5 de julio de 2005 RUMANIA

Centro San Marcelino Champagnat

Desde que llegaron a Rumanía en 1998, los Hermanos decidieron centrar sus objetivos en el trabajo con los ?niños de la calle?, y por extensión con los menores abandonados y sin hogar. Tras años de colaboración con otras instituciones que trabajan en este campo, en abril de 2004 se abría la casa ?San Marcelino? para acoger a 6 chicos en la residencia de la comunidad.
En el presente curso se decidió desdoblar a los Hermanos en dos comunidades, una dedicada al acompañamiento de dicha casa-hogar y la segunda, ubicada también en Bucarest y con dos objetivos fundamentales: la creación de un ?centro de día? como trabajo de prevención del abandono familiar y la animación pastoral y vocacional.
Al mismo tiempo, se iniciaban los trabajos de construcción del nuevo centro ?San Marcelino Champagnat?, un recinto donde estará ubicada la nueva comunidad marista y cuatro casas-hogar. Cada una de ellas albergará 8-10 chicos y chicas de 6 a 18 años. La idea de esta mini-aldea es poder ofrecer una atmósfera ?familiar? y un acompañamiento cercano a estos menores. El impulso económico más fuerte ha partido de Cáritas Vorarlberg (Austria) mientras que la idea pedagógica de fondo se ha ido trazando a partir del contacto e intercambio con Voralberg Kinderdorf (Aldeas Infantiles). Posteriormente se han ido sumando otras instituciones, principalmente de España y Austria.

Esperamos terminar las obras en primavera del próximo año y comenzar con la acogida de niños y niñas en verano. El pasado año en Rumanía fueron abandonados nada más nacer 4000 bebés, lo cual da idea de la desestructuración socioeconómica y familiar que sufre gran parte de la sociedad, pese a los intentos de modernización y de adaptación al ?tren? de la Unión Europea (la integración está prevista para 2007). Los servicios sociales públicos son aún deficientes y los grandes internados del Estado son generalmente incapaces de ofrecer alternativas eficaces a tantos miles de jóvenes que han perdido su pasado y corren el riesgo de perder también su futuro.

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