?Animando la vida de nuestras comunidades?
En la ciudad de Guatemala, desde el 5 hasta el 8 de febrero, nos reunimos los hermanos y hermanas Maristas de Champagnat animadores de comunidad. Tal y como reza el lema del XXI Capítulo General nuestro objetivo fue animarnos para realizar nuestra misión con ?corazones nuevos para un mundo nuevo?.
Algo que nos impactó a todos fue tomar consciencia que la primera misión que tenemos es acompañar a nuestros hermanos de comunidad en el crecimiento de su vida como consagrados. Comprender esto nos ha hecho poner en su justo sitio las diversas tareas que muchos llevamos entre manos, pero que son secundarias ante la labor que se nos ha confiado.
El primer día de nuestro encuentro giró en torno a la resolución de conflictos dentro de la vida comunitaria. Animados por las diversas dinámicas que se nos fueron presentando comprendimos la importancia de liberarnos de los prejuicios y las ?etiquetas? con las que marcamos a nuestros hermanos y que tiñen nuestras relaciones. Asimismo, pudimos experimentar la gracia de la fraternidad y la amistad compartida durante años al poder expresar lo que agradecemos a los hermanos con los cuales hemos compartido la vida.
Durante el segundo día la hermana Raquel Saravia, religiosa de la Sagrada Familia de Elmet, nos compartió sus impresiones sobre la Vida Religiosa a la luz del documento de Aparecida. Al ser ella testigo presencial de las reuniones pudo comunicarnos sus vivencias personales. También hablamos de cómo soñamos la Vida Religiosa para América Latina. Quizá en este tema pudimos darnos cuenta de la pluralidad de visiones que tenemos, muchas de ellas fruto de nuestras experiencias vitales, culturas y momentos históricos que nos ha tocado vivir. Sin embargo, todos reconocimos la importancia de la diversidad.
Los últimos días giraron en torno a la organización y una visita a la nueva comunidad que la Hermanas Maristas de Champagnat han abierto en las afueras de la ciudad de Guatemala.
Todos partimos hacia nuestros respectivos países alegres por lo compartido, ilusionados por animar y hacer realidad una vida religiosa fraterna, significativa para este nuevo milenio. En la línea del Padre Champagnat y animados por nuestra Buena Madre seguimos construyendo la vida marista para éstas tierras de América Central, Puerto Rico y Cuba.
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H. Juan Antonio Sandoval