El Hno. Apollinaire sigue enfermo (cf. cartas Nº 126, 128, 141 y 198) y sigue sin diploma, es decir, susceptible de ser llamado al servicio militar. Como acaba de ser víctima de un nuevo ataque, si tiene que presentarse corre el peligro de perder, no sólo la vocación, como todos los demás, sino incluso la vida, ya que un nuevo ataque podría llevárselo. Para evitarlo, debe presentar un certificado de la autoridad o de un médico. Pero falta saber en qué departamento: en el de la Loire, donde se encuentra, en el de la Drôme, donde está inscrito, o en el de Isère, su lugar de origen... Por lo que hace al Hno. Gérasime, parece ser que ya tiene el diploma y puede volver a l?Hermitage. Pero su número acaba de ser llamado y, para escapar a esa llamada, necesitaría tener el compromiso decenal y la calificación de maestro municipal; en cambio, bajo la jurisdicción del Sr. Mazelier y gracias a la aprobación real, no necesita nada de eso. Por consiguiente, el Padre propone al Sr. Mazelier enviarle a hacer la clase en una de sus escuelas (cf. AFA, p. 167). Se quedará hasta 1841 ó 1842.

6 de octubre de 1839.

Sr. Superior:

Permítame, ya que la Santísima Virgen ha querido que fuera usted el recurso de sus hijos, permítame que acuda a molestarle. El Hno. Apollinaire está actualmente en Notre-Dame de lHermitage. Dejó Marlhes hace seis semanas, o dos meses, creyéndose completamente curado, pero una violenta reacción de su enfermedad se ha manifestado con tanta fuerza que en dos o tres días quedó desconocido. Empieza a estar mejor, pero con una palidez tan grande que me hace temer lo peor.
Acabo de saber que se han pedido informes sobre él con vistas al llamamiento a filas. No querría que los guardias se presentaran en nuestra casa para llevárselo. ¿Qué trámites tengo que hacer y ante quién? El médico de Saint-Chamond dará todos los certificados necesarios sobre la situación de este Hermano…
El Hno. Gérasime, de apellido Terme, se dispone a volver a Saint-Paul, pues su número ha sido llamado. Puede usted emplearlo en la enseñanza, si lo juzga conveniente, usted conoce su abnegación.
Estamos en pleno retiro. Es muy numeroso. Lo encomiendo a sus fervorosas oraciones y a las de sus Hermanos.
Sigue presentándose un buen número de vocaciones . Si estuviera usted más cerca y si fuera posible establecer algún tipo de afiliación por medio de alguna orden tercera, que el Soberano Pontífice acaba de aprobar, podríamos dar a entender que somos una misma Sociedad. Los candidatos se decidirían más fácilmente. En tal caso, podría usted seguir dirigiendo personalmente una obra totalmente dedicada a la gloria de Dios.
Nos presta usted unos servicios inmensamente grandes. Lo que más me gustaría en el mundo es poder serle útil.
Sírvase aceptar la seguridad del más sincero afecto con el que tengo el honor de ser, Sr. Superior, su muy obediente servidor,

Champagnat

Edición: Crónicas Maristas V - Cartas del P. Champagnat - 1985 - Edelvives

fonte: Según el envío autógrafo, AFM, 112.13.