2019-08-07 MEXICO

Ignacio González González

Nuestro H. Nacho  fue llamado a la casa del Padre  el día 27 de Octubre a la edad de 90 años.

Vio la primera luz un día  30 de Octubre del año 1923  en Tepatitlán, Jal.,  en el seno de una familia cristiana. La fe recibida de sus padres Saturnino y Josefina hicieron posible que dos de sus hijos,  abrazaran la Vida religiosa.  Aunado a las raíces cristianas de su hogar, los años que como escolar vivó en  el Colegio Morelos y el ejemplo de sus maestros,  favorecieron sin duda alguna, su anhelo por ingresar a la  Congregación de los Hermanitos de María, creciendo cada vez su amor por el  Instituto.

D. Nacho, como lo llamábamos cariñosamente, fue un hombre alegre, trabajador y tenaz en las tareas que se le encomendaban o  bien en aquéllas que él mismo se apropiaba por bien de la comunidad. Su amor a la naturaleza lo llevó a  sembrar árboles  y cuidar de las plantas que con afán se daba en cultivar, y brindar con ello el ornato de jardines, característico en los lugares donde estuvo.
A la edad de 14 años deja su casa para partir  al sur de Francia y realizar en  Espirá de L’Agly su Juniorado, Postulantado y Noviciado.  Las dificultades y carencias materiales propias del momento, además de la lejanía de los suyos,  no menguaron su deseo por entregarse y consagrar su vida, dándose en emitir sus Primeros Votos en la pequeña población de Pontós, el 2 de Agosto de 1942. Consagración que ratifica años después con la Profesión Perpetua ya en nuestra Patria un 15 de agosto de 1947 en Tlalpan, D.F.

Su apostolado lo inicia como profesor de grupo en el entonces Colegio Cervantes Primaria, después en  el Internado México, en el Instituto Valladolid, Colegio Colón de Ocotlán, y Colegio de Mexicali.  Al ver en él cualidades para la dirección, lo vemos como director en el Colegio Hidalgo de Cocula, en el Colegio de Los Mochis hasta en  dos ocasiones,  en el Cervantes Costa Rica y en la Secundaria del Cervantes Bosque tocándole el traslado de la sección, de Pérez Verdía a  Jardines del Bosque.

Desde 1989 a 1995 ejerce  también las funciones de ecónomo comunitario, primero  en la comunidad de la Casa provincial de Loma Bonita velando por la manutención de sus moradores, buscando como buen alteño el ‘ahorro’ en las distintas compras. Después  en la Editorial Progreso se encarga igualmente de la economía por tres años, llevando puntualmente las cuentas.  

Así, no obstante este tiempo  fuera de los colegios,  acepta de los superiores el encargo de tomar la Coordinación  de la Secundaria de Aguascalientes en 1997, la cual   separada del edificio del Bachillerato  para ocupar el propio recién construido, requería ir creando la estructura escolar de modo armónico  y garantizar un buen funcionamiento de la nueva Institución.

Allí su trabajo fue admirable con el apoyo de profesores encariñados con  la Obra, a quienes supo ganarse  por su trato afable, e  ir poniendo bases disciplinario-pedagógicas, y que  como último responsable, le reconocieron su tenacidad por dar  lo mejor de sí,  además  de su apertura  a sugerencias.  

Como buen hijo de obediencia, de 2001 a 2006  se le pide ser superior de la Casa Champagnat  en Morelia, a pesar de haber dicho a los superiores que “ya no quería ser director de nada”.
Es a partir de 2010 que pasa dos  años en su  natal  Tepatitlán en modo activo donde no obstante  sus fuerzas ya mermadas, se hace presente en los salones para ayudar  a los niños que mostraban atraso en algunas materias y  dar algunas clases catecismo a los niños de primaria. Poco a poco  su salud física va disminuyendo , debiendo venir a Guadalajara y ser hospitalizado  para pasar luego a la  Casa Champagnat y recibir la atención necesaria.  Esta situación  lo llevo a decidir    ya  quedarse, lo que no le impidió  perder la relación  con sus ex-alumnos de Guadalajara haciéndose presente a las reuniones, las que esperaba y  acudía de manera entusiasta dando alegría y regresando  también él  muy renovado con sus hermanos de comunidad.
En los actos comunitarios de la Casa Champagnat se le veía alegre y platicador con quienes le visitaban, asiduo a los momentos de oración, pasando ratos en la capilla.  

La edad  en D. Nacho no fue escollo  por adentrarse al mundo tecnológico  aprovechándolo para continuar  los contactos con amigos  y parientes. Es así   que viéndose aún más enfermo,  el 18 de Octubre escribe  para despedirse: “Queridos amigos, parientes y conocidos, les agradezco que me han acompañado en mi enfermedad. Deseo que Dios los colme de Bendiciones. A nadie quise hacerle algún mal, si alguien sintió ofensa mía fue involuntaria. No me olviden en sus oraciones y más en este momento que me encuentro muy delicado de salud”.

Sus últimos días los pasa ya en su cuarto, siendo continua la presencia del personal. Tuvo momentos críticos, otros vividos con lucidez pero siempre con el sufrimiento el que además de ofrecerlo por cuantos pedían por él como lo llegó a decir la víspera de su partida, lo mantuvo muy unido a Dios, seguramente en espera del abrazo del buen Padre.

Los que convivimos con él  alguna etapa de su vida, nos quedamos con el recuerdo de un hombre creativo, inquieto y muy fraterno,  guardando en nuestro corazón la gratitud por su amistad y su fidelidad hasta el final de su vida. Que ahora que se encuentra  junto a Jesús, María y  Marcelino  interceda por los que seguimos peregrinando hacia la casa del Padre.

¡ Descanse en Paz nuestro querido H. Nacho

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Redactó:
H.  Esteban González L.

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