8 de noviembre de 2023 VATICANO

El Hermano Ernesto Sánchez en la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos

El Hermano Ernesto Sánchez, Superior General, fue uno de los cinco representantes de la Unión de Superiores Generales (USG) en la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, celebrada en octubre en el Vaticano. A continuación puede leer el texto que el Superior General compartió con los provinciales y superiores de distrito en la carta enviada el 6 de noviembre.


Durante la Asamblea de la Unión de Superiores Generales del pasado mes de mayo, fuimos elegidos cinco representantes para participar en las Asambleas del Sínodo de octubre 2023 y 2024. El reglamento de este Sínodo, en el n. 2 § 2 indica: “Entre los Miembros ex electione, el Romano Pontífice ha establecido que los diez Clérigos pertenecientes a Institutos de Vida Consagrada, mencionados en el Art. 2, 4° del ICAS, sean sustituidos por cinco mujeres y cinco hombres pertenecientes a Institutos de Vida Consagrada, elegidos respectivamente por la Unión de Superiores Generales y por la Unión Internacional de Superioras Generales”. En octubre de 2018, cuando participé en el Sínodo de los jóvenes, en uno de los números del reglamento, se indicaba que el Papa daba autorización de voto a los dos hermanos participantes (La Salle y Maristas). Ahora el reglamento indica que cualquier miembro de la USG (hermano o clérigo) tendrá derecho a voto, así como las religiosas. También se ha dado el derecho a voto a los laicos y laicas participantes. Nos alegra que se abra esta puerta en la Iglesia, como parte del proceso sinodal que se está llevando a cabo desde el año 2021.

El 30 de septiembre, celebramos la Vigilia ecuménica “juntos” (“together”), en la cual el Papa Francisco nos invitó a profundizar en el tema del silencio. Nos decía:

Hermanos y hermanas, pidamos en la oración común, aprender a hacer silencio nuevamente, para escuchar la voz del Padre, la llamada de Jesús y el gemido del Espíritu. Pidamos que el Sínodo sea kairós de fraternidad, lugar donde el Espíritu Santo purifique a la Iglesia de las murmuraciones, las ideologías y las polarizaciones”.

siguientes tres días, del 1 al 3 de octubre, los participantes del Sínodo estuvimos en retiro en la casa “Fraterna Domus”. Fue una excelente experiencia, de mucha ayuda para iniciar juntos la Asamblea que duraría todo el mes. Cada mañana había dos meditaciones con tiempo de silencio personal. Por las tardes teníamos momentos de intercambio en grupos. Esos días nos ayudaron a conocernos, a centrarnos en el tema de la oración y de la escucha, y a crear un espíritu fraterno que se vivió durante toda la Asamblea.

Asamblea en el Vaticano

El día 4 de octubre iniciamos la Asamblea en el Aula Paulo VI, utilizando mesas redondas (llamadas “círculos menores”) con once participantes en una de ellas y un facilitador. Las mesas se cambiaban cada 4 o 5 días, lo que nos permitió conocer e intercambiar con distintas personas a lo largo del mes. Puedo expresar que fue muy positiva la experiencia que tuve en las cuatro mesas en las que participé.

Fue importante recordar durante la Asamblea lo que el Papa Francisco nos decía ese primer día:

Me gusta señalar que el Sínodo no es un parlamento, sino algo distinto; que el Sínodo no es una reunión de amigos para resolver algunas cosas del momento o dar opiniones, sino otra cosa. No olvidemos, hermanos y hermanas, que el protagonista del Sínodo no somos nosotros: es el Espíritu Santo. Y si en medio de nosotros está el Espíritu que nos guía, será un buen Sínodo. Pero si en medio de nosotros hay otras formas de avanzar por intereses, sean humanos, personales, ideológicos, no será un Sínodo, sino que será una reunión más parlamentaria, que es otra cosa. El Sínodo es un camino que realiza el Espíritu Santo”. (4 octubre 2023).

