Carisma marista vivo en Vic, después de 42 años
Es una historia de gratitud. Se cumplen 42 años desde la clausura del Colegio Marista “Sagrado Corazón”. Y resurge la llama que se había mantenido latente, en los antiguos alumnos del Colegio que les cobijó hasta 1973.
Vic había dedicado un culto especial a Nuestra Señora del Carmen animado por la Comunidad Carmelitana hasta la Desamortización de Mendizábal.
Los hermanos maristas, llegados de Francia, en 1888 inauguraron en el recinto carmelitano su labor educativa. Se cumplen 127 años de presencia marista en la Ciudad levítica, así conocida por las numerosas comunidades religiosas que alberga.
Los hermanos se dedican a preparar a sus alumnos en francés, teneduría y en clases nocturnas para los adultos que trabajaban en la industria de curtidos de pieles.
En 1895 se inaugura el Juniorado, que alberga jóvenes aspirantes llegados de la geografía marista. También las aulas del colegio tienen cabida en el amplio edificio.
Cuando se cierra el juniorado, que se traslada a Avellanes y a Llinars del Vallés, se instala el escolasticado, que dura hasta el año 1973. Un incendio
daña crudamente el edificio. Y el Escolasticado se traslada a Avellanes.
En ese año cesa también la labor académica del colegio absorbida por la implantación del Instituto nacional.
La jornada del sábado, 13 de junio de 2015 marca un hito glorioso en esta historia de gratitud a los hermanos maristas. Un entusiasta grupo de antiguos alumnos han convocado a sus amigos de curso. En este encuentro de amistad se abrazan 42 amigos, con sus amigos y familias. Les anima un alto espíritu de gratitud y de aprecio a los hnos. que fueron sus educadores.
Quieren dejar constancia de su devoción y de su sentido afecto hacia San Marcelino Champagnat y de veneración a los nueve hnos. que fueron martirizados en la guerra del 36. Ocho de los cuales son Beatos.
La fiesta conmemorativa se inicia en el Patio del Colegio, en el espacio “Parque de los Hermanos” con un encuentro de amigos, al que se suman 14 hermanos de las comunidades. Luego, en la Parroquia del Carmen, actúa la Coral de la Mare de Déu dels Dolors, antes y durante la Misa. Al iniciar la Eucaristía, el Sr. Rector, Joan Jiménez, bendice, en la primera capilla lateral, el espacio marista lleno de simbología para los exalumnos y los devotos de San Marcelino de la ciudad. Una imagen de San Marcelino, la placa que recoge los nombres de los Beatos y una pintura excepcional que evoca L’Hermitage, el edificio marista de Vic y los símbolos del escudo marista y las tres violetas. La pintura es obra del antiguo alumno Manel Fletas. La peana la obsequia Joan Puigdesens
Entusiastas y animadores del evento, los amigos: Joan Solà, Rosendo Arimany, Enric Camps, Lluís Canadell, Josep Maria Sañas y el g. Gerardo LLera, Asesor de los AA.AA.
Para ellos, nuestra gratitud, admiración y aprecio marista. Así lo expresó cálidamente el g. LLuís Serra con palabras encendidas de aprecio y emoción.