2019-08-07 COLOMBIA

Fabio de Jesús Urrea Hernández

Hno. Felipe Samuel –  9 Dic 1930 – 18 Sept 2014

Ayer 18 de Septiembre de 2014, en la Clínica Susana López de Popayán, ha partido a la casa del Padre, quien en vida fue el Hno. Fabio Urrea Hernández (Felipe Samuel), de la comunidad de Popayán. Falleció a causa de repentinas complicaciones de salud, a los 83 años 9 meses de edad, y 65 años de vida religiosa marista.

Hoy, viernes 19 SUS RESTOS están siendo velados en la Funeraria Jardines de Paz de Popayán, cra. 9ª. 8N-55, T. 8202151; a las 4 pm. serán trasladados al Colegio Champagnat para una Eucaristía a las 5 pm; después serán llevados a la Ciudad de Armenia (Quindío) a la Funeraria Los Olivos, cra. 14 No. 11-64, T. 67412180; las Exequias se llevarán a cabo en la Iglesia de San Francisco a la 1 pm. del día sábado 20 de septiembre.

Hacemos llegar nuestro sentido pésame a sus hermanos de la Familia Urrea Hernández: Aristóbulo, Libia, Hernán, Gilma, Ofelia, y Cecilia. Armenia, Cra. 18 No. 14-36 T. 7453490.

Actividades apostólicas

Nació el 9 de diciembre de 1930 en Neira – Caldas. Ingresó al aspirantado el 17 de septiembre de 1942 en Popayán, realizó su primera Profesión en Yanaconas el 15 de agosto de 1947, el Escolásticado en Yanaconas 1949 y la profesión perpetua en Yanaconas el 15 de agosto de 1954.

Su actividad apostólica la realizó en: Yanaconas Escolásticado, Colegio Champagnat Popayán, Primaria Colegio San Luis Gonzaga, Escolásticado Popayán, Colegio Champagnat Bogotá, Juniorado San José, Noviciado en Medellín, Casa Provincial, Escolásticado Bogotá, Manizales Postulantado, Colegio San José, Instituto Champagnat Pasto, y las obras maristas de Popayán.

Fue rector del Colegio Champagnat de Popayán, trabajó varios años en las casas de formación y consejero provincial.

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Hno. Hernán Gómez – Secretario Provincial


 El Hermano Fabio

Por EDUARDO CAMARGO SUÁREZ
Fraternidad marista Hermano Ángelo
Popayán, Septiembre 20 de 2014

Este “El” no es despectivo, no. Es el determinante de un nombre propio de especial significación e  inmenso aprecio: un hermano marista aquilatado en los mejores crisoles de la espiritualidad de Marcelino Champagnat, donde él se hizo santo en compañía de incontables hermanos, entre ellos el Hermano Fabio Urrea, en cuya amable persona se fueron perfilando las virtudes del carisma Champagnat del más genuino valor.

Una honda pena y un profundo pesar me embargan por su muerte, consciente  eso sí, de no tergiversar lo que significó la vida del Hermano Fabio. Acompañé a sus hermanos de comunidad mientras  estuvieron a su lado en el repentino y grave deterioro de su salud, anhelantes de que los médicos quisieran manifestarse más diligentes en la atención de nuestro querido enfermo. Pero no es el caso hablar sobre cómo en Colombia administran la salud algunas EPS. Mientras tres hermanos, una profesora y la enfermera del colegio, lloraban el inesperado desenlace, yo me uní a su cuerpo caliente pero ya cadáver, para orar, llorar y meditar uno minutos en el misterio de la muerte que tenía entre mis manos.  La pena es grande, pero la paz y sosiego que percibo son efecto de la virtud del Hermano Fabio, en quien se hizo realidad “que ser Hermano Marista es comprometerse a hacerse santo”.

Las crónicas de los hermanos ya empiezan a reseñar la trayectoria del Hermano Fabio, él que por sobre todo nunca quiso figurar ni llamar la atención, porque gustaba de la sencillez en su más simple sentido, que es vivir como en Nazaret, por lo que los verdaderos discípulos de Jesús aprendieron su bondad y humildad de corazón, a semejanza de la Virgen María, de san José y el padre Champagnat, y de cuantos, dóciles al Espíritu de Jesús, viven el Evangelio y trabajan en anunciar el amor de Dios a los hombres.

