Capítulo América Central: sesión de inauguración
CRÓNICA – SESIÓN DE INAUGURACIÓN DEL CAPÍTULO (12 de junio de 2021)
Este día, 12 de junio, con una sesión virtual, ha dado inicio el XVI Capítulo de la Provincia de América Central. A los 36 Hermanos y Laicos participantes en el Capítulo se les han sumado algo más de un centenar de Maristas de Champagnat desde diferentes rincones de Centro América y el Caribe: Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Puerto Rico y Cuba.
Esta sesión tenía como objetivo recibir al h. Hipólito Pérez como Provincial y presentar el itinerario y la dinámica que llevará el Capítulo en su desarrollo hasta el 24 de junio, día de su conclusión.
La sesión ha iniciado con una invocación al Espíritu Santo sobre los Hermanos y Laicos que participarán en el Capítulo y luego se presentó un video del h. Ernesto Sánchez, S.G., quien ha enviado un saludo para toda la Provincia y en la que agradecía al h. Hipólito su disponibilidad para continuar en la misión que nuevamente le ha sido encomendada. El h. Ernesto se refirió a la actual situación de pandemia que sigue afectando al mundo y preguntaba cómo podemos encontrar a Dios en esta situación para ser hacerlo presente en este momento de nuestra historia. Para lograr esto ha invitado a los Capitulares a renunciar a posturas personales y a los propios temores, acogiendo las limitaciones y fragilidades para intentar conectar con la mirada y el querer de Dios para afrontar las tareas del Capítulo. Haciendo eco de su reciente mensaje por el día de San Marcelino, el h. Ernesto ha invitado también a hacer propia la mirada del Fundador, y procurar “ver más allá”, particularmente, su mirada solidaria a las situaciones de pobreza y marginación.
Seguidamente, el h. Daniel Martin dio lectura a la carta del Superior General nombrando al h. Hipólito Pérez por un nuevo trienio. Hipólito inicia así un cuarto período como Provincial en América Central, pues ya asumió este servicio de animación durante los períodos 2008-2010, 2011-2013 y 2018-2020. Este último, extendido hasta la fecha por razones de la pandemia que obligó a retrasar la realización del Capítulo hasta ahora.
Como respuesta, el h. Hipólito dirigió un mensaje a todos los presentes, agradeciendo de modo particular a los que han compartido más cercanamente la tarea de animación provincial y reafirmando su compromiso al servicio de la Provincia. Inició haciendo eco de las palabras del Papa Francisco sobre la esperanza: “La esperanza sorprende y abre horizonte. Nos hace soñar lo inimaginable y lo realiza”. El h. Hipólito invitó a los capitulares a hacer el ejercicio de discernimiento que pide el Capítulo para “renovar la esperanza”, mediante tres actitudes: vivir el presente, buscar el Todo, y poner a Dios antes que el “Yo”. Finalmente, comparó al Capítulo con la parábola de la semilla del Evangelio de Marcos, recordando que el Reino ya está entre nosotros, y lo que nos corresponde es dejar espacio para que se haga presente y tangible, como lo hizo María. Se refirió también a la ya cercana celebración del Centenario de la presencia Marista en tierras centroamericanas que invita a todos a abrazar el presente con pasión y abrazar el futuro con esperanza. Finalmente, hizo un llamado a que la situación de los niños, niñas y adolescentes estuviera muy presente en las decisiones que emanen del XVI Capítulo Provincial.
Como último punto, el h. Rodrigo Cuesta habló de las etapas que se seguirán en esta oportunidad para desarrollar los trabajos Capitulares: La Asamblea Capitular, el Capítulo Provincial y la posterior Planificación Estratégica. Explicó también la dinámica de los “diálogos apreciativos” que ayudará al diálogo y la reflexión de los participantes en la búsqueda de consensos y toma de decisiones.
Finalmente, el h. Rodrigo Cuesta agradeció a todas las personas que se habían conectado a la sesión para acompañar el inicio de los trabajos capitulares e invitó a todos a la clausura, el día 24 de junio.
En el espacio final para las despedidas se desbordó de fraternidad y agradecimiento por el encuentro. Seguimos encomendando a la Buena Madre el desarrollo de los trabajos capitulares para “renovar la Esperanza”.