2005-11-10

La tormenta Stan – Boletín informativo de la Provincia de América Central (FUNDAMAR) – Novembre 2005 (n. 9)

1. La solidaridad de los pequeños
Dos niños vendedores se acercaron a uno de los centros de acopio abiertos en los días más difíciles de la emergencia nacional. Vendían plataninas (trocitos muy delgados de plátano frito). Había mucha gente y un movimiento frenético. Ajenos a la situación se acercaron a un señor y le preguntaron: ¿Qué es lo que reparten aquí?. Él contestó: No estamos repartiendo nada, al contrario, estamos recibiendo lo que las personas quieran dar para enviar a las familias que están sufriendo por las lluvias. Los niños se alejaron… Pasado un rato, el señor vio venir de nuevo a los dos niños, que volvieron a acercársele. Con una sonrisa, uno de ellos extendió la mano y le dijo Esto también es para ellos. Y le entregó algunos quetzales que habían conseguido al vender sus plataninas.
Gestos hermosos de solidaridad como éste, vivido por un locutor de radio en la ciudad de Guatemala, nos han iluminado constantemente en este tiempo de calamidad. Han sido gestos numerosos: pequeños y grandes, oficiales y no gubernamentales, nacionales e internacionales y eso estimula nuestra esperanza y nos dispone a la acción que todavía queda por delante.
Agradecemos enormemente sus oraciones, las muestras de apoyo recibidas y la colaboración efectiva enviada por varias Provincias Maristas y por muchas personas e instituciones amigas. El aporte que podremos hacer entre todos quizá sea pequeño ante la magnitud de los daños causados, pero seguramente es un aporte necesario, incluso imperioso, que no podemos dejar de ofrecer so pena de traicionar nuestra propia identidad humana y cristiana.
Seguimos sintiéndonos solidarios con poblaciones afectadas en otras partes del mundo por lluvias y terremotos. Nuestro esfuerzo por levantarnos nos une a sus propios esfuerzos de reconstrucción, que sentimos igualmente nuestros.

2. STAN: Recuento final preliminar de daños
Con casi 800 muertos, cientos de desaparecidos y unos 500 mil damnificados, Centroamérica vive una vez más un desastre regional.
En Guatemala los efectos de Stan superan los daños causados en 1998 por el huracán Mitch. El Gobierno decretó durante 30 días la situación de Estado de Calamidad Pública. Los datos actualizados ofrecidos por CONRED con fecha 25 de Octubre, indican un total de: 669 muertos, 844 desparecidos, 475 mil damnificados, 26 mil viviendas afectadas y 1 mil 158 comunidades afectadas. Al menos 1 mil 400 kilómetros de carretera y más de 5 mil de caminos se han visto afectados así como 17 puentes en diferentes departamentos del país. Un informe oficial del Ministerio de Educación presentado señala que 740 escuelas quedaron dañadas, 32 destruidas y 99 mil 600 niños son los afectados.
Se calculan 700 millones de dólares de perdidas en la infraestructura y producción del país. Las estimaciones para reconstruir el país sobrepasan los 2 mil 400 millones de Quetzales (310 millones de dólares). Entre los proyectos de reconstrucción para ejecutarse en los próximos tres meses está el de 9 mil albergues de transición que serán construidos para alojar temporalmente a las familias que perdieron sus viviendas.
En El Salvador las fuentes oficiales señalaban el 26 de Octubre un saldo de 69 muertos y más de 72 mil personas desplazadas las cuales tuvieron que ser reubicadas en diferentes albergues. Los departamentos más afectados han sido el de San Salvador, La Libertad, Santa Ana y Sonsonate. Las lluvias torrenciales causaron daños en numerosas viviendas, centros administrativos, escuelas, hospitales y carreteras. Se estima que el país requiere de al menos $229.5 millones para iniciar la reconstrucción de la infraestructura productiva y de servicios dañada por Stan y por la erupción del volcán Ilamatepec. Las carteras más impactadas por los desastres naturales son, según el Gobierno, Obras Públicas, que requiere de $119.7 millones; Vivienda, que necesita $30 millones; y el agro, que precisa de $40.6 millones.
Por su parte Nicaragua y Costa Rica fueron los países menos afectados en lo que se refiere a victimas mortales, no obstante miles de personas se vieron perjudicadas. En Nicaragua según los últimos datos ofrecidos por SINAPRED el 14 de Octubre son 3 los muertos, 6182 las personas afectadas, 1368 las familias, 945 las casas anegadas y 16 las destruidas. En este país la reconstrucción de viviendas y de la red nacional de carreteras ascendería a unos 205 millones de dólares.
En Costa Rica, la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencia en su informe de situación del 13 de Octubre no reporta ninguna victima o desaparecido. Por su parte el número de personas movilizadas asciende a 1235.
A la destrucción del huracán Stan hay que añadirle los daños causados por las lluvias tropicales originadas en esta última semana por otro huracán Beta. Si bien sus efectos han sido más leves en Guatemala y El Salvador no así en la costa oriental de Nicaragua, donde según el último recuento de daños realizado por el Centro de Operaciones de Desastres (CODE) el número de afectados es de 5 mil 763. No se conocen víctimas mortales. Por su parte la cantidad de viviendas destruidas es de 61 y 445 casas semidestruidas. Según la prensa local 40 comunidades indígenas continúan inundadas. Algunos cálculos muestran que la reconstrucción costará por lo menos 231 millones de córdobas. Se espera la llegada de 300 mil dólares por parte del gobierno español y 100 mil enviados por las autoridades de los Estados Unidos.
Una vez más el huracán Stan mostró que existen 2 Centroaméricas, la de los pobres y la de los ricos, la de la ciudad y la del área rural, la del centro y la de la periferia.

