27 de septiembre de 2005 ESTADOS UNIDOS

Hacer menos no sería marista

Como mucha gente de América, los Hermanos de Estados Unidos están respondiendo a la crisis causada por el Katrina de diversas maneras. Acaba de empezar el año escolar, pero el desastre del huracán ha proporcionado ya un objetivo claro y energías a los educadores y a los jóvenes de los centros maristas. En todas nuestras escuelas se están realizando esfuerzos para reunir fondos y recoger suministros en ayuda de las víctimas del huracán. Para el momento en que estoy escribiendo estas líneas, los centros Christopher Columbus High School (Miami, Florida), St. Brendan High School (Miami, Florida), Our Lady of Lourdes High School (Poughkeepsie, New York), Marist High School (Chicago, Illinois) ya han matriculado gratuitamente a muchachos que han sufrido el huracán. Los colegios Msgr. Pace High School (Miami, Florida), Guadalupe Regional Middle School (Brownsville, Texas) and Marist High School (Bayonne, New Jersey) lo harán con otros dentro de poco. Todas nuestras escuelas han manifestado deseos de ayudar de cualquier manera posible.

El Katrina has destrozado el corazón de América, pero ha dado a nuestros centros maristas la oportunidad, una vez más, de llevar a la vida las llamadas que encontramos en los artículos 152 y 153 de ?Misión Educativa Marista. Un proyecto para hoy:
152. Educamos en la solidaridad, sobre todo acogiendo en la misma escuela a jóvenes de diferentes contextos sociales, así como a alumnos desfavorecidos y marginados.
153. Educamos para la solidaridad presentándola como ?la virtud cristiana de nuestro tiempo?, como un imperativo moral para toda la humanidad en el marco de la interdependencia universal actual y para transformar las ?estructuras de pecado?.
Cuando los maristas de Estados Unidos y los de todo el mundo nos acercamos a las víctimas del Katrina, somos conscientes de que el deseo de Marcelino de ?amar a Jesús y hacerlo amar? se hace vida y realidad una vez más, como sucedió el 11-S y tras el tsunami de Diciembre de 2004. No tenemos otra opción, porque hacer menos no sería marista.

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