
Un corazón y una misión
El día 8 de septiembre de 2006 quedará marcado para siempre en la historia de la Provincia Marista de Brasil Centro-Sur. Ese día se tuvo la Asamblea Provincial de la Misión Marista en preparación para la Asamblea Internacional. Resultado de seis meses de camino local, que contó con la adhesión voluntaria de 1.199 hermanos y seglares, distribuidos en 105 grupos de reflexión. La Asamblea fue un momento de encuentro, participación y celebración, que congregó casi a 800 personas venidas de los Colegios, Unidades sociales, Hospitales, Medios de Comunicación, Editora y Universidad.
El teatro de la Pontificia Universidad Católica del Paraná se quedó pequeño para recibir tanta energía y entusiasmo de todos los corazones maristas allí presentes. Si los objetivos eran el de celebrar la caminata realizada por los diversos grupos de la AIMM en sus Unidades y contemplar el bello mosaico de la diversidad de personas, servicios y formas de vivir el carisma, podemos afirmar que se alcanzaron plenamente. En cada gesto y en cada mirada todos manifestaban el deseo de sentirse cada vez más parte de la gran ?tienda? marista.
Tres momentos merecen destacarse en ese día. Primeramente las presentaciones culturales y artísticas que emocionaron a todos los participantes y mostraron cómo el arte es una de las formas vivas de expresar el carisma. Otro momento fue la reflexión acerca de las identidades maristas en perspectiva. Hermanos y seglares, en igualdad de condiciones, pensando en la misión y la identidad marista en Brasil y en la Provincia. Y el tercero fue la síntesis final del proceso realizado en las Unidades. Entre conquistas, desafíos y sentimientos, se puso de relieve la riqueza de las discusiones realizadas y la voluntad conjunta de poder contribuir a la misión.
El día terminó con una bonita celebración eucarística, presidida peor el Arzobispo del Santuario de la Aparecida del Norte y ex-alumno y novicio marista, Don Raymundo Damasceno. En la homilía destacó el oficiante la importancia de los Hermanos maristas para la educación en el Brasil y la relevancia, para el Instituto y para la Iglesia, de ese proceso de revitalización a partir de la AIMM.
Un corazón y una misión. Ése fue el espíritu vivido en cada grupo local y también durante el día de la Asamblea provincial. Tenemos mucho trabajo por delante y ciertamente muchos desafíos, pero ahora con la seguridad de que estamos caminando juntos. En la Provincia el proceso continúa, con vistas ya a la preparación de la Asamblea de Mendes, en 2007.