3. Planes de reconstrucción: Luces y sombras (el caso de Guatemala)
Ha pasado ya la novedad mediática del desastre en Centroamérica después del paso de la tormenta Stan y, aunque luego hemos sido atemorizados por Wilma y por Beta, las cosas vuelven temporalmente a su curso normal, que ya no podrá ser igualmente normal. Luego de la emergencia primera, los países continúan con las respuestas de mitigación de los efectos del desastre pero también se preguntan cómo dar respuestas duraderas para evitar daños similares en el futuro. Con la fragilidad de las democracias centroamericanas, esta es una pregunta crucial que quizá no tenga respuesta inmediata.
En Guatemala el gobierno ha visto desbordada su capacidad organizativa y administrativa ante lo ocurrido. Con todo, lanzó desde el 26 de octubre pasado un plan de reconstrucción que ahora encuentra reticencias por parte de las bancadas de oposición y aún está en fase de discusión en el Congreso. Además, la aprobación del plan es una carrera contra el tiempo porque de él depende una serie de ajustes al Presupuesto General de la Nación para el año fiscal 2006 que, por normativa nacional, debería estar aprobado antes de que finalice este mes. No es extraño que estas situaciones de calamidad, una vez pasada la emergencia más inmediata, sean susceptibles de politizarse; pero esperamos que la presencia y las exigencias de la ayuda internacional permitan que no se postergue absurdamente la atención adecuada a las víctimas.
El Plan de Reconstrucción se propone dentro de una ley marco que contiene la atención a las cinco áreas prioritarias que detectó el Comité de Reconstrucción, las cuales son infraestructura vial, reconstrucción del tejido social, gestión de riesgos, reactivación de la economía local y vivienda, y reubicación de comunidades devastadas. El costo que la ministra de Finanzas, María Antonieta de Bonilla, estimó para el programa de reconstrucción es de Q2 mil 500 millones, de los cuales Q1,000 millones se obtendrán de reorientaciones del presupuesto 2005, Q600 millones provienen del proyecto de presupuesto 2006 y el financiamiento de los Q900 millones restantes aún no tienen fuente de financiamiento.

