2 de octubre de 2013 PAKISTáN

Testimonio del Hno. Remigius Fernando

El día 22 de septiembre, en Pesahwar, los Maristas vivieron momentos de terror cuando una bomba explotó en una iglesia cercana a la residencia de los Hermanos. Allí se encuentra una escuela (St. John Vianney Boys High School, Kohati Gate) que acoge a niños pobres, 60% de los cuales son musulmanes. Varias personas relacionadas con esta obra marista se vieron afectadas por el atentado. Hace algunos días publicamos el relato del H. Remigius Fernando sobre este acontecimiento trágico. Hoy publicamos una carta que el H. Remy escribió al Hno. Adolphus Shanthi Liyanage, Provincial de la Provincia de Asia del Sur, explicando cómo fue la reapertura de la escuela de Peshawar, pocos días después del atentado.

______________________

Querido Shanthi,

Hoy reabrimos la escuela después de tres días de luto. Yo estaba muy nervioso y recé en la mañana para que nada fuera a importunar a musulmanes o cristianos. También tuvimos mucho cuidado con la seguridad en la entrada, y empecé a responder a las llamadas telefónicas que buscaban confirmar si la escuela iba a permanecer cerrada.

Los niños musulmanes empezaron a llegar y yo estuve al frente de la oficina para acogerlos con una sonrisa “gigante”. Ellos sabían que les ocultaba algo.

class=imgshadowEl encuentro con algunos profesores llenó mis ojos de lágrimas, y fue en ese momento cuando comprendí que no iba a ser capaz de hablar con los chicos directamente. Cuando la reunión empezó, susurré a algunos de los profesores, incluyendo al profesor de Islamiyat, que dijera algo que calmara y tranquilizara las emociones de los niños. Ellos lo hicieron increíblemente bien, y con sus palabras, fueron más allá de mis expectativas. Los niños vieron que me escondía detrás de los profesores y lloraba.

Esta es una de las cosas más hermosas que un profesor compartió: “Hasta ahora, nosotros, cristianos, pensábamos ser una minoría, pero la experiencia de esta semana nos demuestra que somos mayoría. Después de lo sucedido en el incidente, nuestros hermanos musulmanes nos han ayudado en todo.”

“Después de la explosión, algunos hombres musulmanes que vinieron a ayudarnos, se quitaron sus camisas para cubrir los cuerpos de mujeres heridas que yacían en el suelo.”

Nuestro jardinero dijo: “cuando fuimos a abrir las tumbas en el cementerio público, vimos que los musulmanes ya habían excavado, tenían luces y nos esperaban para compartir una cena sencilla.”

Ese día, algunos padres musulmanes vinieron a la escuela. Vinieron para expresar su dolor y decirnos lo avergonzados que se sentían de lo sucedido. Yo les dije que la religión no tenía nada que ver con esto, sino que era un acto político. A ellos les alegró poder partir con un sentimiento de reconciliación.

Shanti, es por eso que el día fue maravilloso, gracias a Dios, gracias a las oraciones de todos los hermanos. He recibido muchos mensajes de los hermanos, me han llegado hasta en francés. Les he contestado a todos, incluso a los mensajes que nos mandaron de Francia y Bélgica y pude decirles "merci beaucoup!".

Por favor, transmitan nuestras oraciones de gratitud a todos los hermanos.

_________________
H. Remigius Fernando

VOLVER

H. Evaristus Kasambwe...

SIGUIENTE

Por una Educación Socialmente Responsable...