10 de octubre de 2014 AUSTRALIA

Un año en Cambodia para recordar

Desde su graduación en la Universidad en 1985, Tony McDonnell ha tenido una larga conexión con los hermanos maristas como profesor en el Marist College North Shore, Australia. En junio del año pasado Tony hizo sus maletas para trabajar durante doce meses como voluntario en Cambodia, en LaValla School, centro para niños con discapacidades. A su regreso, Tony presentó la reflexión de su experiencia en Solidaridad marista de Australia (MSol). Este es un extracto de sus reflexiones.

 

¿Cómo comenzó tu vinculación con los Maristas?

No fue por un deseo de enseñar en una escuela marista. Necesitaba un trabajo cuando me gradué y, como católico, enseñar en una escuela católica era mi prioridad. Me eduqué con los Hermanos de las Escuelas Cristianas y mi única conexión con lo "Marista" se producía en el campo de deportes mientras estaba estudiando en la escuela. Cuando anunciaron que había una plaza libre en el Marist College North Shore hice la solicitud porque, en primer lugar, era un trabajo y, en segundo lugar, se trataba de una escuela católica. El título marista no significa tanto para mí como la escuela católica.

 

¿Cuánto tiempo has estado como profesor en el Marist College North Shore?

Desde el momento que acabo de decir. He enseñado (diversas materias) en Marist North Shore desde 1985.

 

¿Cuál ha sido tu experiencia como profesor en el colegio marista North Shore?

¡Una experiencia abrumadoramente positiva! Obviamente, uno tiene experiencias variadas pero, pero enseñar aquí durante tantos años indica que algo ha cuajado en mí muy rápidamente. Creo que es que lo que la escuela valora son cosas que yo valoro en mi vida. Eso se manifiesta de muchas maneras. La escuela está situada en un lugar socio-económico privilegiado – la baja North Shore de Sydney – lo que implica para mí, que tenemos que garantizar constantemente que somos fieles al carisma de Champagnat. El mismo perfil socio-económico significa que muchos de los conceptos que presentamos a los chicos a diario son valores culturales. El valor de "otros enfoques" es probablemente el mejor ejemplo que veo. La presencia de un programa de solidaridad muy activo y el desarrollo de nuestro programa de inmersión han dado forma a muchas de nuestras experiencias diarias – nuestro énfasis en "el otro". En esta escuela la solidaridad no es algo añadido – está en el corazón de nuestra identidad. Es una de las formas en que veo que somos auténticamente maristas. 

Hay muchas otras maneras de ver que mis valores personales compaginan con los valores maristas.

 

¿Cuál ha sido tu participación en Cambodia antes de ser voluntario en LaValla?

He sido muy afortunado al haber participado en nuestro programa de inmersión desde su creación en 2004. Antes de mis 12 meses en Cambodia había viajado allí con 10 grupos de inmersión. También había pasado tres meses viviendo en la comunidad LaValla en 2012, durante un largo periodo de permiso de trabajo. Esos 3 meses provocaron un deseo de involucrarme más con la organización y reforzaron el lugar que LaValla y la solidaridad Marista con Cambodia ocupaban en mi vida.

 

¿Qué te hizo querer dejar todo atrás para volver por un año?

Desde mi primera visita a Cambodia tenía un gran deseo de pasar un tiempo superior a las dos semanas con la comunidad LaValla. Realmente no sé de dónde vino ese deseo. Los 12 meses que estuve parecían simplemente significar "destinado a quedarte”. Una serie de circunstancias me posibilitó dejar la clase e irme a Cambodia durante todo el año. Siempre que creía que algo me iba a impedir realizar el viaje, una solución se presentaba por sí misma. 

Después de estar allí durante tres meses, me animé a explorar lo que la experiencia realmente significaba para mí. Este discernimiento me llevó a sentir que realmente no había experimentado toda la vida de Cambodia y lo que podía ofrecerme. Terminó precisamente cuando yo empezaba a entender lo que la vida significa para una persona discapacitada de Khmer.

 

¿Cómo es un día normal en la escuela LaValla?

No sé si llamaría día normal a cualquier día en Cambodia. Ciertamente existe una rutina – una de las mayores alegrías era el ritmo de vida. Estaba muy ocupado, pero muy ocupado con cosas "importantes" – no las cosas burocráticas que parece que nos distraen tanto en los ambientes actuales de educación en Australia.

Casi todos los días empezamos a las 6:30 con nuestra oración comunitaria (con el H. Terry, el H. Tony y algún otro visitante a la comunidad) y continuamos con el desayuno con todos los que viven allí. Algunas mañanas me gustaba unirme/dirigir la clase de ejercicio de las 7.30 de los alumnos. Mi enseñanza en las clases empezaba a las 8.00 am. Solidaridad marista de Cambodia abarca mucho más que la simple LaValla. Yo vivía en LaValla y allí realizaba la mayor parte de mi trabajo, pero también he trabajado diariamente en el programa residencial Villa Maria-post-LaValla para estudiantes de grado superior con discapacidades. Debido a la falta de profesores y de instalaciones educativas, la jornada escolar se divide en dos – esto significaba que en Takhmao los grados 9, 11 y 12 iban a la escuela por la mañana y los grados 7, 8 y 10 asistían por las tardes. Yo enseñaba inglés cada mañana a los estudiantes de grado 7, 8 y 10.