4. Coordinación con SED y BIS
En un esfuerzo de compartir inquietudes, aunar iniciativas e impulsar acciones con otras instituciones del Mundo Marista hemos estado en comunicación cercana con el Secretariado Internacional de Solidaridad (BIS) de nuestra Casa General en Roma y con la ONGD Marista española Solidaridad, Educación, Desarrollo (SED).
SED se ha puesto en acción desde el primer momento del desastre y, luego de colaborar en la emergencia primera, decidió impulsar una iniciativa tendiente a apoyar los esfuerzos posteriores de reconstrucción en las zonas afectadas. Esta iniciativa ha sido llamada SED Reconstrucción Centroamérica, y para ello ha abierto una cuenta bancaria que permita la colaboración de amigos y amigas en aquel país. El número de cuenta es: 0075-0125-40-0601154771 (Banco Popular Español) y el titular: SED Reconstrucción Centroamérica.
Agradecemos este enorme apoyo de SED, que es un apoyo generado desde muchísimas personas: Junta Directiva, socias y socios, voluntarias y voluntarios y personas amigas.
Puede verse la convocatoria y algunos detalles de la iniciativa en el sitio de SED: http://www.sed-ongd.org/reconstruccion.htm.

5. Informe de ayudas recibidas y donadas
La canalización de fondos de ayuda para personas y comunidades afectadas por las lluvias asociadas a la tormenta Stan se realiza en nuestra Provincia Marista a través de la Fundación Marista. Desde los primeros momentos de la emergencia recibimos ofrecimientos de ayuda de diversa índole, pero especialmente económica. Y las distintas comunidades de la Provincia que estaban cerca de las zonas afectadas actuaron de la manera más inmediata posible.
Ante las numerosas (y no siempre adecuadamente coordinadas) iniciativas de acciones de emergencia la Fundación Marista decidió esperar para hacer su aporte en una segunda fase, la cual ha sido llamada de reconstrucción, tanto en Guatemala como en El Salvador. En primer lugar a través de la ayuda directa a comunidades donde los maristas hacen presencia y luego, a través de alianzas con otros sectores eclesiales. En Guatemala se aunarán esfuerzos de manera especial con la Conferencia de Religiosas y Religiosos de Guatemala (CONFREGUA). También se ha entrado en contacto en Guatemala con la CONRED (Coordinadora para la Reducción de Desastres) y con otras organizaciones enlazadas con ella.
Hasta la fecha, sin incluir todas las contribuciones que han ingresado en las cuentas bancarias de SED y sin incluir todos los aportes recibidos en Centroamérica, tenemos registradas donaciones por un total de 92,500.00 USD de los que se hará un informe detallado cuando se tenga definido el plan de ejecución de esos fondos.
Esta cantidad (que revela los aportes mayores de 2 mil dólares) ha sido alcanzada gracias al aporte de las siguientes entidades maristas, a las cuales agradecemos profundamente su solidaridad: Colegio Marista de Alajuela (Costa Rica), SED (Solidaridad, Educación, Desarrollo), Provincia Marista de América Central, Provincia Marista de Canadá, Colegio Marista de Guaynabo (Puerto Rico), Provincia Marista Ibérica, Provincia Marista Compostela.
De este total sólo ha sido entregado hasta el momento, en forma de ayudas en la fase de emergencia, un total de 10,600.00 USD de la siguiente forma: Materiales de construcción para familias de la zona de Talnique y Ateos, El Salvador (2,000.00 USD); gestión de albergue, ayuda monetaria a familias y ayuda alimentaria a comunidades en Coatepeque, Guatemala (8,600.00 USD).

6. Historias de solidaridad: Maristas de Coatepeque (Guatemala)
De unas comunicaciones del Hermano Alfredo Lobato entresacamos algunos párrafos para compartir la experiencia de servicio vivida por la comunidad educativa marista del Liceo Coatepeque:

