Segundo Curso de Animadores Comunitarios – Centro de Espiritualidad de El Escorial
¿Quiénes somos?
Con el lema ?Crecer, acompañando la vida? hemos sido convocados aquí, en El Escorial, 16 hermanos de 10 provincias distintas del Instituto: Adalberto y Eliseudo de Brasil Centro- Norte; Joao Carlos y Jorge de Brasil Centro-Sul; Óscar y Raúl de 
Compostela, Félix de Cruz del Sur; Ignaci del Distrito de Paraguay; Jesús de Ibérica; Jaume de l?Hermitage; Miguel Ángel de México-Central; Antidio, Pedro y Saturnino de Norandina; Dionisio de Rio Grande do Sul y Reinaldo de Santa María de los Andes. Estamos llamados a compartir nuestras vidas y a soñar en unas comunidades renovadas desde el 28 de abril hasta el 26 de junio.
Enfoque del curso
Es el segundo Curso de Animadores que se realiza para dar respuesta a la inquietud del XX Capítulo General: ?… un programa de formación de animadores que capacite a los responsables para desempeñar los servicios de animación, discernimiento y acompañamiento personal y comunitario?.
El reto de nuestro curso es el de promover superiores que ayuden a revitalizar nuestras comunidades para que sean espacios de fraternidad, de sencillez y de vida evangélica, al servicio de la misión; que impulsen la vitalidad de nuestro Instituto; que ayuden a centrar nuestras vida en Jesucristo; que ayuden a construir comunidades humanizadoras , con sanas relaciones interpersonales; y que caminen en actitud de discernimiento.
Para todo ello se ha optado por una dinámica que parte de la experiencia y de la vivencia: vivir experimentando. Por eso, aparte de las charlas y de las lecturas que nos motivan a la reflexión y al diálogo, nos hemos constituido en pequeñas comunidades de vida: orar juntos, compartir desde el corazón nuestras experiencias vitales y recrear el sueño de Champagnat.
El día a día
La realidad que vivimos nos hace sentir ?hermanos?: somos de culturas, lenguas y mentalidades diferentes, pero nos sentimos hermanos. Nos sentimos llamados a compartir nuestras vidas desde el corazón, desde el diálogo; a ser sensibles al otro, mirarnos con ojos de misericordia y redescubrir nuestra capacidad de amar; a expresarlo sin miedos, sin caretas, sin prejuicios: y todo ello hace posible creer en la VIDA. Sentimos que Dios nos ha dado mucha vida que podemos dar y compartir allí donde procedemos, mucha vida que aún podemos generar allí donde vivimos, con los hermanos, con los jóvenes, con los laicos.
Vivimos una fraternidad unidos a nuestras respectivas provincias y comunidades de origen: os sentimos cercanos.
Hacer los trabajos de la casa, los momentos de ocio y diversión vividos juntos, preparar las celebraciones, celebrar las fiestas, orar en comunidad, … nos hacen recuperar el origen de lo que somos: Hermanitos de María
Nos sentimos privilegiados por lo que estamos compartiendo y viviendo: nuestra experiencia aquí en El Escorial es un regalo de Dios.