Al mediodía, todos en el complejo escolar LaValla almorzaban juntos. Después del almuerzo, mi jornada generalmente se desarrollaba enseñando inglés/música en LaValla o ayudando en uno de los muchos pequeños proyectos que estaban en marcha. Cuando terminaba la jornada escolar, a las 4.00 pm llegaba el momento de la práctica de música. Después de la cena los estudiantes tenían una hora de supervisión de las tareas y terminaba el día a las 8.00 pm deseando “buenas noches” a los alumnos camino de la cama.

 

¿Qué te motivó mientras estabas en LaValla School?

Los días estaban muy ocupados, pero la energía siempre parecía estar centrada en las áreas de mayor necesidad. El entusiasmo y las ganas de aprender de los estudiantes hacían que el trabajo resultase más fácil y gratificante. Mirando a los niños… ¿cómo podría decir "estoy demasiado cansado para enseñarte a tocar el tambor" si un niño con un brazo ortopédico te lo está pidiendo con los palillos en la mano? … Los niños de la escuela son muy especiales y ciertamente proporcionan motivación.

 

Con relación a la vida marista, ¿qué similitudes y diferencias has visto entre el Marist College North Shore y la escuela LaValla?

Siempre he creído que el Marist North Shore tiene un magnífico espíritu marista. Sé que lo tiene (y me lo demostró el maravilloso recibimiento que me hicieron cuando regresé a la escuela) pero hay algo más auténtico y real en el espíritu marista de LaValla. En ambos lugares la importancia de la relación es primordial. Tal vez debido a la cultura Khmer o tal vez porque el profesorado de LaValla está compuesto por discapacitados, pero lo cierto es que la relación que los profesores tienen con los estudiantes en LaValla es maravillosa. Tienen un conocimiento muy personal de cada estudiante y en su trabajo son muy accesibles y están a plena disposición de los estudiantes. Conocen la importancia de su papel en la vida de una persona discapacitada en Cambodia y lo aceptan.

 

¿Cuáles fueron los mayores desafíos que tuviste que enfrentar?

Creo que la mayoría de los problemas estaban relacionados con mi vida en un país desarrollado y en ambientes "culturales" más que en los específicamente relacionados con la solidaridad Marista Cambodia. Durante mis 12 meses en Cambodia experimenté presiones políticas importantes y acontecimientos que tuve que afrontar para poder entender – particularmente que la vida humana, con frecuencia, parece no tener ningún valor. Creo que una vez que te has dado cuenta de que no puedes cambiar las instituciones del estado, lo que haces es concentrar tu energía en el trabajo con la gente. No hace que desaparezca la sensación de tristeza y frustración con los acontecimientos de "gran escala".

El otro reto para mí era el idioma – yo no soy una persona dada a la lingüística. Aunque mi lenguaje Khmer iba mejorando durante los 12 meses, era frustrante ver que mi limitado conocimiento del lenguaje me impedía conocer más a fondo la gente de LaValla.

 

¿Por qué has elegido la fotografía que acompaña este artículo?

 class=imgshadowComo entusiasta fotógrafo aficionado, tenía miles de fotos para incluir con este artículo. He decidido incluir una foto de Dara. Dara tiene parálisis cerebral. Probablemente es la persona más discapacitada en LaValla. Debido a su discapacidad, Dara está en educación especial, lo que significa que no recibe clases formales de inglés. Pero Dara es muy brillante y ha aprendido un buen inglés en su relación con toda la gente de habla inglesa que visita LaValla.

A pesar de su discapacidad, Dara es una de las personas más felices que he conocido y su emoción al saludarme cada mañana me proporcionaba buen control de las realidades de la vida y de cada día.

 

¿Qué diría a los maestros que están considerando ser voluntarios en el extranjero por un período de tiempo?

Animo a todos ellos para que piensen que el voluntariado es como una invitación a que analicen esa llamada. Estoy más convencido que nunca de que el voluntariado no es para todos. Conocí a un par de voluntarios en Cambodia que fueron dejando que las frustraciones del trabajo en un país en desarrollo minaran su experiencia. Pero, si hay un deseo persistente de ser voluntario – no se debe ignorar. También creo que, posiblemente, el término "voluntario" no expresa completamente la experiencia que he vivido – prefiero hablar de mi tiempo en Cambodia como de una inmersión personal. ¿Por qué? Bueno, creo que en lugar de ir para hacer cosas buenas (lo que de por sí solo ya es importante), la inmersión personal es un viaje donde te tomas tiempo para pararte, pensar, reflexionar y escuchar – algo mucho más fácil de conseguir en Cambodia que en el "desorden" de la vida cotidiana en Sydney.

VOLVER

Provincia de Europa Centro Oeste...

SIGUIENTE

Provincia de Australia...