En el Liceo Coatepeque tuvimos un albergue con 250 personas. La mayoría eran niños. Incluso tuvimos bebés de menos de un mes, y a dos señoras las llevamos al hospital para dar a luz.
Entre los albergados tuvimos una niña de 7 años que necesitaba urgentemente una diálisis, que cada semana realizaba en Guatemala. Una doctora, madre de un alumno liceísta, se ofreció para llevarla a su clínica y facilitarle la diálisis, como así se hizo.
La gente tuvo que dormir en cartones, pues no teníamos colchones. Les dimos sábanas, frazadas, camisetas, pantalones o faldas… Les dimos balones de fútbol y baloncesto. También dispusieron de TV y videos… Los niños y jóvenes estuvieron muy bien, como dijeron ellos mismos; mejor que en sus casas, pues nuestro espacio es bien amplio y todas las canchas estaban a su disposición. Se divirtieron en grande… Los padres de familia del Liceo fueron, junto con nosotros, los que atendieron este albergue, demostrando una generosidad increíble y una entrega difícil de imitar. Y es que si no hubiese sido por ellos la situación habría sido caótica, sobre todos los primeros días al estar incomunicados. Hay padres de familia que estuvieron mañana y tarde con nosotros.

La gente dejó el Liceo y volvió a sus comunidades cuando bajó el nivel de los ríos, pues si había alguna ayuda gubernamental y no estaban allí se arriesgaban a no recibir nada. Se fueron tristes porque nos dejaban y súper alegres por el trato que les habíamos dado.

A la hora de despedirnos les entregamos cerca de USD 100 por familia para que tuvieran algo durante los primeros días. Ese reparto fue considerado conveniente dada su precaria situación… Pero lo peor viene ahora. No habrá cosechas, no hay trabajo, los pescadores se quedaron sin barcas, sin casa…En fin, es un desastre que no sé cómo se resolverá.

Con todo, ha sido una experiencia maravillosa y pudimos VIVIR EL PRIVILEGIO DE DAR.

7. Historias de solidaridad: Conciertos de Kairori a beneficio del pueblo de Guatemala
Recibimos de nuestro amigo Carles Astor, de Kairoi, la siguiente comunicación:

Como algunos ya sabréis Kairoi ha estado dos veces en Centroamérica los años 99 y 05… su cultura, sus paisajes y sus gentes han sido cosas que han dejado huella en el grupo… incluso el último disco del grupo, Contracorriente, nace de la experiencia vivida allí y de todo lo que sentimos. Por desgracia estos días Guatemala es noticias en todos los medios de comunicación…
Debido a esto desde Kairoi ha surgido la necesidad de no quedarnos con las manos quietas frente a esto y nos hemos decidido a realizar conciertos benéficos para poder recaudar fondos para aportar, desde nuestra sencillez, alguna cantidad de dinero que pueda ayudar en algo y si no, como mínimo, colaborar en sensibilizar acerca de las desgracias de nuestros hermanos.
Agradecemos esta iniciativa solidaria de un grupo musical al que Guatemala aprecia tanto. Pueden consultar más detalles de esta iniciativa en el siguiente enlace: http://www.forumlibertas.com/frontend/forumlibertas/noticia.php?id_noticia=4383

8. Comunicado de la Conferencia Episcopal de Guatemala
Nos parece importante hacer eco del comunicado emitido por los obispos de Guatemala el 14 de octubre pasado, ante los daños causados por la Tormenta Stan. Lo reproducimos a continuación:

