Hermanos Formadores para un Mundo Nuevo
Decíamos en nuestra crónica de Marzo que nuestra formación, es la lluvia suave y permanente que penetra nuestras vidas y las convierte poco a poco en “humus” fértil que genera vida. Queremos compartir con nuestros Hermanos y amigos estos meses de continuidad: Abril y Mayo.
Comenzamos el mes con Carmen Barba, laica. Nuestro taller: “Los nuevos paradigmas”. Reflexionamos allí sobre los grandes cambios experimentados por la humanidad. E hicimos conciencia de los nuevos paradigmas que nos tocará vivir: ellos son, la conciencia maravillada del asombro, la memoria agradecida de nuestra propia historia, la experiencia de Dios cultivada cotidianamente, las relaciones de amistad, confianza, el ser personas profundamente alegres, con sentido de humor, el ponernos en el lugar de los más postergados, el dejarnos acompañar.
Tuvimos también la presencia del P. Bonifacio, Claretiano, biblista y teólogo, que encaminó nuestros pensamientos en la reflexión de “Jesús en nuestras vidas”. Su alta teología y creatividad de pensamiento nos llevaron a dialogar qué lugar ocupa la persona de Jesús en nuestras vidas. Aprendimos el valor de la identidad cristiana y el seguimiento de Jesús, como tarea permanente, cómo es el Dios de Jesús y en qué consiste el seguimiento del Jesús creyente, el Jesús de la esperanza y el Jesús del amor.
La presencia del Hno. Fernando Arriero, Marista, nos empapó de “espiritualidad bíblica”. De una forma familiar, cercana y profunda, aprendimos sobre la Escritura, como precioso cauce de Palabra de Dios, la historia de la humanidad y de las Sagradas Escrituras, la inspiración, el pentateuco, la línea de historia bíblica, la necesaria interioridad en la meditación de la Escritura, los salmos, la geografía de Palestina, la sabiduría, los profetas, el Nuevo Testamento, San Pablo, los Evangelios Sinópticos.
El P. Vitorio, Jesuita brasileño continuó nuestra formación con la “pedagogía de la Vocación”, reflexionando con nosotros sobre los ‘nudos’ en la relación del formador-formando, la acción formativa y sus agentes, la formación como proceso de humanización, la transparencia en el proceso formativo, el formador en el trato con los formandos y las relaciones constructivas. Finalmente el manejo de algunos casos difíciles y de conflictos. Nos damos cuenta que la formación merece especialmente mucha humanidad y mucha sabiduría.
Tuvimos dos semanas con nuestros queridos Hermanos Emili y Joe (Superior y Vicario). La mejor enseñanza de ellos es el compartir, la cercanía, la fraternidad y la visión global de la Congregación Con ellos nos hemos sentido contentos, sabiendo que Champagnat está con nosotros. Se pusieron de acuerdo entre los dos y en semanas distintas compartieron diversos temas con nosotros: La persona del formador, el formador como líder, el formador como maestro espiritual, la imagen personal de Dios, el formador para el mundo de hoy, los procesos de formación, nuestras percepciones, conocimiento personal y noticias e informaciones de la Congregación.
Nuestros queridos Hermanos nos han insistido sobre la importancia de la espiritualidad en nuestra vida marista. Hemos hecho meditación y tiempos personales de diálogo con Hermanos y de interiorización.
Finalmente, hemos compartido dos semanas con H. Patricio Pino, marista. Ha sido nuestro facilitador en el estudio del Patrimonio Marista, especialmente de las Cartas de Champagnat y demás archivos históricos. Hemos trabajado intensamente en la reflexión sobre las cartas, en los documentos del CEPAM y hemos elaborado unas dimensiones formativas, las cuales, hemos seguido rastreando en los mismos documentos, dándonos cuenta cómo los escritos de Champagnat están llenos de características formativas muy válidas para nuestra misión.
Agradecemos inmensamente a estas personas que nos ayudan en la formación. Ellos hacen que cada día, esas aguas vivas estén más cerca de nosotros. Como la cierva, que busca las aguas vivas, así nuestros pasos se dirigen ahora hacia El Hermitage. Nos encontraremos con nuestros Hermanos de habla inglesa, que hacen el mismo curso en Manziana. Allí estaremos 3 semanas, viviendo la presencia de nuestro Fundador. Será él, en estos días, nuestro Formador. Nosotros, sus Hermanos.