Desde que asumió la parroquia de Peaugres en 1829, el P.Barthélemy Artru se interesó por establecer una buena escuela para la región. Contando con el apoyo del Alcalde, el Sr.Vallas, se dirigió al P.Champagnat para pedir Hermanos Maristas. Anteriormente a esta carta es muy probable que el P.Artru haya ido personalmente a l?Hermitage o que el P.Champagnat, en viaje a Boulieu, para visitar a los Hermanos, haya prolongado su trayecto hasta Peaugres, aconteciendo entonces la ?promesa de envío de Hermanos? a la cual el documento hace mención La escuela de los Hermanos en Peaugres fue inaugurada en noviembre de 1833, con gran éxito. (Cfr. H.Ivo Strobino, nota introductoria al texto, ?Cartas Passivas?)

Péaugres, a 6 de octubre de 1833.

R.P. Superior:

Le hubiera escrito antes para fijar la fecha en que le será posible enviarme a los Hermanos que me ha prometido, si las reperaciones de la casa que es está destinada no se hubieran retrasado más de lo previsto. Dichas reparaciones estarán terminadas para esta semana. Inmediatamente haré llevar el mobiliario prometido. Los artículos que faltan los proporcionaré sobre la marcha.

Espero a los Hermanos que me destina para el 25 del presente mes, a más tardar. Pero me gustaría que cuando sus ocupaciones se lo permitan pasara por Péaugres para poder concretar los sueldos y estudiar las condiciones del Consejo Municipal, que probablemente no consentirá que los Hermanos disfruten de los 200 francos que ha votado para la Instrucción Primaria si Ud. no obliga a los Hermanos a aceptar en la escuela a los hijos de familias indigentes, cuyo número se determinará. Sin embargo, puede Ud. contar con los 400 francos que ha pedido Ud. y que yo le he prometido, cualquiera que sea su procedencia, aparte de la colegiatura de los niños en capacidad de pagar, que son casi todos.

No olvide mi súplica de seleccionar bien para Péaugres a dos Hermanos competentes. Creo haberle manifestado que les toca reemplazar a un maestro seglar que hizo toda su carrera e incluso dos años de seminario mayor. Según el informe del Inspector, quien nos visitó hace poco, se trata del mejor maestro de que tenga conocimiento. El Sr. Justier, que así se llama el maestro en cuestión, deja la escuela con mucho pesar. No obstante su gran saber, yo le permitiría de buena gana competir con los Hermanos, pues bien sé que pronto quedaría fuera de combate. Pero ni [siquiera] hay peligro de que él aceptara esto.

Reciba, R.P. Superior, la seguridad de mi respeto y perfecta consideración. Su humilde y seguro servidor,

ARTRU, Pbro.

Edición: CEPAM

fonte: AFM 129.07