Ex alumnos solidarios – Colegio San Joséde Huacho. Provincia Santa María de los Andes
Al concluir el año escolar 1977 dejaron las aulas los 45 muchachos de 5º de Secundaria – Promoción XXXI. Al cabo de cinco lustros resurge su vieja amistad y forman una Asociación Benéfica para atender a niños de las periferias bajo el lema “SOMOS MARISTAS EN ACCIÓN”.
Al calor de ese ideario, desde hace doce años promueven escuelas de educación infantil, equipan comedores sociales, desarrollan campañas médicas en zonas marginales y congregan a unos trescientos niños de condición humilde para celebrar comunitariamente la Navidad en los patios de su antiguo colegio. En estos días ultiman los preparativos de la próxima, ya a las puertas.
La sonrisa de un niño es su mejor recompensa cuando ponen en práctica lo aprendido en las aulas: solidaridad con el necesitado, preferencia por los pobres y sentirse instrumento del Señor para que sientan el amor del Padre quienes menos tienen. “No podemos permanecer de brazos cruzados cuando Jesús murió con los brazos abiertos” es la máxima de sus acciones benéficas, en las que participan algunos miembros de la comunidad educativa y otros ex alumnos del San José.
Han celebrado “Los 40 años de la XXXI”, efeméride que congregó a sus padres, esposas, hijos y viejos profesores. Sin embargo, lo medular de la celebración fueron los testimonios recogidos en un libro para el recuerdo; es admirable que pasadas cuatro décadas respondieran al cuestionario la totalidad de aquellos jóvenes, hoy adultos en torno a los 55 años, máxime teniendo en cuenta que la vida les llevó a lugares muy distantes de América, Europa y Asia.
Sus respuestas coinciden en destacar el buen ejemplo de los padres y docentes, la formación moral recibida, el sentimiento de hermandad y los gratos recuerdos del deporte, las caminatas, concursos, celebraciones… un entramado de vivencias inolvidables, fruto del buen hacer de hermanos y profesores y del espíritu marista que impregnaba su vida escolar.
La Junta Directiva sesiona cada mes, en Huacho o Lima, según convenga; estudia las actividades a realizar, las remite por correo electrónico a los 42 asociados y obtenido el consenso general ponen “manos a la obra”. Financian su labor solidaria con aportaciones personales, donaciones de amigos, simpatizantes y entidades colaboradoras. Se sienten hermanados en torno a Champagnat, imploran la protección de la Buena Madre y se animan gritando que “¡la XXXI siempre triunfa!”