2011-03-22

Reconstrucción de la escuela de Bitonga, en el Congo

Marist

Tal como se anunció el 21 de febrero pasado, ha comenzado el proyecto para la reconstrucción de la escuela de Bitonga, en el Congo. Nos escribe el Hno. Émile, que está siguiendo los trabajos.

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“Queridos amigos:
¡Un saludo desde el Congo!

Recibí la copia del cheque efectuado por la “Fondazione” para la escuela de Bitonga. Una vez más, gracias en nombre de toda la comunidad de Bitonga por los esfuerzos realizados para que nuestro sueño pueda convertirse en realidad. Tan pronto como recibimos vuestra respuesta positiva, iniciamos las obras de construcción. Antes de comenzar los trabajos de albañilería, nos dedicamos a reforzar el techo de la escuela porque estaba estropeado a causa del viento. Si hubiera continuado en ese estado, se habría podido derrumbar. Así pues, llamamos a un carpintero y compramos gruesas vigas de madera y tablones para reforzarlo. Estamos intentando hacer todo lo posible, ahora que es la estación seca, ya que resulta realmente difícil seguir trabajando durante la estación lluviosa. Dado que los niños ya no pueden estar en la escuela, las familias han puesto sus casitas a disposición, aunque sean pequeñas. Cuatro clases de chicos y chicas siguen las clases en ellas, mientras que los demás lo hacen al aire libre, bajo los árboles.

Las obras de construcción empezaron el 14 de febrero y continúan rápidamente. Ha surgido un problema: los ladrillos hechos por la gente son de tamaño diferente y no siempre se pueden utilizar juntos. Hemos previsto, pues, hacer otros que tengan las mismas dimensiones. Ello comportará un gasto mayor, pero la gente está tan empeñada en construir la escuela… además la producción de ladrillos ya ha comenzado. Todo el material debe ser transportado manualmente, sobre la cabeza… Y así el trabajo avanza… Unos construyen, otros traen la arena, otros van a recoger el agua o fabrican ladrillos…

Otra dificultad viene del pésimo estado de las carreteras: tener que subir por la montaña hasta Bitonga, en medio de la lluvia y el barro, es realmente una aventura. Los mayores problemas los tuvimos en el momento de llevar los sacos de cemento hasta allí. Por el momento no hemos conseguido llevar más de 25. Hablé de ello con el jefe del poblado; inmediatamente pidió a toda la comunidad que nos echaran una mano en el transporte. La gente respondió con presteza; los lunes y los sábados puedes encontrarte con todo el pueblo a lo largo del camino, haciendo “SALONGO” (que en la lengua local quiere decir trabajo comunitario). El jefe del poblado es, de verdad, una buena persona y está interesado en el desarrollo de su poblado. Está muy contento de que los chicos y chicas vayan a tener pronto una nueva escuela. Está siempre presente cada vez que su gente se encuentra en la calle ayudando en el transporte.

Creo que, con la ayuda de Dios, todo acabará bien, a pesar de las dificultades. Los Hermanos estamos muy contentos de todo lo que hacemos con y por los niños y niñas de Bitonga.

Muchas gracias a todos vosotros.

Hno. Émile Motanda
Ecónomo de la Comunidad marista de Bobandana.”

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