Siete días con Marcelino Champagnat
En la última semana de septiembre en “El Hermitage” en Mittagong, cerca de Sídney, un grupo de hermanos australianos participaron en un retiro organizado por el comité de “Hermanos Hoy” de la Provincia, que se llamó “Siete días con Marcelino Champagnat, un retiro para sus hermanos”, que resultó ser una experiencia maravillosa.
El hermano Michael Green, quien dirigió el retiro, se dio a la increíble tarea de imaginarse lo que Marcelino hubiera podido decir a un grupo de hermanos contemporáneos, en un retiro en 2012. El hermano dejó claro, desde el principio, que este no iba a ser un curso de historia del fundador, sino más bien una invitación para sentirnos inspirados y motivados por el tipo de espiritualidad que Marcelino quería fuera el sello de los hermanitos de María. Él hubiera querido que Marcelino, en persona, nos hubiese hablado, hubiese tocado nuestros corazones.
Basándonos en fragmentos de las Escrituras, en textos espirituales que prefería Marcelino, en varias de sus cartas y conferencias, en sus experiencias de vida, en las memorias de muchos de los primeros hermanos, en otros documentos de la época y, especialmente, en las notas personales de los retiros del hermano Francisco, acerca de los retiros que el mismo Marcelino predicó, Michael dio a nuestras intuiciones espirituales de la fundación marista un toque nuevo y cautivador. Invitó a cada uno de nosotros a una espiritualidad que es profundamente cristocéntrica y mística, íntima y afectiva. A esto se le suman las oraciones y liturgias, preparadas en torno a las Escrituras preferidas de Marcelino y, en especial, a las de Juan y Pablo, al igual que a las constituciones. María caminó a nuestro lado durante el retiro.
En pocas palabras, fue una semana memorable: suave y recogida en cuanto al ritmo, pero más bien penetrante y motivadora en su mensaje. Marcelino nos renueva y revitaliza para ser los hermanitos de María hoy.