Unidos en la Solidaridad
1. El pueblo de Guatemala vive días de dolor. Miles de guatemaltecos, de campesinos humildes, niños, ancianos, mujeres y hombres han sido víctimas del desastre provocado por la tormenta tropical Stan. No cabe duda que después de los días del terremoto de hace veintinueve años, nuestra tierra no había sufrido una devastación similar. Junto a ello el daño en infraestructura y en el aparato productivo acrecienta las dificultades en estos tiempos de emergencia.
2. Gestos de heroísmo. En esta hora hemos podido admirar los gestos de heroísmo de quienes han salido en busca del hermano necesitado de ayuda. Hemos experimentado la solidaridad de personas, familias, instituciones y grupos que se han volcado de corazón en ayuda de sus hermanos. Muchas parroquias de todas nuestras diócesis se han entregado en gestos de solidaridad y ayuda. Lo mejor del pueblo guatemalteco en términos de generosidad ha salido a relucir en este tiempo de dolor. Y hemos visto también sus frutos: han conseguido salvar muchas vidas y han llevado alivio al que sufría hambre o sed y padecía enfermedad; han distribuido agua y vestidos. Y, sobre todo, han hecho posible que no se perdiera la esperanza. En cada gesto de amor, podemos leer la bondad de Dios en medio de la adversidad.
3. Llamado a la unidad. Ante esta realidad tan dolorosa, la Iglesia católica en Guatemala alienta la unidad de todos los guatemaltecos para consolidar y ampliar la cadena de solidaridad, con el fin de que todos contribuyamos a salvar vidas humanas, a llevar el socorro necesario, animando a todos a que junten, a la ayuda material, el ánimo y la esperanza de saber que con la contribución de todos, contando con el apoyo de hermanos y hermanas de otros países y contando con la ayuda de Dios, Guatemala puede salir adelante. Necesitamos fortalecer el ánimo de todos, necesitamos recrear los lazos de fraternidad, que es el distintivo de los verdaderos discípulos del Señor Jesús.
4. Todos podemos contribuir a la reconstrucción. Junto al fortalecimiento de la fe y la esperanza, es importante organizar el esfuerzo de todos para contribuir efectivamente a la reconstrucción. Desde las instituciones del Estado hasta la familia más humilde, todos debemos contribuir con nuestro esfuerzo solidario. Es necesario generar nuevos puestos de trabajo, renovar la inversión y consolidar la fe en nuestra capacidad de mirar al futuro con confianza. Aún las familias afectadas, sabemos que están sacando fuerza de la debilidad, para sobreponerse a las inclemencias del desastre natural, al dolor moral ante la pérdida de seres queridos y de sus bienes. A todos nos urge la caridad, que nos permita ver al otro como hermano.
5. Mirando las cosas más a fondo. Hace casi treinta años un terremoto descubría la miseria de los más necesitados en Guatemala. Del mismo modo esta tormenta Stan nos ha dejado no solo el desastre y las víctimas sino también la radiografía de nuestras carencias e imprevisiones, de nuestras políticas económicas y sociales torpemente egoístas. Todos estamos llamados a preguntarnos si nuestras acciones se corresponden con el amor. ¿Hasta qué punto hemos privilegiado las necesidades más urgentes de los más pobres en los proyectos que emprendemos?
6. Importancia de los medios y la labor de las autoridades. Todos tenemos que agradecer el encomiable trabajo de los medios de comunicación que nos ha permitido sensibilizarnos a todos ante el desastre. Editorialistas, reporteros, columnistas y camarógrafos de los distintos medios han contribuido a formar la conciencia del pueblo de Guatemala y han logrado que, con su llamado, la solidaridad se haya hecho más fuerte. La presencia del Señor Presidente de la República en zonas del desastre, así como de otras autoridades nacionales y municipales ha contribuido a que la unidad que necesitamos se impulse desde el Estado.
7. Mirando al futuro. Es importante que la iniciativa privada, junto con las más diversas instituciones públicas y privadas, se coloque al servicio de la reconstrucción de la vida, en todas sus formas para que logremos una sociedad más conforme con el corazón de Dios. Si hemos estado presentes en la emergencia, seamos generosos para seguir dando a los demás porque es tanto lo que recibimos de Dios. En medio del sufrimiento, volvemos nuestra mirada al Señor de la Historia, para que anime nuestra esperanza y reavive el amor, fuente de solidaridad, que nos permita salir al encuentro del hermano. Una vez más, en medio de las tragedias naturales o de la violencia, los obispos le pedimos al pueblo de Guatemala, que reavive el don de su confianza en Dios, para que todos los cristianos y los hombres y mujeres de buena voluntad levantemos los corazones y unamos nuestras manos para que en un esfuerzo solidario y organizado, juntos demos respuesta a este momento tan adverso. Agradecemos vivamente el mensaje de solidaridad de Su Santidad Benedicto XVI y de episcopados hermanos. Nos encomendamos a la Santísima Virgen del Rosario, patrona de Guatemala, para que ella interceda y mire con ojos amorosos a este pueblo que la venera y recurre a ella en su necesidad. Animamos la esperanza y el trabajo de todos confiando en Dios y pidiendo su bendición en este tiempo de prueba pero también de esperanza y unidad.


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