23 de diciembre de 2014 CUBA

Una visita esperanzadora

 Cuatro han sido los superiores generales que han visitado las comunidades de los Hermanos Maristas en Cuba, los Hermanos Estratonique, Leónida, Seán  y Emili. Cada visita ha respondido a un momento histórico con diferentes circunstancias del Instituto y los Hermanos en Cuba.

Nuestro querido H. Emili Turú nos visitó del 7 al 14 de diciembre. Para los Hermanos de La Habana y Cienfuegos sentimos que ha sido una bendición, llena de alegría esperanzadora. A su llegada fue recibido por los Hermanos en el aeropuerto José Martí para viajar de inmediato hasta la ciudad de Cienfuegos. Al día siguiente tuvo la oportunidad de participar en la festividad de la Inmaculada Concepción, fiesta patronal de nuestra diócesis donde los Hermanos ofrecemos nuestros servicios. Compartió con los agentes de pastoral y nuestro obispo, Mons. Domingo Oropesa durante la cena, Eucaristía y procesión al rededor del parque José Martí. Visitó algunos sitios de interés de la ciudad de Cienfuegos y compartió con los niños y jóvenes nuestro centro juvenil marista.

En la ciudad de La Habana, el H. Emili tuvo oportunidad de estar en los centros donde los Hermanos ofrecen su servicio pastoral, saludar al cardenal Jaime Ortega y visitar lugares significativos de ciudad. En otro momento de su agenda se encontró con la coordinadora de asuntos religiosos del partido comunista de Cuba.

Seguramente que el H. Emili podrá comunicar su experiencia de lo vivido en Cuba pero, para nosotros, lo más importante, lo más significativo, fue el haber compartido nuestra vida y misión con nuestro superior general de manera sencilla y fraterna, donde el encuentro personal, la vida cotidiana y las largas sobremesas nos hicieron beber y alimentarnos del espíritu de Champagnat.

Lo vivido con el H. Emili culminó con un encuentro intercomunitario celebrado en La Habana, en la parroquia de Jesús, María y José el sábado 13 de diciembre donde pudimos tener de primera mano noticias frescas del Instituto como un espacio privilegiado de comunión con nuestra congregación. Por la tarde, participamos en la Eucaristía donde nuestro H. Mario renovó sus votos como Hermanito de María.

Gracias, H. Emili por la oportunidad de compartir la vida con tus Hermanos de Cuba, gracias por dedicarnos una larga semana de tu apretada agenda. Tu presencia entre nosotros nos anima a seguir sirviendo a nuestra iglesia cubana desde la mística y ascética, gratuidad y eficacia, profecía y sabiduría, la utopía y germinalidad. Sí, que lo poco, pequeño e insignificante nos inspire a seguir con el delantal bien puesto al estilo de Champagnat y tantos Hermanos nuestros que nos han precedido en la fe en la Perla del Caribe.

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H. Héctor Avalos

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