23 de agosto de 2005 CASA GENERAL

Compañeros maravillosos

El Superior General nos entregó su primera circular Una revolución del corazón el 6 de junio de 2003. Su objetivo era ayudar a profundizar el tema de la identidad del Hermano Marista partiendo de la espiritualidad de Marcelino Champagnat. Ahora, con su segunda circular -Compañeros maravillosos-, el Superior General desea retomar de nuevo el tema de la identidad, pero en relación con la vida comunitaria.
El Hermano Seán nos hace saber que la circular no es un tratado exhaustivo sobre la vida comunitaria. Su objetivo es atraer la atención de los Hermanos sobre algunos puntos importantes, ayudarlos a tomar conciencia de ellos y suscitar un debate constructivo en la comunidad.
La circular se divide en tres partes. En la primera parte, presenta un resumen del capítulo tercero de las Constituciones en el que se habla de la comunidad marista. También pone en evidencia las diferencias generacionales y culturales que llevan a una interpretación no homogénea del contenido descrito.
En la segunda parte, que es la más breve, después de analizar algunas dinámicas humanas que están presentes en toda comunidad, el Hermano Superior General nos hace entrar en la dinámica evangélica preguntándonos si estamos dispuestos a sacrificar las legítimas aspiraciones en bien de la comunidad y si estamos listos para dejar la crítica y asumir un papel constructivo y de animación; la vida comunitaria, en efecto, es una gracia que no se obtiene a bajo coste.
La tercera parte examina algunos elementos que son importantes para la vida comunitaria y se detiene en los problemas que consiguen a menudo ahogarla. Precisamente por ello, el realismo del Superior General exige el compromiso de cada hermano y lo invita a que se pregunte: ?¿Qué puedo hacer yo para mantener vivo mi amor y mi entusiasmo por la vida comunitaria?? La comunidad, en efecto, no es el resultado automático que se obtiene después de la publicación de la lista de destinos elaborada por el Provincial, sino que es una tarea continua y constante de todos los miembros que la componen. Es una semilla que Dios da a cada hermano para que sea plantada, sembrada y ayudada a crecer.

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Me hubiera gustado atravesar la muchedumbre y...

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