2022-09-01 SPAIN

Ramón Mª Bereicua Basauri

El Hermano Provincial de la Provincia Marista Ibérica, la Comunidad de Santa María de Lardero y sus familiares tienen el sentimiento de participarles que nuestro Hermano Ramón Mª Bereicua Basauri ha fallecido en Lardero, el día 1 de septiembre de 2022, a los 90 años de edad y 74 de vida religiosa.

El H. Ramón nació en Placencia de las Armas (Guipúzcoa), el 1 de noviembre de 1931. Ingresó en el juniorado de Anzuola (Guipúzcoa), en 1944. Hizo la Primera Profesión en Anzuola el 3 de noviembre de 1947 y la Profesión perpetua en Tudella (Sri Lanka), el 19 de noviembre de 1952.

Destinos: Perteneció a la provincia de Poughkeepsie desde 1959 a 2003. De 2003 a 2007 a la provincia de United States of America. Y de 2007 a 2019 a la provincia de East Asia.
Desde 1973 a 2018 estuvo en la comunidad de Kobe (Japón) y en 2018 llegó a la provincia Ibérica, comunidad de Santa María de Lardero. Quedó incorporado oficialmente a la provincia Ibérica el 1 de marzo de 2019.

 

APUNTE AUTOBIOGRÁFICO DEL H. RAMÓN BEREICUA, ENVIADO POR EL H. YOHAN, SUPERIOR DE KOBE EL 2 DE SEPTIEMBRE DE 2022

Redactado en inglés original por el H. Ramón

Nacido en el País Vasco de España, el Hermano Ramón era el más joven de los cuatro hijos en el seno de una familia de católicos fervientes. Ramón estaba muy orgulloso de su tierra natal, Placencia de las Armas-Soraluze, localidad rica en historia y leyendas, y centro de un notable desarrollo industrial durante siglos. En sus años infantiles, estudió en la escuela que los Hermanos Maristas dirigían en el pueblo, y se sintió fuertemente atraído por el estilo de vida de sus maestros y la misión que realizaban. Entre sus parientes había varios sacerdotes diocesanos y religiosos, pero él se sintió llamado por Dios a la hermosa y única vocación de hermano educador.

Ingresó en la congregación de los Hermanos Maristas en Anzuola (Guipúzcoa) y en sus años de formación quedó fascinado por la labor de los misioneros en Asia. Esto se debía también a que había varios hijos del pueblo de Placencia trabajando en las misiones de Japón y China, y sus actividades eran bien conocidas por sus paisanos. En 1951, Ramón ya estaba en Sri Lanka, a sus 19 años. Pronto se enamoró de la belleza de aquella tierra y de sus gentes, e incluso aprendió la lengua local, el cingalés. En 1959 tuvo que salir del país, a causa de la delicada situación política, y viajó a Japón, donde se estableció, y desarrolló su labor educativa en Kobe y en Kumamoto por espacio de más de cincuenta años. Son miles los alumnos que fueron tocados por su legado inolvidable. Era bien conocido por todos su gusto por la música y los idiomas.

Ramón amaba Japón. Le hacía feliz la idiosincrasia de la gente japonesa y su cultura fascinante. Reunió una notable colección de libros y textos de temática japonesa en su biblioteca personal. Contaba con muchos amigos en los círculos católicos, religiosos y educativos. Ellos le recordarán como un buen Hermano Marista que continuará intercediendo por ellos desde

NACÍ PARA MORIR … Y MUERO PARA VIVIR

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Hno. Ramón

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