
Una escuela marista que atiende a los hijos de los refugiados
En estos momentos hay miles de niños refugiados sin escolarizar en Johannesburg, ya que se les ha negado el acceso a los centros públicos. Legalmente estos niños tienen derecho a la educación en Sudáfrica. Sin embargo, la situación dista aún de ser ideal, y lamentablemente no se garantiza la igualdad de oportunidades a todos los hijos de refugiados, sobre todo a los que carecen de recursos y tratan de entrar en escuelas públicas poco apoyadas económicamente. La imposibilidad de pagar la módica cuota escolar y los problemas del idioma son las grandes barreras que les impiden el acceso.
Con el deseo de colaborar y de dar respuesta a la llamada del obispo metodista Paul Verryn en ayuda de estos niños en la zona de Yeoville, Berea y Hillbrow, el Colegio marista del Sagrado Corazón, de Observatory (Johannesburg), organizó un comité de voluntarios contando con representantes de la Junta de comunidades de refugiados, la propia dirección del colegio y otros cooperantes externos, a fin de atender a esos niños no escolarizados. El comité tomó la decisión de comenzar con una escuela de tarde, en las instalaciones del centro, para impartir clases de primaria. Los niños asistirán a esas clases hasta que tengan acceso a una escuela pública. Se trata, por tanto, de una medida provisional para paliar el problema.
Fines y objetivos
– Educación primaria provisional (edad 5-12 años) para 150 hijos de refugiados que no han podido inscribirse en una escuela pública.
– Oferta de empleo para profesores.
– Acompañamiento y formación de los profesores.
– Inmunización de los niños y sus familias (a través de los servicios de salud).
– Educación en destrezas para los padres.
– Acciones ante el Departamento de educación para que acepten a los niños en la escuela una vez que están preparados.
– Proporcionar una comida diaria a los niños.
– Proporcionar uniforme escolar a los niños.
– Búsqueda de medios para poder ofrecer transporte escolar.
El modelo
Se ha adoptado un modelo de escolarización que se ha implantado también en los colegios maristas de Brasil, consistente en el uso de las aulas y otros recursos escolares que quedan infrautilizadas en las tardes, cuando han terminado las clases ordinarias del centro. Este programa se puso en marcha a principios del año 2008.