2011-04-29

Retiro de hermanos de la Prov. de LHermitage

src=http://www.maristes.cat/cat/images/stories/articles/P_110426/ElTodavía resuena en nuestros oídos el ritmo monacal de la palabra y la salmodia que hemos interiorizado al lado de los seis monjes que animan la comunidad benedictina en El Miracle.

Destacamos la liturgia solemne y sobria que hemos tenido la suerte y el gozo de vivir,
en el marco singular de la Iglesia del Santuario, alternando con las vísperas, en su recoleta capilla del Santísimo.
Los salmos cobran un valor añadido en las celebraciones de la oración vespertina.
Nuestra plegaria de la mañana tenía, como marco singular, el oratorio de la hostatgeria.
Han sido unas plegarias muy bien preparadas por los Hnos. Además, se nos ha entregado un material apropiado para seguir orando con los misterios de la liturgia y de nuestra espiritualidad marista.

El acompañamiento y la presencia discreta de los monjes ha sido una tónica en cada jornada.
Cada mañana hemos disfrutado del encuentro "Deixem ressonar la Paraula", con charlas de los distintos monjos que motivaban las diferentes jornadas de la Semana Santa:
Glosa de los salmos, historia y teología de las celebraciones en la primitiva  iglesia, sentido del dolor de Jesús, Via-crucis, el silencio del Sábado santo, la "Caminata de Emaús" y la emotiva celebración penitencial. Todo, verdaderos regalos para el espíritu.

Tres días hemos contado con la presencia del G. Maurice Berquet  y del G. Pere Ferré, con sus ricas comunicaciones y la presentación real y esperanzadora de "opciones de futuro".
Así nos hemos sentido en comunión viva con la Provincia y el Instituto, compartiendo inquietudes y diálogo cercano. Agradecemos este valioso gesto de presencia y cercanía.

El entorno de El Miracle es singularmente bello en esta primavera radiante. La amplia meseta, a 814 m. de altitud, presenta una panorámica inmensa con el verdor de sus trigos. Se ensancha el alma en la contemplación de una tan rica naturaleza. 
El silencio monacal, la paz, los pétreos edificios del complejo monacal, convierten el lugar en un remanso de peregrinos, con paseos, lugares para la contemplación, capillas en el bosque, el canto de los pájaros y unos días serenos que nos permitieron gozar de un sol limpio.

La gran iglesia monacal estaba llena de fieles, en las celebraciones. Destacamos el Jueves santo, la Vigilia Pascual y la solemne Eucaristía del Domingo, que presentaba un lleno total, celebrando la Resurrección del Señor.
Se nos pegaban las melodías del canto llano, que deja perdurar un suave eco en nuestro interior.

La noche también convocaba a participar de la proyección de unas selectas películas, con mensaje.
Destaco "El festí de Babette", que guarda una viva semblanza con la Cena del Señor. Son también doce los invitados.
¡Es posible, en nuestro mundo, que se abracen, también hoy,  la justicia y la paz!

La vida del Resucitado, su nueva forma de presencia es el reto a quienes hemos compartido un retiro espiritual que marca y que nos lanza a ser testigos de resurrección y de gozo pascual.

www.maristes.cat

PREV

Programa de hermanamiento Giugliano-Bitonga...

NEXT

Juan Pablo II y las Jornadas Mundiales de la ...