misión. Esta propuesta ofrecería a las personas acogidas en la casa del Hermitage la posibilidad de desarrollar una dinámica de crecimiento humano y espiritual realizando un itinerario (ruta Champagnat, los frescos…) para confrontar su propia vida con la de Marcelino. Se ha pensado adaptar el retiro ignaciano de 30 días a la manera marista, proponer un retiro de 10 días a partir del documento Agua de la roca, o bien realizar una experiencia espiritual de un día de duración. El hermano Jaume Parés les compartió la experiencia de acompañamiento de personas que siguen itinerarios espirituales que se está viviendo en Avellanes.

El último día de la reunión se trataron una serie de puntos prácticos. Destacamos particularmente el del aprendizaje intensivo de francés que tres de los laicos y tres de los hermanos seguirán en Francia desde febrero a noviembre del 2009.

El trabajo realizado durante estas jornadas es una aproximación más a las respuestas que desean ofrecer los hermanos y laicos a través del nuevo Hermitage.

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