Un nuevo año en la casa de formación de América Central
El día 4 de enero comenzó un nuevo año en la casa de formación de . Ese día hicieron su ingreso al postulandado Jeffrey Rivera y Bismarck Padilla, ambos provenientes de Nicaragua. Se unieron así a Sergio Natareno, Javier Castillo y Roberto Constanza, quienes iniciaron su segundo año de postulantado. También forman parte de la comunidad los hermanos Mario Pentón (escolástico), Jorge Sánchez, Jesús Balmaseda y Juan Antonio Sandoval.
Jeffrey y Bismarck nos comparten las siguientes líneas:
La vida está hecha de decisiones valientes, unas con más discernimiento que otras, pero todas importantes. El 04 de enero de 2015 se materializa una decisión que ya llevaba cocinándose tiempo atrás. Un paso más en nuestro proceso de discernimiento vocacional. Ahora estamos aquí, en Guatemala, como postulantes Maristas.
Muestras de afecto y alegría sobraron el día que llegamos a la casa de formación. Pudimos sentir la presencia de la comunidad Marista animándonos. Ello es muy motivador ahora que empezamos esta nueva aventura en nuestros caminos vocacionales. El que algunos de nuestros familiares estuviesen presentes fue aún más grato para nosotros, porque nos hace recordar el apoyo que nuestra familia nos da en el camino que se quiere recorrer. Se nos recibió con una celebración que consistió en un almuerzo al estilo marista (modesto, sencillo y humilde), pero cargado de mucho cariño y humor.
Nosotros, al comenzar esta experiencia, nos sentimos animados y motivados. El estar acompañados por la comunidad marista y el saber que tres de “nuestros colegas aspirantes” se nos habían adelantado el año anterior, nos asegura que se podrá compartir vida en abundancia, dentro de la nueva comunidad a la que vamos a pertenecer y con las personas que nos iremos encontrando en este caminar.
Coincidimos en esta búsqueda más profunda de Dios y de los valores del reino. Ambos provenimos de Nicaragua. Nos sentimos identificados con la misión y el carisma marista. Empezar nuestro proceso de postulantado en el año Montagne nos hace recordar nuestro compromiso de vida con los más pequeños, aprendiendo con ellos y de ellos. Nos confiamos en “Notre Bonne Mére” para que guíe nuestro caminar y nos haga sencillos como ella y así acoger en nuestros corazones la buena nueva de Dios.
“Y ahora se inicia
la pequeña vida
del sobreviviente de la catástrofe del amor:
Hola, perros pequeños,
hola, vagabundos,
hola, autobuses y transeúntes.”
Todos los miembros de la comunidad nos encomendamos a sus oraciones.
