1.er día del encuentro de las Comisiones Continentales de Laicos
Fotos del 3 octubre | Leer más sobre el encuentro
El primer día del encuentro de los miembros de las Comisiones Continentales de Laicos en Notre-Dame de l’Hermitage comenzó con una oración inspirada por la espiritualidad asiática. A continuación, el grupo recibió indicaciones prácticas sobre la organización del encuentro. Pep Buetas y Tony Clark, co-directores del Secretariado de Laicos, presentaron el encuentro. Pep subrayó que los participantes están aquí para seguir “co-creando un sueño” y se preguntó qué habría pasado si Marcelino, además de jóvenes candidatos a la Vida Consagrada, hubiera tenido un grupo de laicos como los presentes.
A continuación, agrupados por mesas, dio la oportunidad a cada uno de presentarsey expresar lo que destacaría del Instituto en estos momentos. La expresión de la vida marista en el mundo fue simbolizada por el gesto de cada participante al poner su propia fotografía en un gran mapamundi. Después, las cinco Comisiones Continentales se presentaron y hablaron de su propia realidad, de las dinámicas que protagonizan y los desafíos que viven.
La segunda sesión de la mañana fue marcada por la exposición del H. Emili Turú, Superior general, quien quiso destacar tres elementos que, de alguna manera, coinciden con el proceso de preparación de la celebración del Bicentenario del Instituto: nacimos para una misión; la Iglesia necesita comunidades vivas; tenemos una raíz común. A través de este link, pueden seguir íntegramente sus palabras.
Después del almuerzo, se organizaron dos grupos, para conocer más profundamente la Casa del Hermitage y sus distintos espacios renovados, haciendo memoria de los inicios del sueño de Champagnat. De regreso a la sala de reunión, se presentó la programación del trabajo de esta semana. El H. Javier Espinosa, director del Secretariado de Laicos presentó “el documento de trabajo” a desarrollar durante los días del encuentro.
Este documento recoge las propuestas de las comisiones continentales, integradas en 6 elementos presentados por el Secretariado: La propuesta de un Marco Global, sugerida por el Consejo general; La formación inicial y permanente de los hermanos y laicos maristas; la vinculación y pertenencia de los laicos maristas; el proceso de actualización del Movimiento Champagnat; un camino de comunión; las estructuras y la animación. Estos elementos expresan – recordó el H. Javier – la necesidad de moverse, subrayando la afirmación que hizo el H. Emili durante la mañana: “La presencia y el compromiso de los laicos en el Instituto no tiene vuelta atrás”.
Antes de la pausa de la tarde, el H. Antonio Ramalho, Consejero general, dio una visión del momento histórico actual, caracterizado por el proceso pre-capitular, iniciado el pasado 8 de septiembre con la carta convocatoria del H. Emili; “Un Nuevo La Valla”. El H. Antonio subrayó los puntos principales de esta carta, destacando que la gran pregunta que se debe hacer es: ¿Qué quiere Dios de nosotros? Dijo que el Capítulo deberá responderá a esta cuestión a través de una conversación fraterna, de la cual el actual Encuentro de Laicos es una de las expresiones. De hecho, el objetivo de este encuentro es llevar propuestas concretas a los Hermanos capitulares.
Después del descanso, hubo un momento de animación, invitando a todos a expresarse a través del arte. Primero los participantes fueron llamados a sentirse libres bailando y, después, cada uno expresó, a través de un dibujo, el proceso que está viviendo desde su propia realidad. Los dibujos fueron puestos en común, como un gran mosaico, y todos tomaron conciencia de la riqueza que el carisma marista está viviendo en el Instituto.
La programación del día terminó con un encuentro comunitario organizado por la comunidad de hermanos y laicos que vive en el Hermitage (6 hermanos y tres laicas). Ofrecieron un cóctel acogiendo al grupo de los representantes laicos del Instituto y también a los hermanos del curso de formación “Amanecer”, de lengua española y portuguesa, que llegaron ayer, desde Roma, para vivenciar los lugares maristas.