20 de marzo de 2019 SUDáN DEL SUR

31 religiosos, religiosas y Laicos provenientes de 19 congregaciones y de 18 nacionalidades diferentes

El proyecto Solidaridad con Sudán del Surno es una Agencia de Ayuda humanitaria, sin embargo, durante el fenómeno de los desplazamientos internacionales ha respondido a las necesidades de las personas”, declara el H. Christian Mbam, al hablar sobre uno de los retos del proyecto Solidaridad con Sudán del Sur.

“Disfruto cada momento de mi estancia aquí, aunque a veces se convierte en un desafío. Y el reto que tenemos es la falta de recursos humanos”, agrega el H. Longinus Uche Dimgba, quien también forma parte de la misma iniciativa en el país.

El proyecto Solidaridad con Sudán del Sur (SSS), cuenta actualmente con 5 comunidades intercongregacionales, 31 religiosos, religiosas y Laicos provenientes de 19 congregaciones y de 18 nacionalidades diferentes.

Los Hermanos Christian y Uche, de la Provincia de Nigeria, trabajan en la comunidad de Riimenze, en Sudán del Sur. Ambos, invitan a los voluntarios Hermanos Maristas a unirse a esta misión en África, y comparten sus experiencias de vida a través de sus testimonios que publicamos a continuación.

 

Br. Christian Mbam

 “Mi comunidad de Riimenze, ubicada en uno de los nuevos estados de Sudán del Sur (Gbudue), tiene entre seis y tres miembros. A veces, puede reducirse a dos miembros. Sin embargo, por el momento somos tres personas: dos hermanos maristas y una hermana religiosa de Notre Dame de Mission (RNDM).

Nuestra comunidad está comprometida con diferentes ministerios. Forma parte de la naturaleza de la comunidad de Riimenze que los miembros cambien de un ministerio a otro, según las necesidades. Así que por ahora estamos comprometidos con la agricultura y los apostolados escolares, en diversos grados. De hecho, en Riimenze, preferimos que se nos conozca principalmente como parte del Apostolado de la Presencia, ya que cuando nos comprometemos con un determinado apostolado nos acercamos a los demás. En los últimos dos años, hemos tenido muchas personas desplazadas. Nos sentimos responsables por ellos y hemos respondido a las necesidades de las personas, tratando de llenar los vacíos dejados por las agencias internacionales. Apoyamos una escuela de educación primaria según nuestras posibilidades. Hemos introducido la formación profesional y las clases de recuperación para hombres y mujeres jóvenes.

La agricultura es el apostolado más importante de la comunidad. Está compuesto por casi cincuenta hectáreas de tierras agrícolas donadas por la diócesis de Tobura-Yambio. Esta granja, a menos de una hora en auto, proporciona los alimentos que tanto necesita el Solidarity Teachers Training College. Al ser financiado por la Agencia Austriaca de Desarrollo del Gobierno de Austria a través de Caritas, Austria, cumple con un segundo papel muy importante, relacionado con el desarrollo de las capacidades de la gente de Sudán del Sur, y los capacita para conocer las mejores prácticas agrícolas, a través de muchos programas de capacitación interna y de extensión.

En el apostolado escolar hemos establecido una buena guardería y estamos dirigiendo una escuela primaria. Por ejemplo, recientemente hemos terminado de renovar la escuela primaria y hemos reclutado maestros calificados, de Solidarity Teachers training School, con la esperanza de que esto genere un cambio en la escuela deteriorada. Este centro educativo ha sido testigo de los cambios en la administración, desde la misión hasta el gobierno, y ahora forma parte de la parroquia otra vez.

La tasa de abandono escolar entre los niños y las niñas en Sudán del Sur es muy alta, especialmente entre las niñas, y en un lugar muy pobre de las áreas rurales, el Estado de Gbudue. Gracias a Dios, con nuestra presencia en Riimenze, algunos de estos jóvenes han comenzado a valorar la necesidad de la educación en sus vidas. Esto nos ha motivado a darles la oportunidad de regresar a la escuela a través de la introducción de clases de recuperación. Y también, para quienes deseen adquirir otras capacidades.

El proyecto SSS no es una Agencia de ayuda, sin embargo, durante el fenómeno de los desplazamientos internacionales ha respondido a las necesidades de las personas. Aunque las necesidades de los desplazados internos son demasiadas, nos hemos concentrado en atender a los ancianos, y a los más vulnerables del campamento, proporcionándoles comida, ropa y alojamiento”.

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Br. Longinus Uche Dimgba

“Comencé a trabajar en el Solidarity Teacher Training College, en el 2015, en Yambio. La escuela abre todos los días con una asamblea y una oración. La oración se adapta a la preferencia de los estudiantes. Cada semestre se abre y cierra con celebraciones eucarísticas. Este es un lugar agradable para vivir y estudiar, y es gratuito.

Solíamos graduar dos grupos de estudiantes cada año, pero se deterioró la seguridad en la carretera, y comenzamos a graduar tres grupos en un año: abril, agosto y diciembre. Cada año es un poco frenético.

 Las clases están organizadas en niveles y tenemos cuatro niveles. Cada semestre califica a un estudiante para el siguiente nivel si obtiene una buena calificación de las materias. Tenemos un semestre de cursos puente para aquellos que hablan árabe. Es una buena escuela. Espero que en sus casas pongan en práctica el espíritu de unidad que les inculcamos.

Los profesores que formamos son muy útiles para las escuelas primarias de todo el país. Aquí en Riimenze, seis de ellos han revivido nuestra guardería parroquial y nuestras escuelas primarias, y les estamos muy agradecidos.

Ahora estoy en Riimenze, a 30 minutos de Yambio en automóvil, pero me toma aproximadamente una hora y media llegar, debido a la mala carretera. Sin embargo, la vida en Riimenze es buena.

El 9 de marzo cumplí un mes en la comunidad. Trabajo en la granja, cuido los animales y visito a las personas desplazadas que se encuentran al lado de nuestra puerta de entrada.

En general, es agradable convivir con la gente de Sudán del Sur. Son alegres y complacientes. Le agradezco a Dios y a los Hermanos Maristas por haberme dado esta oportunidad. Disfruto cada momento de mi estancia aquí, aunque a veces se convierte en un desafío. Y el reto que tenemos es la falta de recursos humanos. Hay demasiadas cosas por hacer cada día".

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