9 de septiembre de 2010 ESPAñA

Crónica desde los Negrales

En la casa de espiritualidad de los Misioneros Claretianos situada en el barrio de Los Negrales, entre Villalba y Alpedrete, cerca de Madrid nos hemos reunido 15 hermanos maristas procedentes de diversas provincias del Instituto.

Dirigen el Curso los hermanos Ángel Medina (Distrito de Paraguay) y Afonso Levis (Brasil Centro-Sur). El grupo está conformado por los siguientes hermanos: Jesús Bayo (Santa María de los Andes, misionero en Cuba), Paulo Lorenzoni (Río Grande do Sul, Brasil), Jaime Andrés (Hermitage, Barcelona), Adelmo Bald (Río Grande do Sul, Brasil), Abel Pérez (Santa María de los Andes, Chile), Carlos Bidegaín (América Central), Pablo Walter (Cruz del Sur, Uruguay), Francisco Navarro (México Central), Tomaz de Aquino (Brasil Centro-Norte), Crescenciano González (Norandina, Ecuador), Jose Cardoso (Brasil Centro-Norte), Alfonso López (Norandina, Ecuador), Cesare Novelletto (Mediterránea, Italia).

Las edades de los participantes, en conformidad con la finalidad del curso, están comprendidas entre los 54 y los 66 años de edad. El curso abarca ocho semanas que están distribuidas para tratar las ocho temáticas correspondientes: Mi historia sagrada, comprensión de la propia etapa existencial, comunicación y dimensión relacional, espiritualidad centrada en Jesucristo, construir la comunidad, misión de apóstoles, vida religiosa renovada, síntesis y futuro con fecundidad y esperanza.

El día 5 de agosto por la tarde iniciamos el curso abriendo las puertas y atravesando, simbólicamente, varios umbrales de la casa que nos acoge. Orientan la primera semana los dos hermanos responsables del curso: Ángel y Afonso. Cada día se inicia con la oración de la mañana y la eucaristía. La temática de la semana se dirige hacia el encuentro entre todos los participantes y la profundización en nuestro propio conocimiento. Se trata de conocer cada uno su propio pasado y las circunstancias que intervinieron hasta llegar al momento actual, principalmente nuestros valores y nuestras situaciones problemáticas. Esto da motivo para provocar un conocimiento más profundo de nosotros mismos a la luz de la fe. Esto se pretende mediante un tiempo de orientación cada día, un trabajo personal de reflexión y estudio y momentos para compartir en grupo con ambiente de oración. Un aspecto importante que hemos descubierto esta semana es la capacidad de crear un ambiente abierto y comunicativo que propicia la fraternidad marista.

______________
Texto: Hermanos Jesús y Alfonso; Foto: Hermano Pablo

VOLVER

?Maputo es ahora el infierno?...

SIGUIENTE

Encuentro entre los Padres y los Hermanos Mar...