Todo está conectado… Somos familia global
H. Pablo González Franco – Región América Sur
Conferencia General
La segunda semana de nuestra Conferencia General fue marcada por una de las llamadas fuerte del Capítulo General: caminar como familia global.
El mundo actual se nos presenta como un espacio y un tiempo turbulentos, de grandes desafíos y profundas crisis que ponen a prueba la generosidad y creatividad de nuestras respuestas. Sentimos que nos encontramos en la misma barca, que debemos mirarnos, escucharnos y remar en la misma dirección.
Seamos conscientes o no de ello, todo está conectado; lo asumamos o no, todos estamos conectados. Lo nuestro es lo “inter” (interprovincial, internacional, intergeneracional, intercongregacional…). Si todo está conectado, una metáfora potente de nuestra vinculación será la red que tejemos entre todos. Pero para ello es necesario mantener una visión viva e ilusionada, y un espíritu de trabajo en equipo (colaborativo y cooperativo).
La revisión de las estadísticas de número de hermanos y laicos nos provoca sentimientos confrontados. Los números son duros, pero nos instan a no caer en lecturas planas, superficiales y des-animantes de la realidad que nos toca vivir, sino a mirar más allá y mirar el mundo “como Dios lo mira”: mantener la ilusión en la vocación, introducir siempre lo cualitativo (calidad de nuestra respuesta al Señor y al mundo), privilegiar el desarrollo (y no solo el crecimiento) y renovar el ardor en suscitar y cuidar las vocaciones.
Queremos escuchar, entender, proponer y avanzar, pues lo nuestro no es el reposo sino el camino (“el camino es siempre mejor que la posada”). Las tres últimas llamadas del Capítulo General utilizan los verbos construir, caminar y responder.
El recuerdo de nuestras causas nos invita no solo mirar hacia la santidad de los que nos precedieron (Francisco, Basilio, Lycarión…) sino a caminar hacia allá, transformándonos en personas abiertas a la acción de Dios, y dando respuesta (con la oferta de nuestra vida) de acuerdo con nuestro tiempo y contexto.
Queremos re-pensarnos, pensarnos de otra manera: ver hacia dónde caminamos y a qué vamos a poner atención, cómo vamos a promover la vida… En ese sentido, los hermanos que nos precedieron no son tanto modelos que hay copiar sino fuente de inspiración, siempre actual, para nuestro caminar hoy como familia global.