Sesión de un fin de semana en Peshawar
El 13 y 14 de marzo de 2009 tuvo lugar una sesión sobre la espiritualidad marista para los hermanos que trabajan en el sector Pakistán de la Provincia South Asia. Casi todos los hermanos del sector se encontraron en Peshawar. Decimos ?casi todos? porque a causa de la turbulenta situación política del país no todos los hermanos pudieron viajar a Peshawar. Muchas rutas del país estaban cerradas. Aún así, valió la pena esta breve sesión sobre los contenidos de nuestro más reciente libro de espiritualidad, Agua de la roca. Un hermano compartió esto con el grupo: Ya conocía el libro, porque nos fue distribuido hace algunos meses. Sin embargo, tengo que confesar que Agua de la roca no inspiraba ni mi oración ni mi meditación. Después de esta sesión, me he dado cuenta de que tengo un texto profundamente espiritual, que no puede dejar de enriquecer mi meditación y mi oración, si lo deseo. Soy plenamente conciente de que este libro es un regalo extraordinario que el Instituto nos ha dado, a través de la Comisión que lo ha escrito. Quiero transmitir mis felicitaciones a la Comisión.
Aunque en nuestros colegios estábamos muy ocupados con los exámenes, de todos modos encontramos un poco de tiempo para dar a los profesores del St. John Vianney School la oportunidad de tener un primer contacto con este libro excelente. La disponibilidad del animador también permitió esto. En el grupo del personal docente había varios profesores musulmanes: para un país como Pakistán esto es absolutamente normal.
Considerando los miembros de la asamblea, el animador aprovechó para subrayar que la espiritualidad marista tal como es presentado en Agua de la roca ?encaja? perfectamente bien en el mundo islámico. Los profesores, siguiendo las enseñanzas de los profetas no tendrán ninguna dificultad en poner en práctica al menos algunos elementos fundamentales de la espiritualidad marista. Subrayó cuatro de estos elementos:
1. La espiritualidad marista es una espiritualidad de pasión y compasión; no tenemos que olvidar que todos los surats del santo Corán excepto uno comienzan precisamente con palabras que subrayan la misericordia de Dios: Allah es clemente y misericordioso.
2. La espiritualidad marista subraya, de modo especial, el papel de María en la vida de los maristas: no podría ser de otro modo; sabemos cómo el santo Corán habla sobre María: con un gran respeto presentándola como una mujer excepcional digna de nuestra veneración. Ella es la Virgen por excelencia a quien muchos musulmanes llaman en sus necesidades.
3. La espiritualidad marista, siendo una espiritualidad de compasión, presta especial atención a la solidaridad para con los pobres; sabemos que dar limosna es uno de los cinco pilares fundamentales del Islam. Y la limosna no es nada más que un modo muy concreto de ejercer la solidaridad.
4. La espiritualidad marista es una espiritualidad que subraya muy a menudo el valor de la oración, sea personal (81) como también comunitaria (83); y sabemos cómo el santo Corán presta atención, podríamos decir de modo único y particular, al valor de la oración: de hecho, la oración es uno de los cinco pilares del Islam.
En un país en el que pueden existir muchas fricciones entre cristianos y musulmanes a causa del peso de la historia y de los malentendidos del pasado, la espiritualidad marista aparece como un importante factor de unidad y de comunión.
Los profesores de nuestro colegio entendieron el mensaje y expresaron el deseo de profundizar la espiritualidad marista en el futuro.
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Peshawar, 15 de marzo de 2009
Los sueños implican abandonar las seguridades y arriesgar nuestras vidas
Paul S. Bhatti, FMS
El famoso poeta oriental, Allama Mohammad Iqbal, soñaba con conseguir una nación separada para los musulmanes en el Sur, para que, en su propia tierra, fueran libres de practicar libremente su religión.
Nuestro gran líder, Mohammad Ali Jinna, tuvo un sueño para cumplir el sueño de Iqbal, y luchó por una nación independiente, hoy conocida como Pakistán.
Martín Luther tuvo un sueño, el famoso discurso: ?tuve un sueño.? Era un sueño de justicia, igualdad y fraternidad. Se puede ver que el sueño está siendo realidad en América.
Nelson Mandala soñó con mejorar los derechos y la vida de los negros africanos de África del Sur.
