Viernes 15 de septiembre
El 15 de septiembre, los participantes del Capítulo General se dedicaron especialmente a la exploración de la realidad, un paso esencial antes de cualquier intento de pensar qué hacer.
Comenzando con la oración
Como todos los días al comienzo de la mañana y de la tarde, la oración ha sido preparada creativamente por el equipo de apoyo dedicado a la liturgia y animación: Alexandra Morales y los Hermanos Tony Leon, Anselmo Kim, Fabrício Alves y Agapito. Son quince minutos, por la mañana y por la tarde, que ayudan al grupo a rezar y contemplar el misterio de Dios en la propia vida, sentando las bases para que la reflexión sea una contemplación de la voluntad de Dios en relación con el carisma de Champagnat.
Un poco de silencio
En los últimos dos días, el grupo ha vivido intensamente dos experiencias: la visita a los centros sociales en Medellín y el encuentro con los jóvenes. Se propuso una hora de silencio y meditación como medio de unir las impresiones vividas con el proceso del Capítulo, pensando, principalmente, cómo marcaron el corazón de cada quién, estos encuentros.
Proceso-U
El facilitador, Matthieu Daum, trabajó casi todo el día explicando este proceso dinámico para ser usado durante el capítulo. En una organización cambiante, siempre hay problemas que necesitan ser resueltos. La tendencia de hoy es llegar soluciones, casi siempre fruto de interpretaciones personales o respuestas individuales. Para que las decisiones sean estables,
este proceso sugiere un cambio en nuestra forma de pensar y de ver, proponiendo una manera metodológica de lograrlo.
A veces, cuando nos preguntamos "lo que Dios quiere que hagamos", la tendencia es responder inmediatamente, con impresiones individuales que pueden conducir a decisiones precipitadas, con poco fundamento.
La dinámica del “Proceso-U” supone tres momentos, haciendo el camino sugerido por la letra "U": Sentir, hacer presencia, realizar.
· En primer lugar es necesario sentir la realidad (sentir), ver lo que nos rodea, cómo es lo que existe a nuestro alrededor.
· Hacer presencia en el ecosistema, es decir, percibir lo que sucede, cómo las personas se ven afectadas por lo que sucede, abrir el corazón a lo esencial y, por lo tanto, no perder el contacto con la realidad. También es necesario analizar lo que hemos estado haciendo, cuál es nuestra identidad como grupo, lo que hay que eliminar.
· Finalmente, es necesario realizar, teniendo en cuenta las necesidades, los recursos existentes y adoptar un procedimiento que cree un nuevo modelo para la realidad emergente.
Propuesta metodológica del Capítulo
La propuesta hecha al Capítulo es que durante las dos primeras semanas los participantes descubran la realidad. Ahora están descubriendo la realidad en general: lo nuevo, lo que nos rodea… La próxima semana tratarán de sentir el cuerpo institucional, para ver lo que está sucediendo dentro del Instituto. De la conciencia que surja de este proceso, será más fácil establecer la dirección para el futuro. Entonces será posible trabajar sobre temas concretos de la vida cotidiana marista, como las constituciones y la regla de la vida, el proyecto de nuevos modelos, los laicos, qué tipo de gobierno adoptar, etc. Al tener una visión clara, aparecen los llamamientos.
Pensando 10 años adelante
Para ayudar a tomar conciencia de la realidad, se plantearon algunas preguntas al grupo, poniendo las bases de la capacidad del Instituto para adaptarse a un mundo cambiante:
1. ¿Qué va a existir en 10 años que no existen ahora?
2. ¿Qué existe ahora y existirá en 10 años?
3. ¿Qué existe hoy que no existirá en 10 años?
4. ¿Qué necesitamos para encontrar más información?
Para trazar esta visión, el facilitador invitó al grupo a explorar ocho tendencias: economía, política, salud, educación, ambiente, religión y espiritualidad, demografía y comunicación.
Sintetizando tendencias
Cada capitular podía elegir una de las tendencias antes mencionadas para profundizar la reflexión. Toda la tarde se trabajó en estos nuevos grupos, por temas de interés. Se les dio la tarea de presentar la visión de estas tendencias con un elemento simbólico y con una reflexión en “power-point”. Mientras una parte del grupo trabajaba la presentación, otros recibieron materiales desechables, basura, para crear un símbolo que describiera su visión de la tendencia en profundidad. Los símbolos creados se colocaron en la parte posterior de la sala junto con los naranjos plantados hace unos días y permanecerán allí como un elemento de reflexión continua. En cambio, las presentaciones se utilizarán en la sesión plenaria de mañana.
Reunión en fraternidades al término del día
La última actividad del día fue la reunión en fraternidades. Los capitulares, además de las mesas de trabajo, se dividieron en 16 fraternidades. Éstas no se emplean para trabajo. Son, más bien, un espacio para que cada persona comparta con los otros Hermanos e invitados lo que le está sucediendo a nivel personal.
Hno. Marcelo De Brito
El H. Marcelo se encargó de dirigir la implementación de los sistemas de traducción y video del Salón Capitular. Estuvo presente durante la primera semana del Capítulo, el momento más crítico en que podían surgir problemas. El jueves regresó a su provincia Cruz del Sur. El hermano Emili, en nombre de todos los miembros del Capítulo, agradeció su compromiso y dedicación.