2013-10-31

Vidas que Amaron hasta el final: Hermanos Servando, Fernando, Miguel Ángel y Julio

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Hermanos Servando, Fernando, Miguel Ángel y Julio

Amaron hasta el final, porque:

* Dijeron “sí” a una misión difícil.
* Amaron a los refugiados sin límite hasta el punto de que aquéllos se convirtieron en “su familia”.
* En este “sí”, en este amor, encontraron una muerte violenta.
* En ellos coinciden tres dones: la voluntad, el corazón y la vida.

class=img_leftHno. Servando Mayor García
Llevaba año y medio en el campamento de Nyamirangwe, del Zaire y era Superior de la comunidad de Bugobe. Anteriormente había ejercido el apostolado en la Provincia Bética (España). 
Presencia poderosa, claros ojos, el rostro agraciado. Líder natural, inteligente, incisivo, resuelto. Corazón grande, dolorido por la pobreza material, emocional y espiritual del campo que no se soluciona… Creativo al momento de poner en marcha proyectos… Acompañante retador de los jóvenes, guía espiritual, consejero. Osado al denunciar la injusticia, allí flagrante. Hombre de oración profunda, rostro de Champagnat para los otros. Vivía con espíritu.

Hno. Fernando de la Fuente de la Fuenteclass=img_right
Llevaba trabajando con los refugiados del Zaire desde febrero de 1996. Anteriormente había desempeñado el apostolado educativo en Chile.
Una persona serena. De modales tranquilos, ordenado. Amable, incluso cuando se veía puesto a la prueba por los niños y las mujeres que le hacían trampas en el depósito de la ropa… Su mente, un tesoro de intuiciones, experiencias de vida una vez y otra vez amasadas en sus manos de artista. Amigo de pasear a la luz de la luna… tempo para nuevos poemas, nuevas oraciones que brotan de su corazón…

class=img_leftHno. Miguel Ángel Isla Lucio
Llevaba cerca de un año trabajando con los refugiados del Zaire. Anteriormente había desempeñado el apostolado educativo en Argentina y durante 21 años en Costa de Marfil (África).
Un hombre entre los hombres. El de la barba, el rostro mitad velado. Fuerza en la expresión, a la vez reflejo de honradez y compasión.
El que cuidaba las flores, sensible al color, fotógrafo capaz de encontrar la belleza en una tierra desolada.
Firme en sus convicciones, cabal,… Derramó su espíritu en las páginas de su diario, abriendo de par en par su consciencia, citando a los místicos españoles, preocupado por los discapacitados, afable con los niños. Profundo al compartir la oración.

Hno. Julio Rodríguez Jorgeclass=img_left
El H. Julio Rodríguez había estado en diversas misiones del Zaire durante casi catorce años. Antes había ejercido su apostolado en la Provincia de Madrid (España).
Energía juvenil, fuerte complexión. El que baja con zancada larga por las sendas tortuosas. Animoso con todos. Entusiasta de los juegos. Con un don para las lenguas: kiswahili, lingala. Conversador, grato por el pasatiempo. El negociador con las autoridades civiles y militares, capaz de sorprenderles en su propio dialecto. Misionero largos años, aceptó esto destino como la culminación de lo que siempre había vivido… Solitario en la desnuda loma, buscando un momento tranquilo para sí y para Dios.

Al Cristo de Bugobe
class=img_rightCristo para mis rezos, Cristo roto. 
Cristo sin pies para evitar la huida, 
destrozados tus brazos y su vida. 
Cristo silente, tu mensaje noto.
Tú nos quieres decir, sin alboroto, 
que murieron por Ti y en la partida 
será su sangre semilla escondida 
que crecerá en la luz y ya sin coto.
Tu imagen, como ellos, destrozada 
avivará recuerdos en nosotros. 
Su muerte no será viento perdido.

(Ángel Ballesteros Gallardo)

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