Marcelino Champagnat soñó con de tener maestros que enseñaran a los jóvenes, hombres y mujeres, para ayudarles a conocer cuánto les ama Jesucristo, y a seguir a Jesús como lo hizo María. Tuvo un sueño cuando dijo: ?necesitamos hermanos.?
Estos son unos ejemplos de personas que han tenido sueños. La mayoría de nosotros tenemos nuestros sueños. Luchamos para que se hagan realidad.
En cada ejemplo mencionado, ellos tuvieron un sueño, trabajaron en ello y lo realizaron. ¿La cosa más importante es que tuvieron un sueño. Tenían algo que hacer. No se quedaron en blanco, tenían un plan que llevar a cabo en sus vidas, fuese para ellos o para otros. No importa la razón, todos soñaron con algo.
No hace mucho tiempo que el H. Teófilo Minga nos visitó para presentarnos Agua de la roca. Nos mencionó que el libro no tenía conclusión. Se deja que los lectores tengan sueños y visiones. ¡Una manera excepcional de terminar un libro!
Personalmente me he sentido tocado con la idea de que ese documento no tenga conclusión. Desde entonces, me he dado cuenta de lo importante que es tener sueños, tener visiones en la vida.
He estado reflexionando sobre mi vida como hermano marista, vida marista en Pakistán y en la Provincia de Asia del Sur.
Veo sueños. ¿Cómo vivir el espíritu de Marcelino en la realidad presente de mi país y con mis hermanos de comunidad? ¿Cómo dar sentido a mi vida como religioso, para mí mismo y para otros con quienes estoy en contacto? ¿Cómo hacer para que mis hermanos musulmanes comprendan el valor de nuestra vida de celibato y castidad? ¿Qué nuevas maneras y métodos debo usar para dar con los Montagne de hoy?
Hace unos días, leyendo el último capítulo, me dí cuenta de la lucha y del dolor que he sufrido durante los últimos meses. El Consejo provincial decidió cerrar nuestra casa de formación en Faisalabad, Pakistán. Me pidieron que fuera a Sri Lanka para trabajar en un postulantado común. Por supuesto, no tengo ningún problema en ir a Sri Lanka, sin embargo, desapruebo la idea, o incluso el pensamiento, de cerrar la casa de formación.
Mientras leía el artículo 155 de Agua de la roca, las siguientes palabras me emocionaron: ?? nosotros nos aprestamos a llevar el regalo de la educación y la presencia marista a lugares y situaciones que quizás nos exijan abandonar toda seguridad e incluso arriesgar nuestras vidas.?
Pensaba que nuestra presencia en Faisalabad era más importante que dedicarme a otro apostolado. Sentí que quizás era importante arriesgar y abandonar el lugar. Quizás nuestra presencia no es necesaria en Faisalabad y será más fructífera en otro lugar.
Leyendo un poquito más en el mismo artículo, dice ?nos comprometemos activamente en crear nuevas sendas de diálogo intercultural e interreligioso. De nuevo, me invitaba a pensar en mi nueva responsabilidad de trabajar en un ambiente interreligioso en Sri Lanka, con mis hermanos srilanqueses e indios para el desarrollo, la armonía y la fraternidad de nuestra Provincia de Asia de Sur. Estoy seguro de que el movimiento hacia el postulantado intercultural para la India, Pakistán y Sri Lanka, es un paso adelante para tener visiones y sueños nuevos.
Me siento feliz que el Agua de la roca me haya inspirado a ver las cosas de una manera diferente. Me ha ayudado a aceptar los nuevos retos de la vida, de nuestra vida marista en Pakistán y en mi Provincia. Me ha urgido, una vez más, a tener una nueva visión, a soñar, para que esos sueños se hagan realidad en mi vida.
Agua de la roca me ha ayudado a comprender los desplazamientos de una aldea a otra en el monte Pilat. ¡Ojalá tuviera yo el coraje y la lucidez de recorrer los Pilat de mi vida! Que nosotros, que amamos el carisma de Marcelino Champagnat, humildemente anclados sobre la roca del amor incondicional de Dios, podamos movernos de aldea en aldea,? haciendo que Jesús y María sean conocidos y amados por nuestra presencia educativa.
Leer otros textos del H. Paul Bhatti:
1. ?Todos los momentos pueden ser momentos de gracia para encontrar y conocer a Dios?
2. ??Un momento de gracia para encontrar y conocer a Dios?