A lo largo del mes, hemos profundizado los temas de sinodalidad, misión, comunión y participación. Esta Asamblea ha sido parte del proceso de sinodalidad que inició en el año 2021 a nivel local, diocesano y en las Conferencias episcopales. Se realizaron reportes continentales que se dieron a conocer antes de esta Asamblea. Las dos Uniones de Superiores generales también ofrecimos nuestra contribución. A partir de los aportes, se preparó el Instrumentum Laboris, que sirvió como base y guía de la reflexión.

El documento del final, aprobado en la Asamblea por más de 2/3 en todas sus partes y párrafos, expresa la reflexión y producción de ideas que se trataron en los círculos menores y en la Asamblea, a la luz del Espíritu. Hay puntos clave en el documento que nos animan y que también nos desafían. “El rostro de la Iglesia sinodal”, título del primer capítulo. “Todos discípulos, todos misioneros”, segundo capítulo. Y el tercero: “Tejer lazos, construir comunidad”.

Papel profético de la vida consagrada

En el documento, se nos recuerda el papel profético de la vida consagrada: “Las diversas familias religiosas muestran la belleza del seguimiento del Señor, en el monte de la oración y en los caminos del mundo, en las formas de vida comunitaria, en la soledad del desierto y en la frontera de los desafíos culturales. La vida consagrada ha sido más de una vez la primera en percibir los cambios de la historia y en captar las llamadas del Espíritu: también hoy la Iglesia necesita su profecía” (traducción del original en italiano). (Relación de Síntesis de la Primera Sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de Obispos, 4-29 de octubre de 2023, n. 10, b).

El documento sobre “Una Iglesia sinodal en misión” presenta una serie de temas importantes, varios de los cuales tocan directamente la vida y misión maristas. Creo que en muchos procesos que llevamos a cabo en el Instituto, así como en organizaciones y estructuras, realizamos procesos de sinodalidad. En los últimos Capítulos generales, así como en los Capítulos Provinciales y de Distrito y en las Asambleas, se favorece cada vez más el diálogo fraterno y contemplativo, en busca de la escucha del Espíritu. Como hermanos y laicos, vamos avanzando cada vez más en el tema de la corresponsabilidad, favoreciendo la participación y el liderazgo.

La invitación es a seguir caminando juntos, en sinodalidad, construyendo la familia marista global, a través de encuentros, redes, intercambio de recursos, solidaridad, etc. Hay temas del documento que nos invitan a un mayor acercamiento a los pobres, a los jóvenes, con escucha y acogida. Aparece el tema de la migración, situación que sucede en tantas partes del mundo causada por guerras, disturbios políticos y económicos.

También contamos con una importante llamada, como religiosos y laicos maristas, para intentar conectarnos mejor con los procesos sinodales que se están llevando a cabo en las parroquias y diócesis. Quizá no somos muchos de nosotros los que hasta ahora se han implicado, sea por falta de invitación o también por falta de interés. La experiencia que he vivido este mes me ha permitido tener una mayor conexión dentro de la Iglesia. Puedo expresar el gusto de haber encontrado un gran número de Cardenales y Obispos que conocen y aprecian la vida y misión de nuestro Instituto, así como sacerdotes, religiosos y religiosas, laicos y laicas que participaron en la Asamblea. Nuestra presencia directa en los procesos eclesiales (locales y diocesanos) favorecerá también el conocimiento de la vocación marista consagrada y de la vocación marista laical.

El proceso sinodal está abriendo nuevas puertas en la Iglesia. El Espíritu nos mueve a la conversión, personal y comunitaria, y a vivir la misión en comunión y participación. Como maristas de Champagnat estamos llamados a ser el rostro materno de Dios en la Iglesia y en el mundo, siguiendo la inspiración y ejemplo de María.

Entrevista al H. Ernesto Sánchez, representante de la USG en el Sínodo sobre la Sinodalidad

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