Noble Amigo de El Salvador: H. León Echávarri

En la Sesión Plenaria Ordinaria número 112 del 8 de septiembre de 2011 la Asamblea Legislativa de El Salvador ha hecho un reconocimiento a nuestro Hermano León Echávarri. Dicho homenaje estuvo precedido por el testimonio afectuoso de exalumnos del Liceo Salvadoreño, Colegio Champagnat y Liceo San Luis que actualmente son diputados y conocen la labor educativo-evangelizadora que él realiza.

Transcribimos las palabras pronunciadas por nuestro Hno. León en este evento:

"Excelentísimo Señor Presidente de la Asamblea Legislativa y Honorables Señores Diputados:
Me siento muy agradecido por la atención que han tenido con este servidor al otorgarme la distinción honorífica de "Noble Amigo de El Salvador". Los cincuenta y tres años que he vivido en este bello país, han sido al servidio de los salvadoreños, en especial, a la niñez y juventud, sea como profesor, director o encargado de las distintas actividades propias de la educación y en especial, en la rama deportiva. Por todo ello siempre me he considerado como un salvadoreño más, y les aseguro que en todas mis actividades siempre tuve en mi mente el buen servicio brindado a mis semejantes, fueran ellos superiores, súbditos o iguales. Pude haberme equivocado en ocasiones como todo ser humano. pero nunca con intención de perjudicar a nadie. Ya, al borde de mi vida activa, agradezco a Dios y a nuestra Madre, María Santísima, la protección que siempre me han brindado, tanto en los tiempos de bonanza como los más difíciles. A mis alumnos los encomendaba al Señor todos los días. Después en clase o en las canchas de deportes les exigía un excelente rendimiento, cosa que se lograba en la mayoría de las situaciones. Mis años en El Salvador los he repartido en los siguientes Centros Maristas: Seis años en el Liceo San Luis de Santa Ana, nueve años en el Colegio Champagnat, antes María Inmaculada y treinta y ocho seguidos en el Liceo Salvadoreño, disfrutando con los jóvenes y padres de familia mi vida de hermano marista. No quiero terminar sin antes expresarlers mi más sincero agradecimiento por haberme distinguido con tan valioso reconocimiento de "Noble Amigo de El Salvador". Por haberme hecho sentir como un ciudadano más, latiendo con corazón salvadoreño y habiendo dedicado los triunfos deportivos y académicos por el progreso humano y espiritual de la juventud salvadoreña. ¡Muchas gracias!"

Posiblemente por el nombre de “Maximino” no sea muy conocido, sin embargo, hace más de cincuenta años dejó su tierra natal, Echávarri, y vino a El Salvador a dedicarse por entero a la educación de niños y jóvenes. El Hno. León ha entregado de manera silenciosa su vida en diferentes obras maristas de El Salvador evangelizando tanto en las clases como en el deporte.

Esta semana la Asamblea Legislativa de El Salvador ha decidido reconocer su labor educativa otorgándole el título de “Noble Amigo de El Salvador”.

El Hno. León llegó a este país procedente de Cuba en 1958. Su primer destino fue el Liceo San Luis donde inició como profesor de Bachillerato y responsable de deportes. Posteriormente, en 1963 pasa al Colegio María Inmaculada – hoy Colegio Champagnat – en Santa Tecla donde será profesor, encargado de deportes, director y administrador. Desde 1972 el Liceo Salvadoreño ha sido su hogar y palestra. En 1998, su espíritu emprendedor lo lleva a iniciar la Clínica Marcelino Champagnat ubicada junto a las instalaciones de Ademar. Si bien ya no está presente en las clases y entrenamientos, su alma misionera lo han llevado a introducirse sin temor en un campo de evangelización poco explorado: el mundo de internet. Desde ahí, acompaña a exalumnos, amigos y padres de familia. Un grupo de exalumnos liceístas decide prolongar su legado por medio de una Fundación dedicada a apoyar proyectos educativos que beneficien a los niños y jóvenes más necesitados (www.fundaleon.com)

La comunidad de Hermanos y Laicos maristas de América Central, Cuba y Puerto, agradecemos a Dios el don que nos ha hecho en el Hno. León y nos unimos tantas personas que en estos días se unen a él por esta distinción. Que su entrega incondicional como persona, religioso y marista motive a otros jóvenes a seguir su ejemplo.

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