Ahora me obsesiona el recuerdo del Hermano Fabio, uno de mis mejores formadores durante tres años de escolasticado, cuyas enseñanzas las recuerdo para ver cómo han orientado mi vida, que a pesar de mis infidelidades, la vocación que recibí de niño es hoy la misma como laico marista, pues Dios es siempre el mismo, él siempre es fiel, nos ama y nos perdona, por lo que quiero pensar que, con absoluta modestia, como san Pablo, «por la gracia de Dios, soy lo que soy, y la gracia de Dios no ha sido estéril en mí». A esta confianza me anima mi amistad con el Hermano Fabio, ahora que ha partido para la casa del Padre.

La velación del cadáver del Hermano Fabio y la misa celebrada en el colegio Champagnat de Popayán, han sido ocasión para oír muchos testimonios sobre su personalidad, su desempeño a lo largo de años de servicio en la misión marista en las ciudades donde trabajó, pero sobre todo las cualidades que adornaron su persona, con una sonrisa permanente de bondad que ponía de manifiesto las virtudes cristianas practicadas según el carisma de la espiritualidad marista.

Quienes hacernos parte de la Fraternidad marista Hermano Ángelo tuvimos el privilegio de contar con su asesoría y ejemplo claro de cómo ser discípulos de Jesús y de Marcelino Champagnat. Nos era evidente que alrededor de su persona era muy fácil crear comunidad, con el espíritu de familia que reinaba en La Valla y en L´Hermitage. Su incansable y discreta actividad nos anima a renovarnos cada día y estar dispuestos a hacer cosas propias de la misión de educar a niños y jóvenes y buscar vocaciones para la vida marista. Nuestra tristeza la participamos a la Buena Madre y le pedimos el gozo eterno del Cielo para el Hermano Fabio, y que él interceda por todo lo que significa la vida marista de la familia Champagnat.

 

Querido Hno. Hernán Gómez, Secretario Provincial.

Cordial y fraterno saludo.

Me he quedo muy sorprendido al leer la noticia del casi repentino fallecimiento del h. Fabio de Jesús Urrea.

Su recuerdo me suscitado muchos “himnos interiores” de gratitud. Intercambié conversaciones, ideas y sueños… con él en variadas ocasiones. Fuimos amigos de fe compartida y desde mi admiración por él. Algo sé de sus momentos de prueba pero mucho más de sus momentos de paciencia, alabanza, esperanza y constancia “en el buen camino”. Un caminar siempre hacia Cristo con la humildad del discípulo fiel y confiado.

Su alma y su vida ha sido un regalo para todos nosotros.

Especialmente un “regalo mariano”.

  • Hombre de servicio discreto y  eficaz.
  • Persona cercana para escuchar y compartir.
  • Supo cuidar detalles de vida para complacer  a los HH.
  • Supo dar generosamente y con sencillez
  • Su amor a la Congregación lo explicita en servir a los HH.
  • Su alma profundamente mariana irradiaba fe y fidelidad.
  • Fue un apóstol de convicción, de fe, de devoción e incansable. 

   Louis Armstrong con su ronca voz cantaba en un blue: La vida es un camino de sorpresas. La vida es un camino de esperanzas. La vida es EL camino de un SI profundo. La vida es para los demás… (Siren voices , Nueva Orleans, 1956 – “Cantos de Sirena”) ¿No podría ser también  un canto para el querido Hermano Fabio Urrea.…?

Recuerdo imperecedero y paz en su tumba.

Le ruego que transmita mi condolencia a los Superiores, a la querida Comunidad de Popayán y a su familia.

Fabio, “Fabito” amigo, te fuiste a la CASA… Yo sé que allí te habrás “amañado bien”… Ya estabas muy entrenado a estar con “Ellos ”… Pero no nos olvides. Mientras peregrinamos te seguimos necesitando.

CUM MATER IN GLORIA SIT.

H Ramón Benseny

Les Avellanes, 19 de septiembre de 2014

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