Carta a Marcelino

S. François-Xavier Quantin, Alcade de Genas

1835-09-07

El P.Menaide, párroco de Saint Nizier, en Lyon, había pedido Hermanos Maristas para la escuela de la localidad de Genas. Tenemos aquí el texto del Alcalde, Sr.Quantin, que ratifica aquél pedido. Los Hermanos abrieron la escuela en noviembre de 1835. Por los acuerdos hechos, mientras la municipalidad se encargaba de construir el edificio propio, la escuela funcionaría provisionalmente en casa cedida por la Sra. Ranvier. Durante el siguiente año escolar, en primavera de 1837, quizá para apremiar el inicio de las obras prometidas, la Sra. Ranvier anunció que pretendía retomar la posesión de su casa. En esa ocasión el P.Champagnat comunicó su intención de retirar los Hermanos, dejándolos volver solamente después de que la nueva casa estuviese lista. (Cfr. H.Ivo Strobino, nota introductoria al texto, ?Cartas Passivas?)

a 7 de septiembre de 1835.

El Alcade de Genas, Cantón de Meyzieu, distrito de Vienne, Isère.

Al Sr. Champagnat, Director de la escuela normal de los Hermanos de María de Nuestra Señora del Hermitage.

Señor:

Tengo el honor de rogarle nos ceda y envíe en seguida, y lo más pronto posible, a dos de sus alumnos como maestros de primaria en este municipio.

El Consejo Municipal ha decidido que como maestros de primaria se tomarían dos de los Hermanos que están bajo la dirección de Usted; que el municipio daría todos los recursos anuales que tiene para la escuela primaria y que personas influyentes del municipio se comprometerán en procurar lo restante para llegar a cubrir los 800 francos que se precisan como sueldo anual de los Hermanos, además de la vivienda, el huerto y el modesto ajuar, reservándose el municipio el cobro de la conveniente retribución de los alumnos en capacidad de pagar.

Vengo pues a rogarle encarecidamente disponga enviarnos a dos sujetos dignos, con el propósito de que la escuela, desde su comienzo, pueda halagar a todos y persuadir a las personas que hasta el presente han dudado de que su enseñanza fuera superior o al menos igual a la de los maestros de la escuela normal ordinaria, de los que sólo hay uno en cada municipio.

Nuestro municipio ya tiene desde hace varios años una escuela de las Hermanas de San José para las niñas. Las Hermanas están muy contentas, y el municipio también. Espero que ocurrirá lo mismo con la escuela de los Hermanos. El municipio tiene buenas comunicaciones y es muy sano. La población es de mil seiscientas almas.

Le suplico tenga a bien honrarme en seguida con una breve respuesta para saber si sí o si no podemos confiar con el pronto envío de dos Hermanos; caso de no poder contar con ellos, iniciar las diligencias para conseguir un maestro de primaria para nuestro municipio.

En esta espera, tengo el honor de ser con todo respeto, Señor, su obediente servidor,

QUANTIN, Alcalde.

Edición: CEPAM

fonte: AFM 129.14

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