28 de septiembre de 2010 ESTADOS UNIDOS

Caminando tras las huellas de Champagnat

?Hasta ahora, éste ha sido un viaje que las palabras no pueden describir. Pienso que Marcelino se hubiera llenado de gozo al ver a tantos jóvenes visitando el Hermitage y captando su espíritu de amor y apertura de corazón. Siento que es una verdadera bendición poder caminar sobre las huellas de Champagnat y no veo la hora de compartir esta experiencia con los otros maristas de mi país y del mundo? (Samantha Bachert).?Tengo que decir, que nunca he estado en una peregrinación anteriormente y no sabía realmente cuáles eran mis expectativas. Pero he encontrado este viaje esencialmente diferente a todos los otros retiros en los que he participado?. La visita a la iglesia de Fourvière y la capilla de la Virgen negra donde Marcelino dedicó su vida a la formación de los Hermanos Maristas, fue otra experiencia conmovedora para mí. ¿Encontraré alguna vez algo tan concreto para vivir mis valores y convicciones? ¿Encontrare alguna vez una llamada suficientemente grande para dedicarme enteramente a ello y frente a Dios? (Ellen Salmi).Estas son sólo algunas de las palabras escritas por los alumnos de Roselle Catholic que recientemente viajaron a Nuestra Señora del Hermitage en Francia. El grupo de 16 (estudiantes y adultos) se encontraron con un grupo semejante que venía del Marist High School de Chicago en el aeropuerto de Paris el 23 de julio. Después de una estadía emocionante de 27 horas en Paris, los peregrinos prosiguieron su camino, con el tren de alta velocidad hasta Lyon. Allí Claud, el fiel chofer del grupo, los recogió y los llevó al Hermitage, donde comenzó la verdadera peregrinación. ?En el Hermitage, me siento verdaderamente en paz y en mi casa. La apertura y calidez que nos mostró la comunidad aquí ha sido asombrosa?? (Corinne Crowhurst).Las palabras de Corinne resonaron y se repitieron una y otra vez durante la semana. Para estos maristas de los Estados Unidos que han oído durante sus estudios secundarios, las historias de la vida de Marcelino, venir al Hermitage era como sentirse en su propia casa. La acogida de la comunidad internacional fue notable. El grupo de hermanos, y laicos, casados y solteros, gozaron con nuestra presencia, mostrando de muchos modos, el espíritu de hospitalidad y familia que tanto caracterizaron el trabajo y la vida de Marcelino.Después de acomodarnos en las cómodas habitaciones en el edificio que anteriormente fue el escolasticado, dimos una vuelta por la propiedad. Fue muy conmovedor, caminar por los jardines y huertos, escuchando el rumor del río Gier, mirando las colinas y viendo La Valla. El primer día entero que pasamos allí, fuimos de excursión a esas mismas colinas. Nos detuvimos en la ?Cruz Roja?, un sitio inolvidable donde Marcelino poco después de su ordenación, se arrodilló en oración de acción de gracias después de recibir La Valla como su primera parroquia. El H. Neville se reunió con nosotros en LaValla y nos presentó una historia sucinta y completa de los orígenes del Instituto. Visitamos la primera casa de los hermanos maristas establecida el 2 de enero de 1822. Terminamos con una oración en torno a la mesa original realizada por el Padre Champagnat. El lunes fue el día del itinerario Champagnat. Visitamos el lugar de nacimiento de Champagnat en Le Rosey, nos reunimos después en la iglesia construida al lado por los estudiantes maristas de todo el mundo para conmemorar la beatificación de Marcelino Champagnat. El H. Neville nos explicó el significado de las vidrieras dedicadas a Marcelino. De allí fuimos a la iglesia de la infancia de Marcelino y renovamos allí nuestros compromisos bautismales.Quizás el momento más impresionante llegó con la visita a los restos de la casa de Jean-Baptiste Montagne, un niño moribundo que inspiró a Marcelino a fundar su congregación de hermanos educadores. Queda sólo una roca de esta casa, lo cual llama la atención en contraste con las inmensas basílicas e iglesias que hemos visitado, y sin embargo es en este sencillo lugar donde nació el movimiento marista extendido en todo el mundo y todavía vivo 200 años más tarde. Nos reunimos en oración en torno a las resquebrajadas paredes del hogar Donet, sitio donde tuvo lugar el Memorare en la nieve.Lyon fue nuestro destino el martes, el día en que el grupo de Chicago saldría para Roma. De Lyon, fuimos derecho a Fourvière para visitar la virgen negra en el altar donde Marcelino y sus compañeros sacerdotes dedicaron su la obra de sus vidas a María. RC dio entonces un adiós conmovedor a Chicago, mientras los grupos se separaban. El miércoles a la mañana nos encontramos en torno al altar del bosque, donde el P. John dijo la misa para nosotros. ?La humildad que se sentía en la Misa en el bosque era más sagrada que ninguna Misa a la que yo haya participado nunca. Son experiencias como ésta, semejante a las que Marcelino tuvo con los primeros hermanos cada día, las que me ayudaron a encontrar mi camino? (KC). El grupo RC hizo luego lo que hacemos siempre? una mañana de trabajo y servicio. Trabajamos arreglando el cementerio por un par de horas, y continuamos con la oración del rosario. ?En este momento estoy haciendo una pequeña pausa después de limpiar el cementerio que está dedicado a cientos de Hermanos Maristas. Estos hermanos han cambiado mi vida, la han llenado de significado y han abierto mi corazón. Pienso que no hay mejor modo de venerarlos que arreglar y limpiar su espacio sagrado y regocijarnos con la música, rodeados por la Familia Marista? (Samantha).Nuestro viaje terminó el jueves con una excursión a Taizé. Los peregrinos RC quedaron impresionados con la comunidad y especialmente con la oración del mediodía llena de cantos sagrados. El grupo llegó cansado al Hermitage para una tarde de oración y de puesta en común. Nos reunimos en el cuarto de Marcelino, su despojo y simplicidad hicieron más profundo el sentido de la herencia marista que hemos explorado esta semana. ?Durante los últimos 4 años? he escuchado incontables historias sobre Marcelino y todas lo que significa ser Marista. Ahora que estoy aquí (en Francia), me doy cuenta de que finalmente todo se sintetiza. Todas las historias que he escuchado se hacen finalmente realidad; los cuatro años han llevado a esta experiencia en la que puedo decir que finalmente comprendo el exacto significado de lo Marista? (Cait). ?Vine al Hermitage en un momento de grandes dudas (en mí mismo, en mi fe, y en el mundo en general). Pero caminar tras las huellas de Champagnat, viendo su historia hacerse realidad, ha renovado mi esperanza y alimentado mi espíritu? (Meg).Ninguno en el grupo discutirá que este viaje fue más allá de nuestras expectativas. Toda la peregrinación fue una increíble experiencia, que profundizó nuestra fe y ayudó a nuestros espíritus a crecer. Hemos crecido en el conocimiento de la vida de Marcelino Champagnat, pero más aún, llegamos a una mayor comprensión de todo lo que significa ser Marista hoy.Nuestra peregrinación nos mostró la vida de amor que Marcelino vivió, el amor que recibió de su familia y el amor que llevó a todo el mundo a través de la fundación de los Hermanos Maristas, un amor que continúa vivo hoy, y que cada joven sintió el desafío de llevar hacia el futuro.

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