9 de octubre de 2016 FRANCIA

Último día del Encuentro de las Comisiones Continentales de Laicos Maristas

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En el sexto y último día del encuentro, los miembros de las Comisiones Continentales de Laicos y los participantes invitados se dedicaron a reflexionar sobre la síntesis de los elementos tratados durante toda la semana, subrayando principalmente los temas que todavía debían ser tratados.

 

La oración de la mañana, animada por el H. Elías Iwu (Nigeria), fue dirigida a María y se realizó delante de la imagen de Nuestra Señora de las Victorias. En ese momento, se recordaron las palabras de Marcelino: “Sin María no somos nada y con María lo somos todo, pues ella lleva siempre a su adorable Hijo en sus brazos y en su corazón”.

Los trabajos de la mañana se realizaron a través de varias dinámicas y en diferentes espacios de la casa, pues primero se reunieron cada una de las comisiones continentales con la tarea de revisar los temas discutidos hasta ese momento y que todavía precisaban de algunos detalles. En un segundo momento, se pidió detectar las prioridades de cada región con respecto a los elementos que se habían ido presentando a lo largo del encuentro.

Durante la pausa de la mañana, los miembros del Secretariado de Laicos del Instituto reunieron todas las observaciones presentadas por las cinco comisiones continentales y agruparon los temas en dos grandes bloques: el primero sobre la autonomía de los laicos y la comunión con los hermanos; y el segundo sobre el tema de una posible asociación internacional. Son dos temas que se relacionan entre si y que precisan todavía una mayor reflexión. En la plenaria que siguió, cada uno de los participantes tuvo la oportunidad de expresar su propia opinión sobre el tipo de relación que se quiere entre hermanos y laicos maristas.

Pep Buetas (Provincia de L’Hermitage), co-director del Secretariado de Laicos, concluyó esta fase subrayando que lo que emergía del diálogo realizado era que “las vidas del hermano y del laico/a marista son las dos caras de una misma moneda”: existe un núcleo común para las dos formas de vidas, las cuales son un don de Dios para el carisma marista. Recordó también una idea que ya había transmitido el H. Emili, cuando expresó a toda la asamblea: “A los laicos maristas no es necesario darles ningún permiso. Son ellos mismos los que tienen que ver si están dispuestos a asumir un proyecto”. Se pidió, entonces, que cada participante escribiera dos sugerencias que expresasen cómo debiera concretarse la autonomía de los laicos maristas. Estas sugerencias fueron organizadas en tres grandes bloques: procesos personales y formativos, corresponsabilidad y expresiones institucionales de la vida marista laical.

 

Por la tarde, los participantes volvieron a reunirse para profundizar el tema de la Asociación. Después de un tiempo de conversación en parejas, se pusieron en común todas las opiniones. Recordando las palabras del H. Emili, “no piensen que el camino marista recorrido hasta ahora pueda volver atrás, sólo cabe seguir hacia adelante”, Tony Clark, co-director del Secretariado de Laicos, preguntó a la asamblea: ¿Cuál es la manera más efectiva de seguir concretando el ser marista laico y dar rostro a una vinculación y/o pertenencia laical? ¿Qué tipo de vinculación y/o pertenencia debería escogerse en este momento, después del camino realizado estos últimos años?

En el plenario, se percibió que lo más importante es el proceso vocacional de cada laico/a marista; pero, al mismo tiempo, también hay claridad para afirmar que toda nueva forma de vida eclesial necesita una estructura adecuada que la ayude a desarrollarse, por más sencilla que ésta pueda ser. Actualmente ya existen algunas estructuras laicales en determinadas provincias del Instituto; pero, en relación a una posible estructura internacional que abarque a todo el laicado marista, la impresión de la asamblea es que todavía no es el momento de crear algo (una superestructura, un paraguas) que abarque todas las expresiones existentes.

Las propuestas al XXII Capítulo general serán definidas en las próximas reuniones del Secretariado de Laicos y en eventuales reflexiones de las comisiones continentales el laicado marista.

 

Después de un momento de evaluación, todos celebramos una Eucaristía de Acción de Gracias, presidida por el padre marianista Antonio Pacheco, que participa en el curso Amanecer de los hermanos de tercera edad de lengua española y portuguesa. La celebración fue animada por el H. João Luis Fedel Gonçalves (Brasil Centro Norte). En uno de los momentos significativos de la celebración, junto a la tumba del Padre Champagnat, todos los participantes colocaron su propia firma en un gran cartel del encuentro, como signo del compromiso personal y colectivo para seguir siendo fieles a la propia vocación de laicos y hermanos maristas.

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