5 de septiembre de 2024 HAITí

Una nación en crisis – Los niños se llevan la peor parte de la violencia y el desplazamiento

Haití se enfrenta a una crisis humanitaria sin precedentes. Desde la escalada de violencia del 29 de febrero 2023, bandas armadas han tomado el control de amplias zonas del país, incluidas zonas significativas de la capital, Puerto Príncipe. El resultado ha sido catastrófico: más de 600.000 personas se encuentran ahora desplazadas internamente, de las cuales más de la mitad son niños. La violencia ha provocado un aumento espectacular del número de niños desplazados: sólo desde marzo ha aumentado un 60%, lo que equivale a un niño desplazado cada minuto. Este aumento pone de manifiesto la necesidad urgente de ayuda humanitaria, ya que estos niños corren un mayor riesgo de sufrir violencia, agresiones sexuales, explotación y abusos. También se enfrentan a la dificultad de acceso a servicios esenciales como la atención sanitaria, el agua potable y la educación. Tras los recientes ataques, el gobierno haitiano declaró el estado de emergencia e impuso un toque de queda para ayudar a las fuerzas de seguridad, desbordadas, a recuperar el control. A pesar de estas medidas, la situación sigue siendo inestable, con bandas responsables de miles de asesinatos y secuestros sólo en 2023.

Con el 90% de la población viviendo en la pobreza, la reciente ola de violencia ha desestabilizado aún más una nación ya de por sí vulnerable. El asesinato del presidente Jovenel Moïse el 7 de julio de 2021 marcó el comienzo de una era en que las bandas están tomando cada vez más  poder. En la actualidad, estas bandas controlan hasta el 80% de Puerto Príncipe, contribuyendo a crear un ambiente de miedo e inseguridad.

El sistema sanitario, ya bajo presión, se enfrenta ahora a mayores retos, ya que la estación de lluvias amenaza con exacerbar la propagación de enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera. Se han registrado más de 84.000 casos sospechosos de cólera, y el deterioro de las condiciones en los campamentos y asentamientos temporales aumenta el riesgo de nuevos brotes.

Ayuda marista

En respuesta a la crisis, varias organizaciones y congregaciones humanitarias, incluidos los Hermanos Maristas, han iniciado intervenciones de emergencia. Sus esfuerzos se centran en proporcionar ayuda inmediata a las familias más afectadas mediante la distribución de artículos de primera necesidad, como canastas de alimentos básicos, agua potable y kits de higiene. Estas intervenciones pretenden apoyar la recuperación de la comunidad y ayudar a las familias a reanudar una vida normal en medio del caos.

Las conversaciones con la población local revelan dificultades extremas para obtener una alimentación adecuada, y muchos niños y familias buscan ayuda diaria para el sustento básico. A pesar de los esfuerzos anteriores, la gravedad de la situación requiere una intervención continua. Esta es la razón por la que FMSI y los Hermanos Maristas están llevando a cabo proyectos para proporcionar ayuda urgente a 1.300 beneficiarios. Esto incluye la distribución de suministros esenciales, la documentación del proceso de distribución y la elaboración de informes transparentes sobre el uso de los fondos. El objetivo principal es ofrecer ayuda inmediata al tiempo que se fomenta la esperanza de que mejoren las condiciones.

La difícil situación de los niños de Haití subraya la urgente necesidad de apoyo e intervención internacional. Los esfuerzos en curso de la FMSI, los Hermanos Maristas y otras organizaciones que trabajan en la zona son fundamentales para proporcionar ayuda inmediata y recuperación a largo plazo para los más vulnerables. Sin embargo, un cambio sostenible requiere un esfuerzo concertado para abordar las causas profundas de la inestabilidad de Haití y garantizar que los niños puedan crecer en un entorno seguro y sano. La comunidad internacional debe actuar con decisión para proporcionar los recursos y el apoyo necesarios para aliviar esta crisis humanitaria. No es justo que los niños de Haití paguen con sus vidas y su futuro una crisis creada por los adultos.

Incidencia a nivel internacional

A la luz de la crisis actual, el Instituto de los Hermanos Maristas insta a todos los actores implicados de la sociedad haitiana a salvaguardar a los estudiantes, los educadores, los padres y la infraestructura educativa, en consonancia con la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN). Es imperativo preservar la educación en todas sus formas, garantizando que las escuelas sigan siendo entornos sanos y seguros donde los estudiantes puedan prosperar. Los profesores, como figuras fundamentales del sistema educativo, deben ser protegidos por todas las partes.

La FMSI, junto con el Secretariado de Solidaridad-Cmi, reitera la urgencia de promulgar medidas para proteger a los niños y sus derechos. Hacemos un llamado a la comunidad internacional para que aumente su apoyo y financiación para atender las necesidades inmediatas de los niños desplazados e invierta en soluciones a largo plazo que promuevan la estabilidad y el desarrollo en Haití. Además, existe una necesidad apremiante de promoción a nivel internacional para movilizar recursos e influir en las políticas que dan prioridad al bienestar y la protección de los niños haitianos.

Reforzando las alianzas con organizaciones internacionales y abogando por la protección y los derechos de los niños en crisis, podemos trabajar por un futuro en el que todos los niños de Haití tengan la oportunidad de vivir seguros, recibir una educación de calidad y crecer con la esperanza de un mañana mejor.

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